El Rosell de Cartagena deja de operar en agosto pese a que la espera quirúrgica supera ya los tres meses

Todo ello ocurre pese a que las esperas para entrar a un quirófano del Área de Salud II de Cartagena, donde también están incluidos los vecinos de Mazarrón, Fuente Álamo y La Unión, continúan subiendo. Según los últimos datos publicados en la página web del Servicio Murciano de Salud (SMS), un paciente aguarda 95 días de media para ser operado, cuando hace un año era de 89. La media regional se situó en 91, según las mismas fuentes.

Los que más esperaban a junio de este año, para entrar al quirófano eran los pacientes de Cirugía Plástica y Reparadora, que lo hacían 129,6 días. Le seguían los de Traumatología, con 121; los de Dermatología, con 108; los de Cirugía Maxilofacial, con 101; los de Ginecología, con 85 días; y los de Oftalmología, con 84. Setenta y seis días aguardaban los de Cirugía Pediátrica, 62 los de Urología, 55 los de Cirugía General y Digestiva; 51 los de Otorrinolaringología y 22 los de Angiología y Cirugía Vascular. Los que no esperaban seguían siendo los de Cirugía Cardíaca, Torácica y Neurocirugía, según los datos publicados por el SMS.

En esta lista hay 6.340 personas, trescientas menos que en junio del pasado año. Lo más preocupante es que había 1.423 personas que superaban los tiempos máximos de espera fijados por el propio Gobierno regional (150 días). Son 233 más que en junio de 2023, según la misma fuente consultada.

En el caso de necesitar ver a un especialista por primera vez, los pacientes de Cartagena tenían que aguardar una media de 56 días, mientras que en junio de 2023, lo hacían 66. Los que más lo hacían eran los de Neumología, con 112 días, seguidos de los de Reumatología, con 105 y los de Dermatología, con 88. Estos datos demuestran que después del parón de la pandemia, las consultas externas siguen llenas pese a la puesta en marcha de las interconsultas no presenciales.

En este caso hay 14.115 pacientes en lista de espera –cuatrocientos más que en junio– de los que 8.178 permanecían más de 50 días, que es el plazo máximo fijado en el decreto de garantías aprobado en su día por el Gobierno regional. El problema aquí es que había otros 3.124 que no tenían aún una fecha asignada. El resto esperaba menos de 50 días.

En cuanto a las pruebas de diagnóstico, también se ve una subida de seis días con respecto a junio. Lo que más demora acumulaba eran gastroscopias digestivas, colonoscopias y ergometrías o, lo que es lo mismo, una prueba de esfuerzo. Aquí hay 12.819 personas esperando, 853 menos que en junio de 2023. De ellos 7.017 no tienen día asignado aún y 4.036 superan los 30 días, según los datos del SMS consultados por este periódico.

Tras el desembolso realizado el pasado año por parte de la Comunidad Autónoma de diez millones de euros para reformar los 25 quirófanos de los dos hospitales, la intención es que el número de intervenciones en esas salas aumente un 10% este año. Los primeros resultados podrán verse en diciembre.

El objetivo marcado por la gerencia del Área de Salud II es llegar a finales de este año a las 20.000 operaciones y reducir así la espera de los pacientes y, de paso, sus quejas. Estas cifras supondrán intervenir a cerca de 1.500 pacientes –en horario de mañana y de tarde–, más que en 2023, cuando los cirujanos realizaron 17.808 cirugías. De ellas, 7.298 fueron en el hospital del Santa María del Rosell y 7.784, en el hospital General Universitario Santa Lucía. Entre ellas destacan las 2.726 urgencias quirúrgicas atendidas.

La Consejería de Salud, dirigida por Juan José Pedreño, asume que la reorganización del servicio que da cobertura a los quirófanos del hospital Santa María del Rosell se ha visto condicionada este año por «la falta de médicos, lo que ha obligado a concentrar la actividad en un centro», en el Santa Lucía. Una fuente autorizada aclaró que es una medida habitual en periodo estival y otras temporadas de vacaciones «para poder garantizar los periodos de descanso y permisos del personal».

De hecho, esta misma decisión fue tomada en Semana Santa, cuando durante diecisiete días, las salas de operaciones del centro hospitalario del Paseo Alfonso XIII también dejaron de funcionar, por la misma causa. Fuentes de la Consejería aseguraron a LA VERDAD que la actividad se retomará en dos semanas. Además, indicaron que «la asistencia sanitaria y específicamente la quirúrgica está plenamente garantizada».

La medida adoptada fue criticada directamente por la Federación de Asociaciones de Vecinos de Cartagena. El vocal de Sanidad de este colectivo, Julián Víctor del Pozo, explicó que se trata de una «mala gestión de los recursos humanos que se tienen, por no contratar a los facultativos necesarios para que funcionen todos los servicios». A su juicio es una «dejación de funciones», que supone «un desastre para los derechos de los ciudadanos».

También dejó claro que esta medida de cerrar quirófanos provocará un éxodo obligado hacia las clínicas privadas, «donde solo están para ganar dinero», opinó. Cree que es una «falsedad» que falten médicos, porque a su juicio, en cuestiones de sanidad «cueste lo que cueste hay que tener el número de facultativos que sea preciso». Por último, añadió, que se trata de un tipo de situación que «irá a peor», porque en el Área de Salud II «cada vez se conciertan más servicios», algo dijo, «inadmisible».