Cerca de medio centenar de embarcaciones y motos acuáticas denunciadas este verano en el litoral murciano

El Servicio Marítimo de la Guardia Civil, dentro de las competencias asignadas como policía marítima, ha culminado con la operación 'Verano 2024' en la costa de la Región de Murcia con la realización de 170 inspecciones a embarcaciones y motos acuáticas, en las que se detectó cerca de medio centenar de infracciones administrativas por incumplir la normativa vigente en esta materia, que fueron denunciadas a las autoridades competentes. Además, también se efectuaron cinco auxilios a personas y barcos.

Desde el pasado 1 de julio y hasta la fecha, la Guardia Civil de la Región de Murcia desarrolló esta operación, establecida con motivo de la intensificación del turismo en la época estival, y que recoge una serie de medidas específicas que tienen por finalidad dar una respuesta policial eficiente.

En específico, el Servicio Marítimo de la Benemérita, como policía marítima, orientó sus actuaciones a la prevención y vigilancia de la actividad náutica en las costas de la Región de Murcia, lo que permitió llevar a cabo un total de 170 inspecciones, 48 denuncias y cinco auxilios.

La mayoría de actuaciones se desarrollaron en relación al control de motos acuáticas, siendo inspeccionadas un centenar, de las que 20 fueron denunciadas, siendo la infracción más común la de carecer de seguro obligatorio en vigor, seguido de carecer de certificado características de moto náutica y, en tercer lugar, la de carecer del preceptivo título.

Respecto a embarcaciones de recreo, la Guardia Civil inspeccionó un total de 70, tramitando 28 denuncias por distintas infracciones administrativas, entre las que destacan la carencia del certificado de navegabilidad de la embarcación, del seguro obligatorio y del título para gobernar la embarcación.

Respecto a los auxilios prestados a personas y embarcaciones, cabe destacar el desarrollado el día 17 de julio, cuando los tripulantes de una embarcación se vieron en serias dificultades después de perder el sistema de propulsión de la nave, cuando navegaban entre Bolnuevo y Mazarrón.

El viento dirigía la embarcación hacia las rocas, por lo que la rápida intervención de la patrullera del Servicio Marítimo, permitió ponerlos a salvo, remolcando la embarcación a puerto sin tener que lamentar daños personales.

El «fenómeno de la inmigración irregular, la participación en operaciones internacionales, el control de la actividad pesquera en alta mar o la creciente demanda de apoyos a otras unidades del Cuerpo para realizar intervenciones policiales en aguas internacionales relacionadas contra el tráfico de drogas», aconsejaron la adquisición de nuevas embarcaciones de mayores capacidades operativas, adecuadas para el desempeño de funciones humanitarias y policiales en puntos alejados de las aguas de soberanía nacional.

De esta forma, en el año 2007 se pusieron en servicio los primeros buques oceánicos, con las características estructurales y los medios tecnológicos necesarios para afrontar navegaciones en alta mar durante largos periodos de tiempo.

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