Los constructores reclaman bonificaciones y más facilidad para edificar en el casco antiguo de Cartagena

Para cambiar esta tendencia, la Asociación de Empresarios de la Construcción y Actividades Conexas de Cartagena y su Comarca ha reclamado al Ayuntamiento una serie de medidas encaminadas, en su mayoría, a eliminar trabas, facilitar licencias y bonificar los impuestos que tienen que pagar para llevar a cabo los proyectos. Son las mismas que este colectivo, liderado por su presidenta, Antonia González, ha solicitado al equipo de gobierno local en sus últimas reuniones.

Una de las principales es mejorar las tramitaciones. Ven preciso mayor coordinación entre legislaciones sectoriales y urbanísticas para evitar duplicidades y evitar las contradicciones en los procedimientos. Para los empresarios de este sector es primordial más claridad en los informes emitidos en cuanto a las necesidades que precisa cada proyecto y el cumplimiento de los plazos. Ven importante el uso de entidades colaboradoras para agilizar procedimientos, como licencias y evaluaciones ambientales, así como potenciar la declaración responsable con mecanismos de control ágiles.

En cuanto a la obtención de licencias creen preciso poner en marcha autorizaciones automáticas para el vaciado y la construcción de la estructura al momento de realizar la solicitud, y la posibilidad de realizar informes por entidades colaboradoras.

Sobre el impuesto de Construcciones y Obras, Antonia González reclama la bonificación del 100% en la cuota en el casco antiguo. «Esto, junto a la exención de la tasa por ocupación de la vía pública, podría reducir los gastos a los que nos enfrentamos en cada una de nuestras iniciativas», indicó a LA VERDAD.

Comercializar una vivienda en el centro de Cartagena conlleva hacer frente también al sobrecoste que supone la excavación arqueológica. Esto, en la mayoría de los casos encarece cada vivienda alrededor de 5.000 euros. Por ejemplo, los trabajos de prospección y catalogación de un solar de 600 metros cuadrados puede alcanzar los 100.000 euros. Como compensación por los hallazgos subterráneos los promotores reciben la autorización de Urbanismo para edificar una planta más de la proyectada. Pese a ello, los constructores exigen que el coste de este procedimiento sea asumido por el Ayuntamiento y que no todo lo hallado sea expuesto al público, solo aquello que verdaderamente tenga un valor histórico y sea único.

También exigen más flexibilidad en el diseño de las edificaciones, sin exigencias estéticas innecesarias, con parámetros definidos solo por el retranqueo, la altura máxima y la edificabilidad.

También reprueban que a todo el gasto que ya de por sí tienen hay que sumar el proyecto de impacto ambiental y los de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) si el terreno es inundable, entre otros.

En sus reclamaciones incluyen que esté permitido nuevos usos, como el cambio de locales comerciales a viviendas. Incluso quieren poner el acento en las nuevas demandas de los clientes, «que valoran mucho la existencia de elementos comunes para el ocio, los deportes y los servicios centralizados», expone la presidenta de los constructores en su escrito de peticiones al Ayuntamiento.

«Los compradores de vivienda buscan ahora instalaciones como piscinas, gimnasios, salas de reunión, barbacoas, así como servicios centralizados de sanidad y lavandería, por ello sería necesario que estos espacios no computaran en la edificabilidad total del edificio a menos que superen un porcentaje especifico, para así permitir su inclusión sin afectar negativamente a la capacidad de construcción», añadió.

El sector calcula que los materiales de la construcción arrastran una subida media del 30% y, aunque solo representan el 40% del coste total de una promoción, aseguran que esto, unido a otras subidas (como las de la energía, los salarios o el suelo), ha empujado a muchos promotores y constructoras a actualizar tarifas, para hacer las promociones rentables. A otros, esta subida les es imposible aplicarla, ya que tendrían que incrementar los precios de una vivienda de entre 90 y 100 metros cuadrados, por encima de los 300.000 euros, eso fuera del casco antiguo.

En el centro histórico, el metro cuadrado construido ha subido tanto que a los empresarios de la construcción no les es rentable poner en marcha una promoción de viviendas. Calculan que el precio de venta de una vivienda en el centro, para que tenga salida en el mercado, es de 2.000 euros por metro cuadrado. Los constructores valoran que entre permisos, suelo, excavación y la subida de los materiales los costes se van a 1.800 euros el metro cuadrado. Y así los márgenes de beneficio son apretados y dejan de ser atractivos. No obstante, reconocieron que hay una demanda «enorme» y todo lo que se vende a precio de mercado tiene salida.

Los constructores ven con buenos ojos que el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) incluya la ampliación del suelo industrial, pero creen que es necesario que para impulsar más el turismo en el municipio se den «todas las facilidades para la construcción de grandes residenciales en los alrededores de la ciudad», explicó a LA VERDAD la presidenta de la Asociación de Empresarios de la Construcción y Actividades Conexas de Cartagena y su Comarca, Antonia González.

También ve bien el anuncio realizado la semana pasada por la alcaldesa, Noelia Arroyo, en la asamblea regional de la federación de empresarios de la construcción, Frecom, sobre el plan urbanístico. Dijo que para agilizar la gestión, incluirá en dicho plan diferentes ordenanzas, como la de redacción de proyectos de urbanización, para regular las condiciones de uso y edificación, para emisiones a la atmósfera y otra de simplificación administrativa en materia de implantación de actividades.

Para este colectivo de empresarios es necesario ya que este plan salga adelante, para tener mayor seguridad jurídica a la hora de emprender sus proyectos. Pero si hay algo que reclaman con más fuerza es la agilización de todos los trámites, porque consideran un perjuicio que tengan que esperar más de un año para lograr una licencia de obras.