El CES constata la resistencia al avance de la inteligencia artificial en el tejido empresarial de la Región de Murcia

La Región de Murcia es una de las comunidades autónomas de España con un menor grado de implantación de la inteligencia artificial en el tejido empresarial. Concretamente, el porcentaje de uso de estas nuevas tecnologías por parte de las empresas murcianas es del 6,6%, tres puntos por debajo de la media de España (9,5%), la quinta por la cola y muy lejos de territorios como Madrid y Cataluña, los más avanzados en el empleo de estas aplicaciones (12,8% y 11,9%, respectivamente).Así lo constata el estudio 'Situación actual e impacto de la inteligencia artificial en la Región de Murcia' realizado por el Consejo Económico y Social (CESRM), dirigido por los profesores de la Facultad de Economía de la UMU María López Martínez y José Carlos Sánchez de la Vega y presentado en la mañana de este miércoles en Murcia, con presencia del presidente de este órgano consultivo, José Antonio Cobacho.

El informe señala, además, que esta baja penetración de esta nueva tecnología en la Región tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Así, si por un lado la Región se muestra como uno de los territorios con riesgo más bajo de que la IA destruya empleos, por la propia estructura de su sistema productivo, también vería lastradas las grandes posibilidades que ofrece para el desarrollo económico y social.

Los autores no hacen una estimación de posibles puestos de trabajo destruidos (que otros estudios cifran en 14.000 durante la próxima década), sino que divide el empleo en tres categorías en relación a la IA: 'Alta exposición, alta complementariedad', 'Alta exposición, baja complementariedad' y 'Baja exposición'. De estos, el segundo grupo sería el más amenazado. En el caso de la Región de Murcia, la estructura del mercado laboral hace que se encuentre por debajo de la media en las dos primeras categorías, y por encima en la tercera, «lo que se interpreta como un nivel de riesgo bajo tanto para la pérdida de empleos como para el aprovechamiento de la IA» para el crecimiento económico.

Entre los puestos de trabajo más amenazados, serían los de directivos y gerentes de pequeñas y medianas empresas, así como los «técnicos y profesionales científicos e intelectuales». Por el lado contrario, se observa menos riesgo en empleos como operadores de instalaciones o maquinaria, trabajadores cualificados en los sectores agrícola, ganadero, forestal y pesquero, así como artesanos y trabajadores de industrias manufactureras y construcción y empleados de servicios de restauración. «Tu empleo estará amenazado si la IA hace más rápido que tú tus tareas», resumió el profesor de Economía Aplicada José Carlos Sánchez de la Vega.

El estudio del CESRM indica que el sector económico en el que mayor implantación tiene actualmente la IA es la industria, siendo la tecnología utilizada con mayor frecuencia aquella que permite identificar objetos o personas en función de imágenes o vídeos (39,9%), seguida de la que convierte el lenguaje hablado en formato legible por una máquina (38,2%). Por contra, las que menos se emplean son las que permiten el movimiento físico de máquinas (17,3%) y las que analizan el lenguaje escrito (19,5%).

Por otro lado, el uso que más se suele dar a estas aplicaciones de IA está relacionado con los procesos de producción y la organización de procesos administrativos. Se emplea menos para cuestiones de marketing o ventas, muy por debajo de la media de España.

En el lado contrario, la construcción es el sector donde menos se emplea la inteligencia artificial. No hay datos del sector agroalimentario, donde los autores destacan que la IA ofrece grandes posibilidades en el campo de la sostenibilidad, con una mayor optimización de un recurso escaso en esta tierra como el agua. El uso de la IA en el sector Servicios tampoco es elevado, aunque se encuentra en valores promedio con el conjunto estatal.

Entre los factores que dificultan la implementación de la IA en las empresas de la Región, el informe del CESRM apunta, entre otros, la falta de mano de obra cualificada, la resistencia cultural, los elevados costes, la falta de liderazgo por parte de las administraciones.

En ese sentido, una de las propuestas que realiza el órgano consultivo es que el Gobierno de la Región de Murcia elabore una estrategia autonómica de inteligencia artificial, de la que actualmente carece y sí tienen Madrid, Andalucía o Aragón. Asimismo, se propone el establecimiento de mayores sinergias entre los sectores público y privado, así como que se lleven a cabo acciones divulgativas sobre las ventajas de la tecnología para vencer las reticencias de los empresarios murcianos y de la mayor parte de la población.

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