Catorce arrestados y 41.000 cajetillas de tabaco incautadas en un gran golpe policial

Catorce detenidos, más de 41.000 cajetillas de tabaco intervenidas y 1.500 kilos de picadura de tabaco decomisados es el balance provisional de un importante golpe policial que acaban de asestar la Agencia Tributaria, la Policía Nacional y la Guardia Civil a una gran organización dedicada al contrabando de tabaco y que operaba, entre otras zonas, desde una nave industrial de Blanca.

La explotación de la operación tuvo lugar el pasado viernes, cuando agentes de la Guardia Civil de Cieza irrumpieron en las instalaciones de una empresa, ubicada en el polígono industrial de Blanca, y sorprendieron a catorce presuntos integrantes de la organización criminal en el momento en que manipulaban una gran cantidad de tabaco de contrabando. Una vez inmovilizados los sospechosos, los investigadores realizaron una minuciosa inspección del lugar y contabilizaron 41.840 cajetillas de tabaco que en apariencia estaba siendo comercializado en España fuera de los circuitos legales y, por lo tanto, eludiendo la obligación de pagar impuestos.

Asimismo, descubrieron más de una tonelada y media de picadura de tabaco, también de origen presumiblemente ilegal, y diversa maquinaria y vehículos utilizados para trabajar con ese material y para transportarlo a otras comunidades.

Fuentes próximas al caso confirmaron a LA VERDAD que esta intervención está inmersa en una operación de un alcance mucho mayor, de ámbito nacional, pues la red delictiva investigada tiene ramificaciones por otras regiones españolas y todo apunta a que, en los últimos días, se han precipitado otras detenciones a raíz del golpe asestado en Blanca.

Las mismas fuentes indicaron que este golpe contra el contrabando de tabaco puede convertirse en uno de los más relevantes que se han asestado en España en los últimos años, y ello a pesar de que han sido muchas y muy relevantes las operaciones en esta materia que se han vienen desarrollando desde hace décadas.

Uno de los datos que demuestra la trascendencia de la intervención policial es el hecho de que vengan trabajando conjuntamente las tres fuerzas de seguridad más relevantes del Estado: Guardia Civil, Policía Nacional y Vigilancia Aduanera, un cuerpo de funcionarios dependiente de la Agencia Tributaria.

Desde hace décadas, el contrabando de tabaco ha constituido uno de los principales quebraderos de cabeza para el fisco español y, muy especialmente, para el sector tabacalero, debido al elevadísimo fraude fiscal que se comete con la comercialización de esos productos fuera de los circuitos legales y, con ello, la competencia desleal que supone.

La elevada rentabilidad que ofrece el contrabando de tabaco, sumado a la creencia de que se trata de una actividad ilícita, pero con menos reproche social y, sobre todo, menos perseguida y castigada que el tráfico de sustancias estupefacientes como el hachís, la cocaína o la heroína, está llevando a algunas grandes organizaciones de narcotraficantes a reconvertirse al comercio ilícito de cajetillas de tabaco o de picadura.

Esta circunstancia ha motivado, desde hace años, que se vengan registrando importantes incautaciones de picadura de tabaco en operaciones policiales en la Región –Cieza (3.700 kilos), Torre Pacheco (2.000 kilos), Lorquí (1.200), Jumilla (300), Lorca, Águilas, Mazarrón y Puerto Lumbreras (200 kilos)...–, en algunas ocasiones procedente de China. Sin embargo, la mayor parte de la producción suele ser interna, pues algunas regiones albergan importantes plantaciones.