Dos de las cuatro superficies medianas diseñadas en Cartagena siguen paradas y otra a medio gas

Solo la de San Antón ha llegado a buen puerto. Ubicada en la Avenida Juan Carlos I, frente al Hotel Manolo abrió el pasado año, tras completar sus establecimientos con marcas de reconocido prestigio a nivel nacional, como Popeye, Pepco, Tedy y Consum. También hay una cafetería-confitería. Solo en este espacio fueron creados un centenar de puestos de trabajo y, de momento, cubre una demanda en una zona de Cartagena sin apenas oferta comercial.

Este consiguió la licencia de obras casi por las mismas fechas que La Rambla, para la que la empresa dueña de la galería, del constructor Tomás Olivo consiguió autorización en marzo de 2022 para reformar todo el edificio. A ello ayudó la empresa Mercadona, que habilitó 4.500 metros cuadrados para vender sus productos.

A ella se le unió una joyería y pronto lo hará Ñam Ñam, del empresario cartagenero Blas Solano, que ya reforma parte de las instalaciones para abrir una de sus pizzerías, según explicaron fuentes cercanas a la empresa gestora de la galería a LA VERDAD. El promotor del centro comercial está en negociaciones con otras tiendas de bricolaje, ropa, calzado y complementos, algunas de ellas ya con presencia en el casco histórico. Pero ninguna de ellas ha hecho, por ahora, acto de presencia.

Solano fue uno de los últimos inquilinos en marcharse de los locales junto al antiguo Eroski. Durante años regentó una pizzería que tenía un gran espacio con una zona de juegos infantiles en la que celebraban eventos, como cumpleaños. En los planes del hostelero está ocupar un local de tamaño similar al que ya regentó en el pasado, aunque todavía no tiene fecha de apertura.

Mientras, la retirada de un transformador de la luz y la construcción de las nuevas instalaciones que surtirán de energía a la zona de tiendas mantienen paralizadas las obras de ampliación de lo que hoy es el centro comercial Las Dunas. Un supermercado de grandes dimensiones, una tienda de deportes, varios restaurantes y un sinfín de negocios relacionados con el ocio y el turismo forman la columna vertebral de este proyecto en Cabo de Palos, pero esto aún no tiene visos de ver la luz.

Este estará junto a la rotonda de entrada a la zona de compras desde la vía rápida de La Manga. Muy cerca tendrá un Lidl, un restaurante hamburguesería, una gasolinera y otras firmas, una de ellas de origen holandés.

Los promotores echan la culpa de esta demora a la parsimonia de Iberdrola a la hora de retirar el transformador. Fuentes de Iberdrola explicaron a LA VERDAD que no se consideran culpables de nada, ya que i-DE (la empresa distribuidora de Iberdrola) solo interviene en la fase final de la recepción de las instalaciones y puesta en servicio de la infraestructura eléctrica. Aclararon que para poder demoler el actual centro de transformación, el urbanizador tiene que construir uno nuevo de las mismas características y otro de seccionamiento.

El proyecto que más retraso lleva es el del residencial Santa Ana. Se llamará Antika y está previsto que cree entre 150 y 200 puestos de trabajo, según fuentes de esa firma. Además de un supermercado, habrá una decena de bares y restaurantes en la zona que da a la Avenida Venecia. Será reformada para mejorar la accesibilidad. La empresa gestora de los bajos explicó a LA VERDAD que pese a tener ya licencia de obra, esta no empezará hasta tener firmado el supermercado que irá en el área comercial. Negocia con varias firmas pero aún no está cerrado del todo.