Interior de la iglesia del complejo de Espinardo, llena de pintadas. El conjunto escultórico del altar mayor es obra de Juan González Moreno.

El deterioro avanza por el complejo de Espinardo pese a su protección cultural

Pintadas y otros destrozos se adueñan del conjunto residencial, ejemplo de la arquitectura moderna y con obras de González Moreno, Vicente Viudes y Francisco Toledo

Domingo, 26 de diciembre 2021, 00:55

Un lustro después de su catalogación como bien inventariado por su relevancia cultural, los destrozos dejan estampas desoladoras en el complejo residencial de Espinardo, uno ... de los mejores ejemplos de la arquitectura del Movimiento Moderno en la Región. La peor parte se la ha llevado la antigua iglesia, llena de pintadas, con cristales rotos y sin rastro de su mobiliario. El vecino teatro a punto estuvo de ser pasto de las llamas y, enfrente, el pabellón residencial mixto también ha sufrido la acción de los vándalos.

Publicidad

El abandono –la mayor parte del recinto lleva décadas en desuso– y una deficiente conservación estarían detrás de los daños que presenta el conjunto residencial. El alcance de los desperfectos ha llevado a la Consejería de Economía y Hacienda, como propietaria y responsable de su custodia, a reforzar la seguridad, con un gasto de 100.000 euros, lo que deja entrever que las medidas de vigilancia adoptadas con anterioridad han pecado de insuficientes.

El complejo residencial de Espinardo parece haberse convertido en una pesada losa para la Comunidad Autónoma, que no sabe qué destino darle. Primero intentó la venta, aunque sin éxito porque no encontró compradores. En octubre del año pasado, la entonces consejera Ana Martínez Vidal anunció el proyecto 'Núcleo', para convertir el corazón de este enclave en un polo de innovación hídrica y alimentaria, con ayudas europeas. Pero nada más se ha sabido en este tiempo. Ahora, la Consejería de Empresa anuncia que reacondicionará uno de los edificios –que no está incluido en la relación de construcciones protegidas– para seguir con la ampliación del vecino Parque Científico.

La Comunidad anuncia una inversión de 100.000 euros para reforzar la seguridad del recinto y evitar más daños

El conjunto, junto a la rotonda de isla Grosa, en la carretera de Molina de Segura, está formado por una decena de inmuebles, de los que solo cuatro se encuentran bajo el paraguas de esa catalogación de bien inventariado: el edificio de administración, la iglesia, el teatro y el pabellón residencial mixto. Se localizan justo a la entrada y configuran la plaza pública del complejo. Las obras se iniciaron en la década de los 60 impulsadas por los tecnócratas de los últimos años del franquismo. La idea era prestar una atención integral a los colectivos más desfavorecidos. Y se diseñó como una pequeña ciudad, con todos los servicios necesarios para su funcionamiento y el bienestar de los residentes.

Publicidad

Los años del desarrollismo

El proyecto lo firmó Enrique Sancho Ruano, uno de los arquitectos fundamentales de los años del desarrollismo en la Región, autor de otros equipamientos como la sede de la Consejería de Sanidad, en Ronda de Levante, y el hospital psiquiátrico de El Palmar. En su obra de Espinardo, Ruano se acompañó de reconocidos artistas del momento. Así, la portada de la iglesia está adornada con un monumental friso de Francisco Toledo, mientras que el altar mayor lo preside un grupo escultórico de Juan González Moreno. Ambas obras se han salvado por el momento de los ataques vandálicos. Además, en los muros exteriores del pabellón mixto se conservan dos murales cerámicos de Carmen Escorial (esposa de Toledo y premio Villacis en 1965) y del pintor y escenógrafo murciano Vicente Viudes, con trabajos repartidos por varios países.

Aunque la declaración como bien inventariado del complejo se produjo en noviembre de 2016, es ahora cuando el Ayuntamiento de Murcia ha iniciado los trámites para que esa protección quede reflejada en el plan urbano. La Asociación para la Conservación de la Huerta (Huermur) anuncia que presentará alegaciones con el fin de que la ficha de catalogación recoja expresamente los citados murales, para garantizar su conservación.

Publicidad

Estructura calcinada de una cama en la cafetería del pabellón residencial; al fondo, la fachada del teatro.

Rejas en puertas y ventanas y nuevas cámaras de vigilancia

La Consejería de Economía y Hacienda, como responsable de las instalaciones de Espinardo, asegura que está trabajando «para poner en valor el conjunto residencial, con especial interés en los inmuebles protegidos para su restauración». Desde dicho departamento indican que se está llevando a cabo el refuerzo de las medidas de seguridad, que incluye el arreglo de la garita exterior, la ampliación a ocho horas de las labores de vigilancia presencial y la colocación de rejas en puertas y ventanas para evitar la entrada en el teatro y la antigua iglesia. Además, se procederá a la colocación de nuevas cámaras de vigilancia en el complejo. La inversión en este 'blindaje' supondrá un coste de cien mil euros.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Prueba LA VERDAD+: Un mes gratis

Publicidad