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Responsables de Navantia y de la Armada, ante el submarino 'Isaac Peral', en el astillero de Cartagena. J. M. RODRÍGUEZ / AGM

Navantia completa el casco del primer S-80 y empezará las pruebas de mar en octubre

El astillero unirá a partir de ahora los sistemas e instalará las baterías del submarino para cumplir el plazo de entrega a la Armada en el año 2022

Antonio López

Cartagena

Miércoles, 18 de diciembre 2019, 14:38

El astillero de Navantia en Cartagena ha alcanzado estos días uno de los hitos que pasarán a los anales de su larga historia. La finalización del casco resistente del primero de los submarinos de la clase S-80 ha puesto rumbo hacia la última fase de este proyecto, que dará comienzo en octubre con la puesta a flote del buque y el inicio de las pruebas, primero en el puerto y después en mar abierto. Trabajadores, directivos y representantes del Ministerio de Defensa y de la Armada lo celebraron ayer en un acto donde dieron a conocer al mundo los resultados de «uno de los retos más importantes a los que se puede enfrentar la ingeniería actual», aseguró el director del astillero, Agustín Álvarez.

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Tras unir en los últimos dos años las secciones uno, dos, tres y cuatro, de forma progresiva y conforme se iban equipando, a principios de este mes se dio paso a la maniobra más importante: cerrar el casco resistente y convertirlo en un buque completo. Previamente, se llevó a cabo el embarque de todos los módulos principales. El siguiente paso es la finalización de los trabajos de armamento y el comienzo de la etapa de pruebas en el mar, que comenzará dentro de diez meses, según indicó Álvarez.

Los datos

  • 3.841 millones de euros es en lo que está presupuestando el proyecto de construcción de los cuatro buques.

  • 1.706 millones de euros fue el incremento realizado para solucionar los problemas de flotabilidad.

  • 2027 es el año en que se entregará el último de los sumbarinos encargados por la Armada.

  • 2.000 obreros, 800 de ellos del astillero, se encargan de acometer los trabajos

«Es la primera vez que se llega tan lejos con un diseño y una construcción eminentemente nacional. Son muy pocos los países capaces de ello y España entrará a formar parte de este selecto club en breve», añadió Álvarez. Entre ellos están Estados Unidos, China y Rusia.

A partir de ahora y hasta el momento de la puesta a flote, los trabajadores de la constructora naval se encargarán de la puesta en tensión, en la que el submarino empieza a recibir corriente en sus cuadros principales. Tras ello, serán embarcadas e instaladas las baterías, con las que la nave tendrá la capacidad de ser autónomo en la generación de energía.

Al muelle de armamento

Por último, el submarino será desplazado al muelle de armamento, para comprobar que todo funciona correctamente. Las pruebas se alargarán durante un año, aproximadamente, para que en julio de 2021 el buque se enfrente a los exámenes más importante en mar abierto. Si todo sale como se espera, el S-81 'Isaac Peral' podrá ser entregado en julio de 2022, dos meses antes de lo dispuesto el pasado año.

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Será con siete años de retraso, según la primera fecha dada por parte del astillero. Las demoras en la construcción y los fallos de flotabilidad en 2013 obligaron a replantearse el programa y a rediseñar el proyecto. La solución técnica elegida fue alargar la nave y, con esa mayor longitud, evitar que se hunda.

Al acto en el astillero de Cartagena asistieron el subdirector general de Programas de la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) del Ministerio de Defensa, el general Salvador Álvarez; el almirante Jefe del Arsenal de Cartagena, vicealmirante Aniceto Rosique Nieto; y el Jefe de Programa S-80, Javier del Corral, entre otros. Durante el acto pudieron conocer el avance de la construcción tanto del submarino S-81 como del S-82, situados en las gradas número 1 y 2 de la nave de armamento de submarinos. Los otros dos están aún en fase de finalización de las secciones.

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Las frases

  • Agustín Álvarez. Director de Navantia «Es la primera vez que se llega tan lejos con un diseño y construcción eminentemente nacional»

  • Salvador Álvarez. Subdirector general de DGAM «El éxito de este programa posiciona a Navantia en primera línea y abre la puerta a la exportación»

  • Gonzalo Mateo. Director de Negocio de Navantia «Obtenemos el fruto de la confianza, del trabajo y de la tenacidad de todo el equipo de esta empresa»

Este proyecto tenía un techo de gasto inicial de 2.135 millones de euros, que finalmente se elevó en otros 1.706 millones (27 de julio de 2018), situándose el total en 3.841 millones. De hacer realidad este proyecto se encargan casi dos mil obreros, 800 de la propia plantilla del astillero y el resto, de empresas auxiliares.

