Dolor, lágrimas y rabia contenida en Cartagena en el adiós a la maestra y al militar muertos al chocar con el conductor kamikaze

Cartagena despidió este sábado entre lágrimas a Sandra Molina, de 26 años, y a Óscar Martín, de 28 años, la pareja que murió el pasado martes por la noche al colisionar la moto en la que viajaban contra la furgoneta de un conductor kamikaze, presuntamente ebrio, en la A-30, en Murcia. Los dos regresaban a Cartagena desde Murcia, donde habían cenado con la madrina de ella, pero la furgoneta Peugeot se cruzó en sus vidas.

Los dos cuerpos sin vida fueron trasladados el miércoles al tanatorio Esatvesa de Cartagena, donde han sido velados durante tres días por ambas familias, amigos y compañeros. Sandra era natural de Cartagena, acababa de cumplir 26 años y ejercía como maestra de Infantil. Óscar, nacido en Barcelona, iba a cumplir 29 próximamente, era militar en activo y estaba destinado en el Tercio de Levante de la Infantería de Marina. El funeral tuvo lugar a las doce del mediodía de este sábado. Hubo que esperar tres días para que el padre del joven se trasladara hasta Cartagena, ya que estaba fuera de España, en Groenlandia, según explicaron familiares del joven.

La misa se celebró en la capilla del tanatorio, al que acudieron familiares de distintos puntos del país, como Menorca, Madrid y Barcelona, acompañados de amigos y compañeros. Durante el acto se vivieron escenas de rabia, consternación y mucho dolor. Vecinos de Cartagena también acudieron a esta despedida multitudinaria para apoyar a las dos familias y darle el adiós que merecían la maestra de Infantil y el militar.

Manuel Franco, tío de Óscar, explicó a LA VERDAD que eran una pareja «maravillosa». Llevaban junto casi un año y a ella la conoció en Navidades, cuando fueron a Barcelona. «Era una niña encantadora. Los dos tenían muchos planes de futuro juntos y eso se ha truncado».

El familiar añadió que, aunque no pretenden machacar la vida de nadie, espera que el conductor, que ha segado dos vidas, tenga un largo periodo de internamiento para que reflexione sobre lo que ha hecho.

«Lo único que me gustaría es que esta persona tuviera una reflexión, que le hiciera pensar en lo que ha hecho, una cura de arrepentimiento, para que no lo vuelva a hacer». Por otro lado, asegura que el principal temor que tiene ahora es que el acusado se vea de repente en la calle, «que lo celebre o que estando deprimido vuelva a beber y coja su coche y se lleve a otra pareja por delante o a alguien mientras cruza un paso de peatones».

En este sentido, apunta que debe de haber un debate en cuanto a las penas que castigan este tipo de delitos y la conducción bajo los efectos del alcohol.

«Se debe pagar en proporción al hecho que se ha cometido. En este caso, esta persona se ha llevado por delante a dos criaturas. ¿Cuánto tiempo puede pasar en la cárcel? ¿Cuatro o seis años? ¿Y luego a la calle? Cuando uno comete un error de este tipo, creo que, como mínimo, debe tener un largo periodo de reflexión apoyado por quien quiera ayudarlo, para que se dé cuenta de lo que ha hecho, porque si no, esto es gratis. Esto lleva pasando mucho tiempo y sigue pasando. A nosotros ya nos han destrozado, pero esto debe parar», explica el familiar.

Por otra parte, asegura que su hermana, la madre de Óscar, se encuentra sumida en la tristeza y en el dolor por la pérdida de su único hijo. «Cualquiera que tenga hijo sabe que la vida, el trabajo, los sueños de unos padres solo están encaminados al futuro de ellos, en lo que les vamos a dejar. Ahora todo ese globo maravilloso a mi hermana se le ha pinchado. Y esto ha ocurrido por algo que se podía haber evitado. Porque tú puedes decidir emborracharte, es una decisión libre, pero una vez que has decidido eso, por favor, quédate en un banco, pide un taxi, vete andando. No cojas un coche y no lo conviertas en un arma asesina que, en este caso, se ha llevado por delante a dos criaturas y a dos familias enteras», lamentó Manuel Franco, tío de Óscar.

Por otro lado, el conductor que circuló varios kilómetros en sentido contrario el pasado martes por la noche y mató a la pareja ingresó en prisión el pasado jueves, tras pasar a disposición judicial en un juzgado de guardia de Murcia. La Guardia Civil detuvo al conductor kamikaze, de 34 años, origen suramericano, tras sufrir heridas leves en el accidente y que supuestamente provocó cuando conducía ebrio. Se enfrenta a un delito contra la seguridad vial, otro por conducción temeraria, y otros dos por homicidio imprudente.

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