Los controladores de la ORA en Murcia pondrán coto a los coches aparcados en carga y descarga

Es algo más que interiorizado por los vecinos de la capital murciana y por todos aquellos que circulan por sus calles que las zonas viarias destinadas a los vehículos profesionales para la realización de labores de carga y descarga suelen estar atestadas de coches particulares, más si cabe desde que las obras de movilidad eliminaron más de dos mil plazas de aparcamiento en el centro urbano. El control de este tipo de espacios había sido hasta ahora lo suficientemente laxo como para que muchos conductores ignoren tanto sus deberes cívicos como la propia normativa municipal.

No obstante, reconocen fuentes municipales que, hasta hace relativamente poco, la capacidad de sanción sobre estas conductas no estaba del todo definida, algo que clarificó el pasado mes de mayo la entrada en vigor de la nueva Ordenanza de Movilidad. Señalan las mismas fuentes que, tras un periodo de rodaje de esta norma, la Policía Local comenzará ya a sancionar a aquellos vehículos que ocupen estas plazas. Adelanta, además, que en los próximos meses este control comenzará a ser ejercido tanto por los futuros agentes de movilidad como por los controladores de la ORA (Ordenanza de Regulación del Aparcamiento), que ampliarán sus funciones para asegurar el cumplimiento de la normativa en este apartado.

Estas nuevas atribuciones llegarán de la mano de la aprobación del proyecto de modificación de la citada ordenanza, que la Concejalía de Movilidad, Gestión Económica y Contratación espera llevar al Pleno municipal de este mes o como mucho, al de enero. A tales efectos, la propuesta definitiva ya ha sido remitida al resto de grupos políticos, los cuales serán convocados la próxima semana para su estudio. De hecho, reconocen desde el gobierno municipal que es posible que el texto sufra cambios y se enriquezca con las aportaciones del resto de fuerzas.

La nueva ordenanza, que pasará a denominarse como del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER), entrará así en funcionamiento antes de la primavera. Recuerda su propia exposición de motivos que la citada pérdida de espacio para el coche que han traído los nuevos carriles exclusivos y el número creciente de vehículos en circulación «han provocado una escasez creciente de aparcamientos en el núcleo urbano, especialmente en las zonas de servicio». Ello obliga a poner en marcha una nueva regulación que «contribuya a la promoción del comercio local y a racionalizar el estacionamiento en lugares donde no hay mucha demanda». Esta debe, asimismo, dotar de plazas de residentes aquellas zonas que por su configuración adolecen de plazas para aparcar», sin olvidar, tampoco, las necesidades de aquellos que acuden a diario a la capital por cuestiones laborales. Finalmente, el nuevo texto aspira a recoger «medidas que complementen a las nuevas zonas de bajas emisiones en los aspectos relacionados con el aparcamiento», contribuyendo a la mejora de la calidad del aire.

Todo ello ha llevado al Ayuntamiento a articular una propuesta que pasa tanto por la modificación de la zonas de estacionamiento regulado existentes actualmente, -en lo que se refiere a su extensión, distribución y destinatarios-, como por una actualización de tarifas, las cuales no se han tocado en una década. En lo que respecta a la primera cuestión, el Consistorio mantiene buena parte de las ideas que ya se encontraban en el borrador que el anterior gobierno socialista llegó a sacar a información pública y que nunca se llegó a aprobar de manera definitiva en Pleno. Entre estas se encuentra la de dividir la capital en tres áreas con características y tarificaciones distintas: un sector 'A' de 'Muy Alta Rotación', el 'B' de Alta Rotación y el 'C' de Baja Rotación.

