Detenido el atracador de Algezares tras dar su segundo golpe en el mismo estanco

Como el dinosaurio de Monterroso, cuando el estanquero levantó la cabeza, el atracador seguía ahí. Era el mismo que el pasado domingo 3 de noviembre entró a su negocio y amenazó a su hermana con una navaja para llevarse un puñado de billetes de diez euros de la caja registradora. La valentía de la mujer hizo que saliera huyendo. Uno de los manotazos hizo que el casco de moto, con el que se cubría el rostro, saliera por los aires. La escena quedó grabada en un vídeo por las cámaras de videovigilancia. Ese día escapó a la carrera perseguido por la dueña del local de 63 años.

Sin embargo, no tuvo este jueves la misma suerte. En esta ocasión, el hermano de la estanquera se encontraba despachando en el negocio familiar. A las 17 horas, entró un hombre y le pidió dos cartones de tabaco. Al igual que la otra vez, entró con un chaleco amarillo, pero, en esta ocasión, no llevaba el casco de moto. «Iba con la cara descubierta. Me pidió dos cartones de tabaco y se los di. Metió los paquetes en una mochila y vino hacia el lateral de mostrador, donde me sacó una navaja. Me dijo que le diera todo el dinero. Le contesté que era muy temprano, que solo tenía diez euros. Me respondió que se los diera, y así hice». Con el botín en su poder, el ladrón salió del local, no sin antes pararse en una máquina de bebidas refrigeradas y coger un cartón de zumo del interior.

Cuando se fue, el estanquero vio que se marchaba pedaleando en una bicicleta y llamó a la Policía Nacional. «Les indiqué que se había ido en dirección a la pedanía de Los Garres», explicó.

Inmediatamente, una patrulla, que se encontraba cerca de la zona, localizó al sospechoso montado en la bici, y fue tras él dándole el alto con señales luminosas y sonoras. Sin embargo, el ciclista no se detuvo. Tras varios minutos persiguiéndolo, los agentes lograron detenerlo en un carril de huerta. En su poder tenía una mochila en cuyo interior había una veintena de paquetes de tabaco. «De la misma marca que yo le dispensé», recuerda el dueño del local.

En el registro de su vivienda en Torreagüera, los investigadores localizaron el casco que el ladrón uso para taparse el rostro en el atraco de hace dos semanas, según confirman fuentes policiales. Asimismo, este viernes, en la comisaría de El Carmen, la víctima del asalto lo identificó como la persona que cometió el robo la tarde anterior. «Me han informado que durante el interrogatorio ha confesado ambos asaltos. Agradezco a la Policía Nacional su eficacia y su rapidez para detenerlo en cuestión de 20 minutos. Ahora, mi hermana y yo podremos estar tranquilos, por los menos, por un tiempo», explicó el estanquero.