Los dulces típicos de Todos los Santos vuelven a la plaza de San Pedro de Murcia

«La verdad es que ha empezado bien la mañana; llegan estas fechas y enseguida la gente se anima a visitarnos; lo cogen con ganas», señala Sara Miñano desde el estand de la empresa artesana Miel El Colmenero de Barranda. El suyo es uno de los cuatro puestos que cada año se instalan en la plaza de San Pedro de la ciudad de Murcia, dentro del llamado Mercado de Todos los Santos. El de Sara es un pequeño negocio de apicultores de Caravaca que despacha habitualmente en la histórica plaza de abastos de Verónicas. Pero, una vez se acerca el primero de noviembre, toca sacar los productos a la calle. Es lo que marca una tradición que volvió ayer a girar en este castizo enclave.

«Lo nuestro es producir miel natural, pero, conforme se acercan estas fechas, nos ponemos también con los dulces típicos, algunos con dos milenios de historia», explica, haciendo repaso a un catálogo de ventas que incluye el arrope y calabazate, el pan de higo, la carne de membrillo, el pan de orejón, los frutos garrapiñados y los huesos de santo. «Estos últimos no nos han llegado todavía; este viernes ya los tendremos disponibles», comenta Miñano.

Junto a los productos alimenticios se despachan también otras propuestas artesanales como las velas hechas con la cera de los panales de abejas. «Estas se utilizan para hacer rituales relacionados con los difuntos», explica una de las vendedoras a una clienta.

El mercado se encontrará activo hasta el próximo domingo 3 de noviembre, con horario ininterrumpido de 9 a 21 horas. «La verdad es que tenemos ya gente interesándose desde primera hora», añade Sara, para concluir que «alguna tradición habrá que mantener y esta es buena».

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