El primero abarcará las plazas de zona azul vinculadas al centro urbano y al casco histórico comprendidas entre la plaza Circular y las inmediaciones del jardín de Floridablanca, en el barrio del Carmen. En principio, la propuesta es que el tiempo máximo de estacionamiento en esta área, que presentará los precios más caros, se fije en 90 minutos. El segundo sector, más económico, aglutinará los aparcamientos ligados a barrios residenciales de alta actividad comercial y limítrofes con la almendra central. En este caso la zona azul o de rotación tendrá un uso máximo de dos horas y media. No obstante, será en esta área donde se ubiquen las plazas de zona verde o laboral, con un tiempo de estacionamiento limitado a 5 horas por franja horaria, de mañana o tarde. También se aplicará este régimen a las nuevas áreas 'estanciales', que se emplazarán en el entorno de centros sanitarios y hospitales, como el Reina Sofía o el Morales Meseguer.

Finalmente, se traza un tercer sector aún más barato, que en principio no cuenta en estos momentos con estacionamientos regulados y cuya creación abre la puerta a la ampliación de las calles con servicio de ORA hacia zonas más periféricas como, por ejemplo, en el entorno de las avenidas Juan Carlos I y Juan de Borbón. No obstante, como fija el proyecto de norma, dichas extensiones se realizarán, en su caso, previos informes técnicos y acuerdo del órgano competente. Esta zona 'C' o 'disuasoria urbana' contará con una tarifa que podrá ser bonificada hasta un 100% para los usuarios del transporte público a través del pago mediante la aplicación municipal.

Hay que recordar, no obstante, que como ya fijaba la ordenanza actualmente en vigor, se prevé reservar en torno a la mitad de las plazas reguladas de cada sector a residentes. Como novedad, estos estacionamientos, los de la zona naranja, podrán ser utilizados para su uso por todos los conductores hasta las 18.30 horas y los sábados hasta mediodía, pagando un incremento del 20% sobre la tarifa que corresponda a la zona azul. Se considerará residentes a los vecinos empadronados en una área de influencia, en la que podrán aparcar tras pagar la tarifa correspondiente, pudiendo dar de alta en el sistema todos los vehículos de los que sean propietarios. Tendrán la misma condición los titulares de actividades mercantiles o profesionales que acrediten el domicilio de su negocio en una de estas áreas, aunque contarán con un límite de dos vehículos.

Precisan fuentes municipales que existe la intención de reordenar las plazas de zona naranja dentro de los sectores, dejándolas en las calles interiores de los barrios y llevando las de zona azul a vías principales o más exteriores, para reducir la circulación de coches por áreas residenciales. No en vano, recuerdan que, según diversos estudios, uno de cada tres vehículos que circulan por las vías del casco urbano lo hacen en busca de estacionamiento.

Por otra parte, y dentro de las excepciones incluidas en la norma, las personas con movilidad reducida podrán adquirir un tique gratuito para cualquier plaza de zona azul o verde, sin limitación horaria. También se apunta en el texto a la posibilidad de que empresas o autónomos puedan registrar sus vehículos y, abonando una tarifa específica -a través de medios digitales-, puedan estacionar hasta un máximo de 5 horas diarias en las distintas zonas, facilitando el desarrollo de su labor profesional o la prestación de un servicio a la clientela.

Un régimen distinto se aplicará a las ya mencionadas zonas de carga y descarga. Como ya se ha indicado, su inclusión dentro de esta ordenanza habilita para su control a los empleados de la Urbanizadora Municipal (Urbamusa), que es la empresa que gestiona el servicio. Su uso será gratuito para los vehículos industriales empleados para realizar labores de distribución urbana de mercancías y registrados a este efecto. Sin embargo, estos profesionales deberán obtener un tique virtual por fracciones de 15 minutos, que podrán renovar hasta el tiempo máximo fijado en la señalización vertical.

Por otro lado, hay que indicar que, durante la activación de los niveles de alerta por episodios de contaminación atmosférica, todas las tarifas se incrementarán un 50% e, incluso, se prohibirá el aparcamiento en zona verde o azul si la situación se prolonga durante más de tres días.

Finalmente, es necesario subrayar, por un lado, que se produce una actualización de las tarifas, en general al alza, aunque ello depende del sector en cuestión y del tramo horario. Por otro, se fija un régimen de sanciones que va desde los 90 euros por carecer de tique a los 20 euros para la caducidad del tiempo abonado por un periodo inferior a los 30 minutos.

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