El Ayuntamiento de Cartagena saca adelante las ordenanzas fiscales, con el rotundo rechazo de la oposición
El primer Pleno de después de las vacaciones trae nuevas confrontaciones entre los grupos, entre otros motivos por la bonificación a Repsol del 55% del ICIO y la limpieza de los terrenos de Zinsa
El primer Pleno municipal después de las vacaciones veraniegas trajo este jueves nuevos enfrentamientos entre el equipo de gobierno local y la oposición. Esta vez a cuenta de tres temas candentes y de suma importancia para los vecinos: la modificación de las ordenanzas fiscales de impuestos y tasas municipales para la dinamización de la economía del municipio, la bonificación a Repsol del 55% del ICIO y la limpieza de los terrenos de la empresa Española del Zinc (Zinsa), en Torreciega. La primera salió adelante de forma «definitiva», como estaba previsto, con los votos a favor del Gobierno local, formado por los diez concejales del PP y los cuatro de Vox, pero con la rotunda negativa y críticas de los grupos de la oposición MC, PSOE y Sí Cartagena.
Los tres coincidieron en que las ordenanzas fiscales suben los impuestos a los cartageneros, son «continuistas» y siguen una política «errática». Sin embargo, el concejal Educación y Hacienda, Nacho Jáudenes, cerró el turno de intervenciones asegurando que sus ordenanzas son «buenas para todos los cartageneros» y que reducen los impuestos a los vecinos.
Entre otras cuestiones, la modificación de la ordenanza incluye que los nuevos negocios tengan 'tasa cero' para la apertura o traspaso de locales. Además, también habrá un 95% de bonificación del Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO) a las empresas que elijan el municipio para instalarse.
Obras de accesibilidad
Además, eleva al 30% la bonificación del ICIO para las pymes y autónomos que aumenten sus plantillas. E introduce una bonificación del 25% a los hoteles de costa en el Impuesto de Bienes Inmuebles para favorecer la desestacionalización turística. Y prevé las deducciones del 90% para obras de accesibilidad y de aprovechamiento térmico o eléctrico. Otra de las medidas previstas es la ampliación de la bonificación al 92% de las plusvalías 'mortis causa', o impuesto sobre la muerte.
El segundo enfrentamiento de la sesión llegó con la propuesta del Gobierno local para declarar de especial interés municipal para Cartagena la nueva planta de biocombustibles avanzados levantada por Repsol en su refinería de Cartagena, lo que conlleva una bonificación a la empresa del 55% en el impuesto sobre Instalaciones, Construcciones y Obras. Eso supone que el Ayuntamiento dejará de ingresar 3,6 millones de euros. Esta bonificación fue rechazada por el Pleno el pasado mes de enero y recurrida por Repsol al no haberle dado el trámite de audiencia. El Ayuntamiento, en cumplimiento de la resolución del Consejo Económico, requirió a la multinacional la documentación que acreditara el beneficio social de su inversión, que fue verificada por el organismo de gestión tributaria, la inspección y la intervención municipales.
En segunda vuelta
La oposición mostró su sorpresa porque dijo no entender por qué si no cumplía los requisitos establecidos en la ordenanza en enero ahora sí. A juicio del portavoz de MC, Jesús Giménez, «en segunda vuelta se le perdona una dinero que tarde o temprano saldrá del bolsillo de todos los cartageneros». Criticó que mientras a Repsol se le bonifica un 55% de ese impuesto, al resto de las pequeñas y medianas empresa solo un 30%.
En opinión del concejal del PSOE Pedro Contreras, «ahora no procede la revisión», y dijo que el Gobierno local debió oponerse a ello. «No se puede vaciar los bolsillos de los vecinos de Cartagena y llenar los de las grandes empresas, porque con esos 3,6 millones se podrían haber hecho muchas cosas, como haber arreglado la estación de autobuses, haber hecho campos de fútbol y eliminar el amianto de las cubiertas de colegios, entre otras muchas», dijo.
