Recaudación abre el 1 de junio para asegurar el cobro del IBI en Cartagena

Las dependencias del Organismo de Gestión y Recaudación del Ayuntamiento reabrirán al publico el 1 de junio, en el edificio administrativo de la calle San Miguel. Es el primer día de los dos meses y cinco días de plazo que habrá para pagar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), del que depende el ingreso de 67 millones de euros, casi un tercio del Presupuesto Municipal. De ahí que sus responsables preparen ya el operativo para que los contribuyentes gocen de la máxima seguridad y que la crisis sanitaria no dé lugar a una morosidad inesperada.

Parte de la ciudadanía tiene el impuesto domiciliado o paga por internet. Además, el Ayuntamiento utiliza el listado de los contribuyentes para girar los recibos y que no sea necesario pasar por sus oficinas. Sin embargo, todos los años hay que contar con cambios de titularidad de los bienes y de las cuentas bancarias de cobro, con posibles errores en el censo inmobiliario del que dispone el Ayuntamiento y con otros imponderables. Además, puede haber extravíos de recibos, que es necesario solucionar. La clave es impedir impagos.

La crisis sanitaria y el confinamiento añaden un factor adicional de incertidumbre que el Ayuntamiento quiere despejar. Por eso, la apertura tendrá lugar con el horario habitual, de 9 a 14 horas y de lunes a viernes, pero estará acompañada de excepcionales medidas de seguridad. Habrá un aforo controlado y también una redistribución de la plantilla del organismo para que el 5 de agosto la recaudación se acerque lo más posible al tope previsto.

Los contribuyentes madrugadores que acudan el día 1 de junio a Recaudación se encontrarán en la entrada con un arco especial que toma la temperatura corporal automáticamente. Quien tenga fiebre hará sonar la alerta y no podrá entrar.

Además, será necesaria la mascarilla y la entrada tendrá que ser autorizada por las personas que se encuentren en el mostrador de información al contribuyente, donde se darán los números de orden para ser atendidos. Los puestos de atención a los ciudadanos serán recolocados de forma que quede garantizada la distancia de dos metros entre empleados y contribuyentes. Asimismo, habrá mamparas de separación entre todos ellos.

Además, el Ayuntamiento ha tomado una precaución respecto al número de trabajadores que acudirán a las oficinas. Solo la mitad de la plantilla estará en la oficina. El resto trabajará desde casa. El motivo es que la aparición de cualquier caso sospechoso, al que se le haga el test y dé positivo, supone inmediatamente decretar la cuarentena para sus compañeros de dependencias. Y una circunstancia como esa no puede hacer que se pare el proceso, en plana campaña de recaudación del tributo más importante del año.

El objetivo de todas estas medidas de seguridad es cumplir con las expectativas de aumento de un 3% en la recaudación del impuesto. El motivo de este incremento, tanto en bienes de categoría urbana y rústica como en los de categoría especial, es decir grandes empresas, es la actualización de los valores catastrales.

Sin aumentar el tipo impositivo, el Ayuntamiento se asegura casi dos millones de euros más de ingresos que el año pasado, gracias a que eliminó una cláusula que estaba en funcionamiento desde 2017 y que comprometía a las arcas municipales a salvar al contribuyente de cualquier fluctuación de este tipo. La Intervención Municipal manifestó sus dudas respecto a su legalidad y aconsejó eliminarla. La concejal de Hacienda, Esperanza Nieto, atendió el consejo y eso ha permitido aprovechar la subida del 3% del catastro el año pasado. De ese incremento de fondos para llevar a buen término sus planes de reactivación económica con los que espera cerrar el ejercicio.

Nieto espera que este escenario se cumpla, gracias a las medidas de seguridad previstas. También que los ciudadanos cumplan con las reglas de seguridad y salud.