Fumigar a vista de pájaro

Los drones, que aparecieron en nuestra vida con un marcado acento lúdico, se han convertido en una inestimable herramienta para otros menesteres menos ociosos. Ya se utilizan drones para vigilar las carreteras, para observar los montes y para captar a quienes no cumplen con la orden de confinamiento por el coronavirus, e incluso, para medir la temperatura corporal de las personas. Ahora, los drones tienen otro cometido más: fumigar contra las plagas de los mosquitos tigre.

Dos de los operarios del Servicio de Salud del Ayuntamiento de Murcia dedicaron parte de la mañana de ayer a fumigar Rambla Salada, en el paraje de Cañada Hermosa, para extinguir las colonias de insectos que proliferan por esta época. Esta máquina permite a los trabajadores detectar y tratar las zonas más inaccesibles por vía terrestre.

La Concejalía de Salud y Deportes ha tenido que modificar su estrategia de control del mosquito tigre debido al estado de alarma y a las copiosas lluvias que han caído en estas últimas semanas, y que han hecho que proliferen tanto la vegetación como los charcos, lugar donde este insecto tiende a reproducirse.

Para ello, se han intensificando las actuaciones en la huerta y pedanías, incluyendo, además, las zonas de riesgo en la propia ciudad de Murcia. «La colaboración ciudadana en la eliminación y control de focos de mosquitos en propiedades privadas se ha visto dificultada, especialmente en segundas residencias no habitadas por las actuales medidas de confinamiento, sobre todo en la eliminación de focos en la huerta», explicó el edil Felipe Coello.

A la fumigación de imbornales, ramblas y otros espacios de especial incidencia se une ahora la desinsectación en carriles de huerta. Los operarios recorrerán hoy, desde primeras horas de la mañana, el cauce del río por la zona urbana para su fumigación con productos larvicidas, y el resto de la semana se irán tramitando los avisos.

La próxima semana está previsto que el servicio utilice el helicóptero: primero geolocalizará las zonas conflictivas como piscinas, aljibes, y ramblas y luego se fumigarán balsas de riego inutilizadas, el Reguerón y el cauce del río en su tramo no urbano.

También se han programado actuaciones para combatir las posibles eclosiones de mosquitos adultos a causa de focos privados incontrolados, como piscinas, balsas o solares privados cuyo propietario no haya podido tomar las medidas adecuadas para su eliminación o tratamiento, indicó el concejal.

Cinco equipos de trabajo, compuestos por diez operarios, se encargan de la ofensiva contra el mosquito tigre: tres grupos desplazados en pedanías, uno en el casco urbano de Murcia y otro para avisos puntuales. Ya se ha actuado en pedanías como Zeneta, Alquerías, Guadalupe, Beniaján y en zonas de Murcia, como el barrio del Carmen, la plaza Camachos y en los Molinos del Río.

Para la ejecución de este servicio se cuenta con vehículos todo terreno equipados con cañones pulverizadores y nebulizadores de largo alcance, así como los drones y un helicóptero para las zonas inaccesibles.

Coello destacó el importante papel de la colaboración ciudadana. «Desde que en 2011 apareciera por primera vez el 'Aedes Albopictus' (mosquito tigre) en el municipio de Murcia, los Servicios de Salud iniciaron un programa de control basado en la colaboración ciudadana, al detectarse que el 80% de los focos se encuentran en propiedad privadas y, en el caso de la huerta de Murcia, se han identificado como puntos críticos, segundas residencias con jardín, piscinas, huertos con depósitos de agua, etc».

Hasta ahora, añadió, esta estrategia, junto a otras actuaciones, se ha mostrado eficaz en el control del mosquito tigre.