El paparajote ya figura en la lista de las maravillas gastronómicas

¿Alguien puede sucumbir a estas alturas a la tentación de comerse un paparajote? Parece que no, y el apoyo popular a este postre murciano, tal vez el más representativo de la cocina huertana, ha sido decisivo para que se cuele en la lista de las siete maravillas gastronómicas que ha promovido la empresa Allianz Global Assistance. La compañía organizó un concurso para encontrar los platos más representativos de la cultura española con el objetivo de preparar su candidatura a Patrimonio de la Humanidad, y los finalistas han sido, además del paparajote, las papas arrugadas, el jamón ibérico, el pulpo a la gallega, la paella valenciana, la tortilla de patata y la quesada pasiega. Han quedado fuera platos como el cocido madrileño, la fabada asturiana y el cochinillo segoviano, entre otros, por lo que muchas voces criticaban ayer los resultados en las redes sociales.

El paparajote, típico en la huerta y a veces difícil de encontrar en restaurantes, se hace con una hoja de limonero, que no se come, cubierta con una masa de harina y huevo que se fríe y espolvorea con azúcar y canela. El término ha sido aceptado por la Real Academia de la Lengua. Este año, seguramente, será aún más demandado en los huertos de la Feria.