La construcción de diques para evitar la llegada de residuos al Mar Menor empieza en Llano del Beal

El organismo de cuenca adjudicó en junio a la empresa estatal Tragsa la ejecución del proyecto de restauración hidrológico forestal de reducción del riesgo de inundación y mejora ambiental en cuatro ramblas, afectadas por desechos arrastrados por la lluvia y el viento desde escombreras, balsas y otros antiguos emplazamientos mineros abandonados. En concreto, la CHS encargó trabajos en el dominio público hidráulico de los cauces de Beal, La Carrasquilla, Las Matildes y Ponce. También estudia intervenir en la rambla de El Miedo, que atraviesa El Algar.

En las dos primeras, ayudados por palas excavadoras y otra maquinaria, obreros de Tragsa realizan tareas, como el levantamiento de muros, la estabilización de taludes y la preparación del terreno para la fase de revegetación de estos cauces públicos y de los márgenes.

El presupuesto alcanza los 7,74 millones de euros y el plazo es de 36 meses. Los trabajos consisten, básicamente, en la creación de diques de retención de agua y en la plantación de especies capaces de frenar las escorrentías de aguas mezcladas con desechos mineros y agrícolas. Estos contaminan el medio ambiente con metales pesados, fertilizantes y pesticidas.

Otro objetivo de la CHS, entidad que preside Mario Urrea, es mejorar la biodiversidad en distintos tramos de la cuenca del Mar Menor, con intervenciones englobadas en el concepto de 'Adaptación Basadas en los Ecosistemas (ABE)'. «Se trata de aportar soluciones técnicas a los problemas de inundaciones y daños ambientales de esta zona del Este del municipio de Cartagena, con el fin de disminuir los aportes al Mar Menor de caudales sólidos contaminados», recordaron fuentes de la Confederación.

Este programa de acondicionamiento de ramblas, que se prolongará hasta el año 2025, forma parte del Marco de actuaciones prioritarias para recuperar el Mar Menor. Ya en julio, la ministra, Teresa Ribera, visitó varias zonas para conocer de primera mano el estado de los primeros trabajos de restauración de ramblas en Cartagena y La Unión. Ribera recordó que estas obras se complementan con otras de recuperación del dominio público hidráulico en varios cauces que desembocan en la laguna salada. Costarán 2,2 millones de euros y estarán listas en tres años.

De forma simultánea, el Ministerio está elaborando un mapa actualizado de la distribución de la contaminación por metales pesados en Cartagena y La Unión. También ha contactado con propietarios de estos terrenos para intentar acordar obras de restauración y sellado. Tiene 40 millones de euros y, si es necesario, expropiará fincas.

Fuentes estatales aseguraron que los dos proyectos prioritarios, que serían ejecutados el próximo año, son los de intervención en la balsa San Agustín, junto al colegio público de Llano del Beal; y en la antigua fundición de plomo El Porvenir, junto al colegio público de educación especial Enrique Viviente y el Instituto Sierra Minera, en La Unión. Se trata de minimizar riesgos para la salud de los niños y para el medio ambiente.