Fachada principal de la antigua residencia de estudiantes Alberto Colao cubierta de andamios. PABLO SÁNCHEZ / AGM

Cubren con un andamio la antigua residencia Alberto Colao de Cartagena por riesgo de desprendimientos

La Asamblea sigue sin poner fecha a la demolición del antiguo edificio de la UPCT, comprado para ampliar la sede parlamentaria

Viernes, 15 de agosto 2025, 00:12

La antigua residencia de estudiantes Alberto Colao atraviesa sus horas más difíciles. El edificio, sito entre las calles Francisco Lasso de la Vega y Doctor ... Pérez Espejo, está que se cae. Literalmente. Su situación estructural es tal que la Asamblea Regional, actual propietaria del inmueble, se ha visto obligada a intervenir. Así se ha cubierto toda la fachada con andamio para prevenir posibles daños tanto materiales como humanos ante la posibilidad cierta de caída de cascotes. Todo ello con los pertinentes permisos municipales de ocupación de la vía pública, tal y como ratifican los carteles presentes en el lugar y confirman fuentes del Consistorio cartagenero a LA VERDAD.

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Los obreros se afanaban esta semana en garantizar la seguridad en el entorno dando sujección firme a las piezas que componen el edificio. Todo ante la atenta mirada de algunos curiosos que no comprenden como un edificio antaño tan bullicioso acumula ya casi cuatro años cerrado a cal y canto en pleno centro de la ciudad. Así de hecho se hacían eco de la situación en algunos cuentas en redes sociales como la de Plataforma Ciudadana Cartagena Centro.

«Ahora que las obras han comenzado, Cartagena se pregunta ¿se convertirá por fin en un recurso para la ciudad? ¿Volverá a tener un papel en la vida universitaria? ¿o simplemente lo reforman... para seguir manteniéndolo vacío? El tiempo dirá, pero la falta de transparencia no pasa desapercibida», protestaba esta plataforma.

Según explican portavoces autorizados de la Cámara autonómica a este periódico, la Asamblea ha realizado esta intervención por «prevención». No obstante, eluden poner fecha a una actuación más completa. Los mismos medios sí ratifican a este diario que la intención del parlamento es demoler el inmueble, pues es a través de sus terrenos por los que la Asamblea proyecta su ampliación desde hace años.

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Los portavoces de la Cámara tan solo dicen que el derribo se plantea «a medio plazo» y la construcción del edificio que prolongue la sede parlamentaria «a largo plazo». «De momento no existe ni proyecto ni anteproyecto».

Escasez de plazas

Lo cierto es que el cierre de la residencia Alberto Colao ha dejado un vacío importante en la oferta de alojamiento para estudiantes. Actualmente esa propuesta apenas abarca a la residencia situada tras el Rectorado de la UPCT (antigua Casa de Misericordia). Unas dependencias, sitas en la calle Sor Francisca Armendáriz que fueron sede municipal del Consistorio hasta su apertura oficial como residencia en 2021.

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En total, estas instalaciones aúnan 271 plazas distribuidas en 239 habitaciones, que son de una, dos y hasta tres camas y todas ellas están ocupadas. El edificio, ubicado al pie del cerro de San José, cuenta también con comedor propio, zonas comunes y hasta gimnasio.

Esta situación ha dado pie a que el Ayuntamiento saque a concurso la residencia que posee en la calle Caballero o que incluso algunas empresas como Profusa hayan propuesto levantar un nuevo centro de este tipo sobre un solar situado en el Lago. Allí la constructora de El Pozo ya ha solicitado licencia de obras tras ser requeridos por el Ayuntamiento dentro de su plan para movilizar solares del casco histórico.

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Al igual que Profusa, la Universidad Católica San Antonio (UCAM) también ha comprendido la necesidad de los jóvenes que vienen a estudiar al municipio. Por este motivo anunciaba, hace escasos dos meses, su proyecto para construir una residencia de estudiantes junto al campus que tiene en Los Dolores.

Cinco prórrogas y tres años consecutivos sin actividad

El 15 de noviembre de 2021 el Consejo de Gobierno de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT), reunido de manera extraordinaria, decidió entregar la residencia universitaria Alberto Colao a su propietaria, la Asamblea Regional. Zanjaba así la quinta prórroga concedida por el Parlamento regional para desalojar un edificio necesario para «ampliar las instalaciones» legislativas, «porque las actuales eran insuficientes». Pero ya van tres años consecutivos en los que la Alberto Colao sigue cerrada a cal y canto, esperando su momento y dejando ver sus síntomas de abandono.

Ya el año pasado, LA VERDAD se interesó por conocer el estado de la situación. Entonces portavoces de la Cámara ratificaron que la rehabilitación del edificio y su adaptación para el uso de los grupos parlamentarios «está sobre la mesa». Pero no había nada concreto.

Además, durante ese invierno personas sin hogar aprovecharon para protegerse del frío y la humedad en los poyetes de los grandes ventanales de la planta baja del edificio. A preguntas de este diario, la Asamblea Regional informó aquel abril de que tiene pendiente elaborar una «memoria de necesidades» y un estudio sobre el estado estructural del inmueble. Pero sus órganos de dirección no tienen por ahora fechas para encargar ambos trabajos ni en su presupuesto anual. Tampoco figura partida alguna para costearlos. Y así todo, un edificio que no hace tanto urgía que abandonara la UPCT, sigue durmiendo a la espera de que un día la piqueta termine con sus días en este mundo.

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