Ana Belén Castejón, de Sí Cartagena, calificó esta decisión de «poco seria», ya que se trata de un expediente que data de 2021 y en el que los grupos municipales han seguido las recomendaciones de los técnicos municipales para denegar la bonificación.
El concejal portavoz, Ignacio Jáudenes, recordó que nadie de la oposición mencionó el último informe de la Intervención Municipal, que «considera suficientemente acreditado que Repsol cumple con los requisitos para conseguir la bonificación». Y añadió que se trata de una medida que está dentro de la ordenanza, «la misma que nadie de la oposición ha pedido su modificación».
Sellado de las balsas
La confrontación continuó con la moción presentada de forma conjunta por MC y PSOE para que Ayuntamiento y Comunidad exijan a la empresa Cartagena Parque sellar «de inmediato» las balsas ubicadas en los terrenos de la antigua Zinsa, en cumplimiento del auto del Juzgado de Instrucción 5 de Cartagena de 20 de agosto de 2024. Esta fue rechazada por el Gobierno en bloque, no «porque no queramos que se descontaminen los terrenos» sino porque es «algo que ya hemos solicitados en varias ocasiones», dijo la alcaldesa, Noelia Arroyo. A la sesión plenaria acudieron varios representantes de la Plataforma de Suelos Contaminados.
Antes del inicio de la presentación de las mociones fueron leídas dos declaraciones institucionales firmadas por toda la Corporación municipal. Una, para pedir la ampliación del número de aulas abiertas y que haya en todas las demarcaciones de Cartagena, para mejorar la atención de alumnos con problemas de aprendizaje. La segunda, para rechazar la instalación de una granja de acuicultura en la bahía de Mazarrón, frente a las costas de Isla Plana y La Azohía.
La división en MC queda al descubierto en el Pleno al romper la disciplina de voto María Dolores Ruiz
El Grupo Municipal MC y su aún concejal María Dolores Ruiz escenificaron este jueves su ruptura en el Pleno municipal a las claras. La edil rompió en varias ocasiones la disciplina de voto, para demostrar al que aún es su propio partido que va por libre, pero, sobre todo, su malestar por el expediente disciplinario abierto en junio, que podría culminar con su expulsión del grupo. La primera muestra fue con la moción presentada por ella sobre la actualización de la ordenanza para prohibir la reserva de espacios por parte de los veraneantes que instalan sus sombrillas y sillas en la playa a primera hora del día. El resto de compañeros de partido se abstuvieron, como Sí Cartagena. PSOE votó a favor y el Gobierno local en contra.
Con la siguiente ocurrió al contrario. Fue presentada por Enrique Pérez Abellán sobre la mejora de varias carreteras para garantizar la seguridad vial. María Dolores Ruiz se abstuvo y el resto de miembros de MC la aprobaron. Conforme avanzaba el Pleno más palpable dejaron ambas partes su ruptura total. Con la moción presentada por el portavoz Jesús Giménez sobre la necesidad de solicitar un informe a la Oficina Nacional de Evaluación (ONE) del Ministerio de Hacienda sobre la naturaleza de contrato de servicios energéticos, la edil votó en contra, como el Gobierno local y sus aún compañeros, como era lógico, a favor.
También hubo una cuarta. En la presentada por el concejal Juan José López sobre la colocación de una escultura de gran formato de Aníbal y Suru, Ruiz se abstuvo y resto votó a favor. Esta situación también se vio en otras mociones presentadas por otros grupos municipales. Ante esto, según fuentes de toda solvencia de MC, este grupo municipal «valorará la actuación de la señora Ruiz», porque habrá que tomar medidas.
Por su parte, la concejal aseguró a LA VERDAD que no vota de esa forma por venganza sino por conciencia y por el bien de Cartagena. «No estoy aquí para pelear con ellos, sino para defender los intereses de este municipio. No voy a perder el camino y no van a conseguir amedrentarme. No me van esos rollos», sentenció.
