El fin de la concesión de los buses de Murcia se le «hace largo» a los conductores

Los estertores de la concesión. Eso es lo que los conductores de las líneas de autobús a las pedanías de Murcia llevan ya un tiempo padeciendo. «La verdad es que el fin del contrato sí que se está haciendo ya un poco largo», reconocía este jueves el presidente del comité de empresa de la concesionaria del servicio en Murcia, Francisco Tomás Muñoz Frutos. No en vano, es generalizada la percepción de que las adjudicatarias de una concesión pública reducen al mínimo las mejoras y la inversión cuando esta se encuentra próxima a caducar y no hay garantía de prórroga. Esta es la sensación de los trabajadores de Monbus, que, acompañados de compañeros de 'los coloraos' -autobuses que prestan el servicio urbano- volvieron a manifestarse en La Glorieta, coincidiendo con la celebración del Pleno municipal de octubre.

El objetivo no era otro que mostrar, una vez más, su rechazo a las condiciones en la que desempeñan en estos momentos su trabajo. Volvieron así a clamar contra problemas estrictamente laborales como «unos horarios y turnos inaceptables» o «la ausencia de aseos en cabecera de las líneas, que por más que reclamamos, no nos acaban de habilitar», según destacó Muñoz Frutos.

A ellos se suman otras cuestiones como «los problemas que ha generado en la prestación del servicio la eliminación de varios tramos de carriles bus, por ejemplo el de Teniente Flomesta, en el que a veces nos atascamos entre 10 o 15 minutos».

Finalmente, volvió a denunciar la «insuficiencia de vehículos y su inadecuado mantenimiento». Técnicamente, la nueva concesión del servicio que debe licitarse antes de fin de año debe resolver este problema, algo que Muñoz Frutos no tiene claro. «No creemos que nos renueven la flota de golpe; tendremos que aguantar un tiempo con los autobuses viejos», zanjó.

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