Aprueban el plan especial que permite convertir Torre Aledo de Churra en un geriátrico

La Junta de Gobierno dio el visto bueno ayer a la aprobación inicial del proyecto de plan especial para modificar y ampliar los usos de la parcela de la pedanía de Churra donde se ubica la Casa Torre de Aledo, más conocida como la Casona de Carolina Codorníu, donde se ha proyectado la construcción de una residencia de ancianos.

Con esta actuación, el Ayuntamiento «facilita la rehabilitación y recuperación de este inmueble», una de las pocas casas señoriales tradicionales murcianas que quedan en el municipio, indicaron desde el Ayuntamiento. Torre Aledo está clasificado como bien integrante del patrimonio cultural de la Región de Murcia con la categoría de bien catalogado por su relevancia cultural. El nuevo geriátrico abarcará 6.400 metros cuadrados.

Los trabajos a realizar supondrán una inversión de 4 millones de euros, según el proyecto presentado, y el trámite de licencias ya se encuentra en marcha, manifestaron las mismas fuentes municipales.

La nueva residencia tendrá capacidad para albergar a 150 usuarios, que recibirán servicios como fisioterapia, enfermería y centro de día. Asimismo, se restaurará el Escudo del Marqués de Aledo, declarado Bien de Interés Cultural (BIC).

La Concejalía de Desarrollo Sostenible y Huerta, que dirige el edil Antonio Navarro, ha ampliado el uso de este espacio, de terciario a asistencial, a la vez que ha informado favorablemente de la viabilidad del proyecto, que deberá conservar la volumetría y composición de huecos en todas sus fachadas, no alterando los materiales y colores originales y respetando su entorno próximo de vegetación.

La superficie total de suelo sobre la que se ejecutarán las actuaciones previstas para el desarrollo del proyecto asciende a 12.000 metros cuadrados.

El inmueble, que se encuentra en la urbanización La Ladera, en Churra, y que fue propiedad en un principio del Marquesado de Aledo, no tiene uso desde que falleció su última propietaria, Carolina Condorníu Bosch, en 1985. Era hija del ingeniero de montes que repobló Sierra Espuña, Ricardo Codorníu y Stárico (1846-1923), y tía del inventor Juan de la Cierva.

Un recorrido por el inmueble permite comprobar que se encuentra casi en ruinas pese a estar protegido (con pintadas y destrozos en su interior) y que no se ha cumplido con los anunciados planes para rehabilitarlo como elemento turístico.