La falta de servicios básicos y muebles retrasa de nuevo la apertura del CATE de Cartagena

Fuentes de la Policía Nacional aseguraron a LA VERDAD que, debido al elevado calor que hay en las carpas destinadas a los inmigrantes y al polvo que se levanta en los muelles, donde hay acopiada mercancía de distinto tipo, el uso del campamento de Escombreras se ha reducido desde hace un mes al «tiempo mínimo imprescindible». Los extranjeros, entre los que hay mujeres y menores de edad, son trasladados a la Comisaría de Cartagena, mientras se tramita su expediente de expulsión de España y la entrega a las organizaciones humanitarias que colaboran con el Ministerio de Migraciones, para darles alojamiento y manutención. En ciertos casos, la Policía solicita al juez de guardia el pase a un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE).

Estas fuentes añadieron que, «afortunadamente, están llegando pocas pateras y no ha habido ninguna oleada desde julio». Pero mostraron su temor a que haya una avalancha de embarcaciones en septiembre, si hay buena mar, como en otras ocasiones.

Asimismo, destacaron que la Jefatura Superior de la Policía en la Región de Murcia, que desde finales de junio tiene al frente a Ignacio del Olmo, ha redoblado su presión para que los agentes dispongan, al menos, de la mitad del CATE a partir del 1 de septiembre. Eso permitiría tener capacidad para albergar en condiciones dignas y de mayor seguridad a unas 150 personas.

Sin embargo, aún no hay una previsión sobre la inauguración de un centro que costó 3,8 millones de euros y cuya puesta en funcionamiento se demorado desde enero por las discrepancias entre el Ministerio del Interior, al que pertenece la Policía, y el de Defensa. Este ha logrado que Interior acepte trasladar el CATE a terrenos militares de la ladera del monte Galeras que da a la rambla de Benipila y dejarlo allí de manera definitiva.

Hasta entonces, Interior usará el CATE en El Espalmador (área que la Armada cederá al Puerto para usos ciudadanos e industriales). En esta zona, donde las casetas también ocupan una parcela militar, grupos de obreros trabajan en la puesta a punto del recinto. «Aún faltan por ultimar algunos trabajos de agua, electricidad y recepción de mobiliario. En cualquier caso, la apertura provisional no será la semana que viene», indicaron fuentes de la Delegación del Gobierno. En este departamento, que dirige José Vélez, y en la Policía confían en la apertura en la primera mitad de septiembre.

En julio, Vélez defendió su trabajo de puente entre ministerios y otros organismos y colectivos afectados: «Ha quedado demostrada la necesidad de abrir este CATE provisional, mientras no se abre el definitivo, tal y como hemos dicho siempre desde la Delegación del Gobierno y se firmó por todas las partes hace una año. Hemos trabajado muy duro para poder ponerlo en marcha y va a ser una realidad próximamente».