Uno de los pocos tramos a cielo abierto de la acequia Pitarque que la Junta de Hacendados quiere hormigonar. GUILLERMO CARRIÓN / AGM

El Consistorio advierte a los Hacendados de que no pueden obrar en la acequia Pitarque

Vecinos, asociaciones conservacionistas y regantes señalan la intención de la Junta de hormigonar, hoy y sin licencia, el último tramo natural

Lunes, 5 de julio 2021, 02:14

El pasado 15 de junio, la Junta de Hacendados anunciaba al Heredamiento de la Acequia de Pitarque, en El Esparragal (Murcia), que el 5 ... de julio [hoy] iniciaría las obras de acondicionamiento del único tramo natural y a cielo abierto del histórico cauce –su existencia documentada se remonta al menos a 1450–. La intervención, decidida en el Juntamento del 18 de mayo, revolucionaba a los vecinos de la pedanía murciana y ponía en alerta a asociaciones conservacionistas como Huerta Viva. La Junta planea entubar un tramo de un centenar de metros y canalizar con hormigón el kilómetro escaso restante, enterrando definitivamente este paisaje cultural y el ecosistema natural asociado a él.

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Temerosos de que la política de hechos consumados acabe, como ha ocurrido desde 2004 en Pitarque, con ese rincón natural, el cronista oficial de El Esparragal, Juan José Navarro, advertía del valor histórico, cultural y paisajístico de esta acequia –entre el restaurante La Rana y la Vereda de Cayuelas–. Lo hacía mediante una carta al presidente de la Junta de Hacendados, Diego Frutos, a su alcalde pedáneo, Ángel Pérez, y a la Concejalía de Urbanismo y Transición Ecológica. Lo propio hizo Huerta Viva, recordando que las obras incumplían el PGOU, «ya que el proyecto debe adaptarse a la conservación del cauce como patrimonio ambiental y cultural, y solicitar la licencia municipal».

Precisamente esta última advertencia es la que marca la actual línea del gobierno local, que ha avisado por escrito a la Junta de Hacendados de que carece del permiso –que no han solicitado– para acometer unas obras que transformarán el cauce y eliminarán la vegetación de ribera existente, lo que incumple el PGOU. Para el concejal Andrés F. Guerrero, «es una prioridad proteger la huerta y hay que cumplir la legalidad». No obstante, desde Urbanismo se ofrecen a colaborar con la Junta de Hacendados siempre que el acondicionamiento de la acequia sea respetuoso con el patrimonio que suponen las acequias y permita la revegetación, la puesta en valor y la aceptación de sus márgenes como espacio público.

El organismo de regantes alega «filtraciones muy grandes» para defender la idea de encementarla

Asimismo, el subdirector de Urbanismo, Jesús López, recibió a vecinos y regantes de la zona y representantes de asociaciones conservacionistas en una reunión en la que pidieron a la administración local que haga cumplir la ley y que instara a la Junta de Hacendados a restaurar el cauce «con muro de mampostería a junta abierta para salvaguardar las arboledas existentes y la biodiversidad asociada a ellas, además del cauce».

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«El permiso no es necesario»

Desde el organismo que preside Diego Frutos justifican la necesidad de ejecutar su proyecto por «filtraciones de agua muy grandes» en ese tramo de acequia y defienden que, «según el artículo 127 de la Ley de Aguas, la Junta de Hacendados está exenta de pedir licencia» para intervenir en las acequias. Lo niegan tajantemente desde Huerta Viva, ya que ese artículo «es solo para obras de interés social».

Frutos considera que no precisan licencia para arreglar el canal y avisa de que el lunes empezarán

Desde la Junta reconocen haber recibido la semana pasada el aviso del Ayuntamiento de Murcia y aseguran que comunicaron las obras a principios de junio a Urbanismo «como debemos hacer». No obstante, admiten que, pese a ser conscientes de que para talar los árboles necesitan permiso municipal, no lo han gestionado. Sin embargo, el viernes por la tarde se trasladó hasta la zona parte de la maquinaria necesaria para ejecutar las obras y la Junta de Hacendados mantiene que hoy iniciará los trabajos de «acondicionamiento del cauce». De hecho, confían en que la sentencia del «juicio previsto para el 10 de octubre va a resolver la disputa que existe entre el Ayuntamiento y la Junta de Hacendados» sobre la potestad sobre los cauces de la huerta.

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Convocan una concentración para salvar el brazal

Si hoy la Junta de Hacendados sigue en su empeño de iniciar las obras de entubado y hormigonado de la acequia de Pitarque, como ya apuntaba el desembarco de maquinaria en El Esparragal el viernes pasado, las autoridades municipales les han advertido de que estarán vigilantes y harán cumplir la ley, como ocurrió hace poco más de un mes con la tala de una arboleda en Patiño, que tuvo que paralizar la Policía Local tras denuncias de vecinos de la zona.

Para tratar de que la paralización llegue demasiado tarde, como en otras ocasiones, regantes y vecinos de la zona, con el apoyo de asociaciones conservacionistas, han convocado para hoy, a las 11 horas y frente al restaurante La Rana de El Esparragal, una concentración 'Por unas acequias vivas' para salvar la acequia de Pitarque.

Vecinos, regantes y activistas que se oponen a las obras afirman estar «a la espera de que finalmente la Junta sea razonable y vea en estos cauces con más de 1.000 años valores y oportunidades más allá de un simple canal para transportar agua». Pero, conscientes de que hoy puede liarse la marimorena, como en otras ocasiones en Pitarque, permanecen alerta para tratar de frustar el inicio de las obras si se diera el caso.

Parte de la arboleda que podría desaparecer. GUILLERMO CARRIÓN / AGM

Una apuesta por rehabilitar la memoria de un pueblo

Lugares de ocio y de negocio; espacios para el esparcimiento lúdico y el baño a la sombra de las arboledas y para dar cabida a las labores cotidianas; fuente de vida para la flora y la fauna del entorno y seguro salvavidas para los habitantes de ese heredamiento en tiempos de avenidas. Las acequias son para sus vecinos un borbotón de recursos, una surgencia de experiencias que escriben los caminos de la memoria. «De la Huerta de Murcia y, en particular, del pueblo de El Esparragal», afirma con convicción Juan José Navarro, cronista oficial de El Esparragal. «Mi madre me mandaba, precisamente frente a La Rana, a coger arena para fregar los cubiertos. Antes se limpiaban así», recuerda y comparte una poesía escrita por su tía «Upe, diminutivo de Guadalupe; mis abuelos vivían al lado de la Pitarque».

Upe recuerda en su poema que la acequia se cruzaba «por un puente muy coqueto» y «lo primero que encontrabas/ era el pozo que tenía/ aquella agua tan clara», que sacaban para uso doméstico y, al lado, «la pila, donde se hacía la colada» y «un fregador de cañas». en el que se aprovechaba la finísima arena para la fregaza. Recuerdos de vida que han tejido un paisaje cultural con banda sonora de 'merlas'; donde han revuelto los ratones 'coloraos' y han enredado los mengues; se han movido ruedas de molino y telares, y se ha alimentado a la huerta como despensa de Europa.

«Todos estamos de acuerdo en la necesidad de arreglar unos cauces que llevan décadas de abandono y falta de mantenimiento, pero no entendemos el empeño de la Junta de Hacendados en entubar y canalizar con hormigón cuando existen alternativas mucho más respetuosas. No es incompatible el buen servicio a los regantes con la conservación y puesta en valor de ese patrimonio», proponen desde Huerta Viva.

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