Una ciezana dentro del corazón de la economía de República Dominicana

Antes, también en Dominicana, fue asesora de Planificación, Desarrollo y Cooperación Internacional de la Armada y de la Dirección Nacional de Control de Drogas. Además, fue encargada de la división del seguimiento de los fondos multilaterales (los que recibe el país de la ONU o la UE) del Ministerio de Economía.

Méndez llegó a ocupar un alto cargo en la Aena dominicana de la mano del actual director ejecutivo, con quien ella había trabajado ya en varios proyectos de cooperación internacional.

«Cuando le nombraron, me llamó para pedirme que lo acompañara en este proyecto que estaba iniciando, ya que necesitaba una persona de mi perfil y la verdad es que no me lo pensé. Me resultó atractivo y un nuevo reto; así que renuncié a mi trabajo en el Ministerio de Economía e inicié esta nueva experiencia, no en el área en la que me iba a desempeñar, pero sí en un nuevo sector, desconocido para mí», comenta a LA VERDAD.

Y ese nuevo trabajo consiste en diseñar e implementar las políticas, planes, programas y gestión de calidad de los aeropuertos de República Dominicana. También tiene que elaborar propuestas para la ejecución de proyectos, cambios de organización y planes anuales y estratégicos.

Pero aquí no acaba su experiencia profesional en ese país caribeño. María del Carmen Méndez ha trabajado, además, en el país caribeño para la Unión Europea como coordinadora de proyectos sobre crimen y seguridad; ha sido consultora local del Banco Iberoamericano de Desarrollo y ha estado al frente del control y gestión del Censo Nacional Agropecuario en 2015.

Entre 2002 y 2010 trabajó con Movimiento por la Paz en la Región de Murcia. Antes de eso estuvo con esa ONG primero en Cuba y después en Dominicana. «Mi carrera es fruto de un largo recorrido, en el que me han acompañado la constancia y la pasión para hacer un trabajo que me gusta y con el que disfruto». Esa vocación, añade, es la que le ha dado fuerzas para lidiar con los malos y los buenos momentos.

Tras muchos años trabajando fuera de España, María del Carmen Méndez echa de menos los trece años que vivió en Murcia, pero sobre todo añora su Cieza natal. Sin embargo, nunca se ha planteado qué hacer si le ofrecen en la Región un alto cargo como el que ocupa actualmente en la República Dominicana.

«Siempre he pensado que sería muy difícil conseguir un trabajo en Murcia que se adecue a mi trayectoria profesional», añade, para luego admitir que obviamente siente nostalgia de Cieza, su pueblo, como ella dice. Echa de menos la vida que hace cuando viene de vacaciones, pero se lo plantea así: «Vivo esa nostalgia siendo una buena embajadora de la Región de Murcia».

Y eso lo consigue hablando de su tierra con quienes no la conocen, contándoles cómo son el Bando de la Huerta, el Entierro de la Sardina, las procesiones de Cieza, los Caballos del Vino o el Carnaval de Águilas. Les habla, y mucho, de lo bien que se come en Murcia, de lo mejor de su gastronomía. «Me siento llena de orgullo cuando hablo de Cieza y de la Región», insiste.

En julio pasado, María del Carmen Méndez estuvo de visita en España, antes de las elecciones generales, y no le gustó el ambiente de crispación política que se vivía en el país. No le gustaron ni el tono ni la polarización que sintió en la calle. «Me hizo sentir un poco triste», confiesa.

Desde la distancia y atendiendo a los datos económicos que lee sobre España en la prensa, le parece que la situación es buena, porque el país tiene la inflación más baja de la zona euro; ha bajado el paro y el turismo ha superado las cifras de 2019.

Pero su mundo hoy está en República Dominicana, un país que ha experimentado una evolución meteórica del aumento del número de visitantes. Y allí es donde ella ve «un futuro muy prometedor», con un sector turístico que genera el 16% del PIB de esta nación de Centroamérica.

Y se nota cuando Méndez habla de las bondades que ofrece su tierra de acogida. Sus halagos encajan como un guante en el eslogan que emplean: «República Dominicana lo tiene todo». Allí, explica, viaja la gente a hacer turismo de sol y playa, «pero es un país con muchos recursos a nivel de ecoturismo, que merecen la pena ser conocidos. Es un país conocido por su música, el merengue y la bachata, pero con una cultura que hay que conocer y qué mejor forma que a través de su gente, los dominicanos y dominicanas, que son personas muy acogedoras y alegres».

Actualmente, ella dirige la planificación aeroportuaria en un país que tiene ocho aeródromos internacionales. tres de ellos privados. y que se prepara para construir uno nuevo en Cabo Rojo. Esta infraestructuras estará situada en Pedernales, al sur. Es el proyecto estrella del Gobierno, en una zona rodeada de parques naturales, cerca de Bahía de las Águilas, «una playa virgen impresionante».

Pero María del Carmen Méndez diferencia la gestión que debe hacerse de la demanda de pasajeros en Dominicana de la que se hace en España, porque los del país caribeño, explica, son aeropuertos de origen y destino, no de conexiones, y aún así nota que en España la gestión de pasaportes es «más optimizada».

También les queda trabajo por delante en la mejora de los propios aeródromos, a los que esta murciana da muchísima importancia porque, apunta, «son la cara del país». Y lo razona: «Es donde las personas que nos visitan viven su primera y última experiencia»