El organizador de la fiesta en Teatre, Carlos R., llega, este martes, al juzgado junto a su abogado defensor, Raúl Pardo-Geijo. Nacho García / AGM

El dueño de la máquina que presuntamente originó el incendio de Teatre asegura que la apagó una hora antes del fuego

El procesado sostiene que su participación en la fiesta de la discoteca fue altruista y que nadie le contrató

Martes, 23 de enero 2024, 11:03

La justicia ya ha comenzado a bucear en las circunstancias de la 'tragedia de Atalayas', que el pasado 1 de octubre se cobró la vida de 13 personas. Los investigados por el brutal incendio en las discotecas Teatre y La Fonda Milagros empezaron este martes a desfilar por la Ciudad de la Justicia de Murcia. Alfonso G., el dueño de la máquina de fuego frío que presuntamente originó el fuego, fue el primero en sentarse ante la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Murcia.

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Este investigado sostuvo ante la jueza que compró esa máquina en febrero del pasado año a través de la web de AliExpress –por unos 700 euros– y que ya la había utilizado, sin problemas, en varias fiestas. Aquella madrugada, según su versión, se encontraba en la discoteca Teatre, en la zona de ocio de Atalayas, como cliente, y le dejó el aparato de forma altruista al también investigado Carlos R., el organizador de la fiesta 'We Are Remember' que se celebraba esa noche en el local, por la amistad que les unía. «Se la había dejado en dos ocasiones, en julio y esta vez», explicó. «No hicimos ningún contrato».

Este procesado explicó a la jueza que en ocasiones anteriores la responsable de Teatre, la investigada Eva M., ya le había alquilado las citadas máquinas y que solía darle entre 120 y 150 euros por ambos aparatos y sus consumibles. «Eva me ha alquilado máquinas de chispas en varias ocasiones. Yo le decía cómo funcionaban, las medidas de seguridad y se las dejaba».

Alfonso G. aseguró, en su declaración, a la que LA VERDAD ha tenido acceso, que la noche de la tragedia solo él manipuló las máquinas y sostuvo que apagó las mismas a las cinco de la madrugada, una hora antes de que se produjese el incendio. Después, según su versión, salió a comer un trozo de pizza y regresó a la discoteca, resultando herido en el fuego.

A preguntas de las partes, este investigado reconoció que no estaba seguro de si el aparato contaba con homologación, aunque cuando lo compró venía con sus papeles y en ellos aparecía el logo de la Comunidad Europea. Alfonso S. aseguró que, del manual de instrucciones, conocía que había productos que podía resultar inflamables en contacto con la máquina. La jueza le interrogó sobre los metros que la máquina tenía que tener libres por arriba por seguridad. Una pregunta a la que el procesado contestó que tres metros, siendo corregido por la jueza, que le indicó que eran siete. Alfonso G. se mostró convencido de que ese dato no era correcto. A preguntas de las partes reconoció que era consciente de que el uso de esta máquina podía llegar a producir un incendio.

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Alfonso G., el dueño de la máquina de fuego frío, a su salida. Nacho García / AGM

Tras la declaración de este primer investigado llegó el turno de Carlos R., organizador de la fiesta que se celebraba esa noche en Teatre. Este acudió a la cita judicial acompañado de su letrado, el penalista Raúl Pardo-Geijo. «No tengo absolutamente nada que ver», subrayó a preguntas de los medios de comunicación. «Estoy tranquilo y sorprendido con lo que ha pasado».

Ante la jueza, este investigado solo accedió a contestar a las preguntas de su letrado –alegando que este tuvo acceso a la documentación del caso solo hace unos días–. Explicó que la fiesta We Are Remember es un espectáculo que ofrece a las discotecas en el que lo único que pone a disposición de las mismas son los djs y las mesas de mezcla. A cambio, según su versión, se lleva un porcentaje de la venta de entradas. Carlos R. descartó que él ofreciese el espectáculo de fuego frío y que controlase la preparación de la persona que los locales contratan para esa función. «No se exige absolutamente ningún requisito al profesional para poder hacer uso de ello», incidió.

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Este investigado, además, hizo hincapié en que es la discoteca la que debe velar por el cumplimiento de las medidas de seguridad. «El servicio que yo ofrezco no es peligroso, ni de riesgo. Es solo música», recalcó. «Si se solicita algo más la empresa que proporciona el producto es la que explica lo necesario». Su letrado defensor, Raúl Pardo-Geijo Ruiz, incidió, en que su cliente «no tiene ninguna responsabilidad», ya que «organizar una fiesta no es una actividad que se denomine peligrosa» ni hay regulación al respecto.

Versiones enfrentadas

El abogado Francisco Verdú, que representa a este último investigado junto con Francisco Adán, puso en valor el informe concluyente de la Policía Científica, que adelantó LA VERDAD. Este escrito sostiene que el incendio se originó en la discoteca Teatre y que se produjo por una negligencia en el uso de la citada máquina de frío. «Es un informe brillantísimo y súper específico», recalcó el letrado. Esta parte incidió, además, en esos supuestos fallos del plan de prevención de incendios de Teatre que, según destaca la Policía, se produjeron la noche de la tragedia y retrasaron la evacuación varios minutos. «En una tragedia cuatro minutos es mucho tiempo», subrayó Verdú.

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Manuel Maza, letrado defensor de Marcos Martínez, remarcó, en declaraciones a los medios de comunicación, que su cliente no mantenía ninguna responsabilidad sobre la discoteca cuando se produjo el fuego. «Él vendió el local años antes», incidió. «No se ocupa ni tiene nada que ver con la explotación del local». Esta parte puso en duda, no obstante, las conclusiones del informe policial y mostró su convencimiento de que el trágico incendio se inició en Fonda Milagros.

El administrador y la responsable de Teatre serán los siguientes

El siguiente martes, día 30, llegará el turno del empresario Juan Inglés Rojo, administrador de Teatre y de Eva María Martínez, responsable de la discoteca Teatre, que serán los siguientes en desfilar ante la jueza instructora. En las semanas posteriores también deberán declarar ante la magistrada Marcos Martínez, al que la Policía considera responsable de Teatre, y Daniel Ramírez, propietario de Fonda Milagros.

«Hemos presenciado una terrible tragedia y ahora a las víctimas y sus familiares les va a tocar sufrir un largo calvario», recalcó el letrado Pedro López Graña, que representa a algunas de las víctimas. «Todos los presuntos responsables tratan de evadir su culpa y señalan a otros, exculpándose ellos mismos».

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