La vía verde de la discordia entre Cieza y Calasparra

El inminente desmantelamiento de las antiguas vías del tren entre Cieza y Calasparra, que dejaron de estar activas tras la entrada en funcionamiento de la variante de Camarillas en marzo del año 2019, está generando controversias en ambos municipios. La pretensión del Ayuntamiento de Cieza y la Comunidad Autónoma es construir en este trazado una vía verde para uso turístico dedicada a la floración de los frutales, cuyas obras están a punto de comenzar con un presupuesto que ronda el millón de euros. El proyecto lleva consigo la retirada de las vías en este término municipal y la interrupción de una línea ferroviaria que lleva construida desde hace 150 años.

El concejal de Turismo de Cieza, Antonio Moya, indica que «si no hay tren, nuestra apuesta es la de la nueva vía verde». Sin embargo, en Calasparra, su ayuntamiento ha decidido no retirar los raíles en su territorio. Una medida que de poco parece que le servirá si finalmente se eliminan los de Cieza, puesto que con esta actuación se verá truncada la idea a la que aspiraban los municipios del Noroeste de permanecer unidos por ferrocarril con un cercanías entre Calasparra y Cieza.

El Grupo Municipal de Ciudadanos elevó al Pleno ciezano una moción para evitar que Adif «elimine una infraestructura con 150 años de existencia, impidiendo además la posibilidad del darle un nuevo uso tal y como han hecho desde el Ayuntamiento de Hellín», denunció la edil naranja Mónica García.

La concejala mostró su perplejidad «por el cambio de rumbo del equipo de gobierno de Cieza, ya que en noviembre de 2020 se opuso a la construcción de una vía verde sobre el actual trazado ferroviario, argumentando entonces, en palabras del concejal de Turismo, que tanto el alcalde de Cieza como el de Calasparra se reunieron con el delegado del Gobierno para recuperar el uso de esta infraestructura como un tren de cercanías». Sin embargo, sostiene, «lejos de lo esperado, y a la mínima oportunidad, los socialistas han firmado un convenio que pasa, obligatoriamente, por el desmantelamiento de las vías».

Además, y según Ciudadanos, el desmantelamiento de la vías «supone un incumplimiento del Pacto Regional por las Infraestructuras del Transporte, que establece en uno de sus epígrafes 'reforzar los servicios de Media Distancia hacia Cieza-Calasparra-Hellín-Albacete, aprovechando la línea existente para dar cohesión territorial y para vertebrar la movilidad a lo largo de su recorrido mediante el establecimiento de servicios de transporte ferroviario de viajeros que permita configurarse como una alternativa al vehículo privado', documento que fue aprobado hace pocas semanas, y cuya vida útil ya ha finalizado atendiendo a estos hechos», incidió la edil.

La oposición en el Ayuntamiento de Calasparra considera que, tanto el cierre de la estación de ferrocarril de la localidad como el inminente desmantelamiento de las vías «suponen una importantísima pérdida del transporte público para Calasparra, para la comarca del Noroeste y para el arco geográfico que abarca desde la Sierra de María hasta las estribaciones de la Sierra de Segura». Hace hincapié en que «sus habitantes utilizaban habitualmente para sus viajes la estación de ferrocarril ya cerrada a cal y canto».

Para Alonso Torrente, edil de Calasparra Viva, esta realidad «evidencia la constante mentira en la que se sumerge el actual delegado del Gobierno y exalcalde Pepe Vélez, quien prometió públicamente que nunca se cerraría la estación ni se quitarían traviesas y raíles».

Para el portavoz independiente, «el hecho supone una verdadera traición hacia su pueblo». Desde el equipo de gobierno calasparreño indicaron a LA VERDAD que su apuesta es «la creación una vía verde mixta para que a medio o largo plazo se ponga en marcha un tren de cercanías hasta Cieza».

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