El chinchín de la despedida

Tapas de finas y homogéneas lonchas de jamón, raciones vacías en las que minutos antes abundaba el arroz con conejo, y platos con restos de nachos mexicanos. Tres productos indispensables en el Festival de la Cerveza, que ayer puso su punto y final a cuatro días de fiesta y diversión. Unas jornadas que se traducen en un total de veinte paellas «para veinte personas cada una», explica Francisco Martín, dueño de la brasería A Pajera Abierta, mientras sirve a los últimos comensales sus esperados platos y prepara pinchos de vaca vieja, «que también han triunfado»; en unas trescientas raciones de nachos, a cargo de Urban Burrito; y en unos 35 jamones cortados a máquina, de Airemar.

Aperitivos que acompañaron a más de cuarenta bebidas artesanas regionales, nacionales e importadas que, después de cuatro días, se despiden de la plaza de la Merced, donde miles de murcianos asistieron al festival, organizado por 'La Verdad' con la colaboración de Héctor Pastor y el patrocinio del grupo Heineken y Ámbar.

Un encuentro en el que, entre la algarabía, los maestros cerveceros lucieron sus productos, como hizo José María Ferrer, dueño de la joven Pepita's Beear, la marca que comercializa desde hace tres meses. Con aroma «a pino de Siberia oriental», repartió unos cuatrocientos tercios. «En la Región se fabrica muy buena cerveza, es una bebida de culto, como el vino», comenta. Un éxito que también experimentó el 'zumo de cebada' de Another Planet Brewing, que distribuyó «unos 250 litros de cerveza», descubre Laurence Chambó, su fundador. De los cuatro grifos que expuso en el festival, las más demandadas fueron Jedi Force Amber y The Dark Side, variedades que presentan una graduación del 9%. La misma cantidad repartieron los hermanos Solana, dueños de Trinitaria Fábrica de Cerveza, una familiar empresa situada en el corazón de Torre Pacheco.

Asimismo, entre los sabores de Heineken, ordenados en veinte grifos, las grandes protagonistas fueron la alemana Paulaner y Affligem, de origen belga. En total, el grupo repartió unos cinco mil litros.

En el puesto de Ámbar, sorprendieron gratamente la India Pale Ale y sus elegantes botellas Ambiciosas, que «esperamos traer con nuevos aromas el año que viene», comenta ilusionado Juan Diego Iniesta Ibáñez, responsable de Ámbar en la Región, después de servir los últimos vasos.