El calendario concreto de entrega de los cuatro nuevos submarinos es el siguiente: julio de 2022, mayo de 2024, marzo de 2026 y julio de 2027. Los nombres de los otros tres sumergibles son: 'Narciso Monturiol' (S-82), 'Cosme García' (S-83) y 'Mateo García de los Reyes' (S-84). Estos relevarán a los actuales, 'Galerna' (S-71), 'Mistral' (S-73) y 'Tramontana' (S-74), que alcanzarán los 40 años de servicio al final de su vida útil después de las obras de revisión a las que van a ser sometidos en los próximos años. El 'Siroco' (S-72) fue dado de baja en 2012.

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En los últimos tres casos, los tiempos de pruebas se irán acortando. El que más necesitará será el primero, el 'Isaac Peral', el prototipo del nuevo proyecto modificado en 2013.

Dos mil trabajadores, muchos de ellos de la industria auxiliar, participan en la obra

Mientras, el programa español de submarinos S-80 comienza a entrar en las pujas internacionales, según indicó la dirección. El astillero público de Cartagena es, a día de hoy, uno de los pocos del mundo con capacidad para fabricar submarinos militares. Varios países ya se han interesado en los buques, entre ellos Holanda e India.

Interés internacional

Para el subdirector general de Programas de la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) del Ministerio de Defensa, el programa del arma submarina supone «uno de los mayores retos tecnológicos jamás afrontado por la industria española de defensa». Álvarez reconoció que aunque pasó por «episodios duros de no viabilidad», ahora se inicia una nueva singladura que deja atrás «negros nubarrones». Y añadió: «El éxito de este programa posiciona a Navantia en primera línea de la construcción de submarinos convencionales oceánicos y abrirá la puerta a la exportación de esta tecnología».

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En la ceremonia también estuvo el director de Operaciones de Negocio de Navantia, Gonzalo Mateo. En su discurso dijo que este proyecto «es el fruto de la confianza, de la creencia, del trabajo, del esfuerzo y de la tenacidad de todos los trabajadores que forman parte del astillero.

Los obreros comienzan a equipar las cinco secciones del segundo sumergible

Mientras los técnicos y operarios del astillero de Navantia ultiman los trabajos en el primero de los cuatro submarinos de la clase S-80 encargados por la Armada, otros tantos trabajadores se afanan en las otras tres unidades, cuyas labores de montaje se encuentran en diferentes fases. El que más adelantado está es el segundo, que será entregado, si el proyecto sigue su curso, en el año 2024, tras las correspondientes pruebas en el mar.

El 'Narciso Monturiol' (S-82) ya tiene acabadas, en su totalidad, las cinco secciones de las que se compone, según el nuevo proyecto modificado en 2013. Los obreros de empresas auxiliares y de la constructora naval se centran en el montaje del interior, donde también empiezan a operar las primeras empresas auxiliares. Los que ya han entrado son los montadores, mecánicos, electricistas y electrónicos, entre otros, que se encargarán también de equiparlo.

Concretamente, y al igual que en el primer sumergible, en la primera sección irán los sistemas de energía y propulsión; en la segunda, los de generación de energía; en la tercera, los sistema de propulsión anaerobia (AIP, siglas en inglés de 'Air Independent Propulsion'), que les permitirá navegar por las profundidades del mar sin necesidad de salir tan a menudo a flote para tomar aire; en la cuarta, los mandos y el control; y en la quinta, el sistema de armas.

En cuanto al sistema de propulsión anaerobia, hay dos empresas que lo podrían montar. Son Técnicas Reunidas y Abengoa. En febrero del año que viene, Navantia se decidirá por una de las dos. Este novedoso sistema solo se incorporará a los dos primeros submarinos S-80, cuando realicen su primera parada técnica de mantenimiento.

En cuanto a los otros dos, el 'Cosme García' (S-83) y el 'Mateo García de los Reyes' (S-84), recientemente acabaron de construir las cinco secciones de sus cascos resistentes, aunque no han comenzado aún los trabajos de montaje.

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