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Bajan las peticiones de alimentos y suben las de apoyo social a familias de Cartagena en la desescalada
Una cuarta parte de los cartageneros que han pedido ayuda a Servicios Sociales desde el inicio de la crisis sanitaria es la primera vez que lo hacen
El plan de emergencia social activado por el Ayuntamiento al inicio de la crisis sanitaria para atender a familias sin recursos cumple dos meses con un cambio en sus prioridades de ayuda a los más desfavorecidos. La primera oleada de peticiones de lotes de comida y productos básicos se ha visto acompañada, desde mediados de abril, de una catarata cada vez más intensa de peticiones de apoyo emocional y psicológico, asistencia técnica contra la marginación y de mediación ante entidades bancarias. En el último mes, la mitad de las solicitudes tramitadas ya son de este tipo.
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En total son 715. Y ante esa situación, la vicealcaldesa y concejal de Servicios Sociales, Noelia Arroyo, ha decidido orientar en esa dirección una atención que hasta ahora se centraba fundamentalmente en proporcionar alimento. Los Servicios Sociales se preparan con un aumento de la atención presencial cuando sea precisa y con el refuerzo de los equipos que trabajarán en la gestión de las ayudas que las administraciones establezcan en los próximos meses. Todo ello se une a las consultas telefónicas que ya presta un equipo de doce personas, que recoge todas las peticiones de ayuda y las orienta hacia las diferentes secciones de la Concejalía. El servicio mantiene por ahora su funcionamiento durante doce horas al día.
Algunos datos
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Ayudas extraordinarias Han llegado a 107 hogares, para solucionar situaciones de exclusión social y no integración.
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Ayudas a familias Se han beneficiado 334 con sesiones de apoyo emocional, mediación bancaria y seguimiento escolar.
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Intervención psicológica Este programa específico ha llevado a atender 45 casos de estrés y depresión.
Fruto de todo ello, hay en marcha 890 expedientes para la atención básica, que incluyen la ayuda a personas dependientes en sus domicilios y también la asistencia telefónica. Se ha detectado que el confinamiento no solo ha dificultado que las personas más desfavorecidas puedan comer cada día. También reduce sus posibilidades de salir adelante y hace necesaria más que antes una atención especial para remediarlo.
Los trabajadores sociales del Ayuntamiento, con la colaboración de la red de organizaciones de asistencia que hay en el municipio, han potenciado las ayudas extraordinarias no periódicas. «Son prestaciones básicas para paliar o resolver situaciones de necesidad y emergencia y exclusión social, así como para favorecer la plena integración de los sectores de población que carecen de recursos económicos propios para atender sus necesidades básicas», indicó un portavoz municipal. La tramitación de 107 peticiones de ayuda de este tipo han movilizado 87.000 euros.
Mediación ante los bancos
Más numerosas todavía han sido las peticiones de apoyo emocional, de mediación ante entidades bancarias para solucionar impagos y también de supervisión pedagógica a niños. Las han hecho 334 familias con indicadores de grave riesgo de exclusión. El control de su situación se realiza con llamadas telefónicas semanales que en algunas ocasiones tienen lugar hasta una vez cada dos días. En algunos casos se trata de auténticas sesiones de terapia de hasta 45 minutos de duración.
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A este último campo pertenecen enteramente las intervenciones psicológicas. Hay 43 casos monitorizados de personas que han necesitado apoyo contra el estrés y la depresión. Por lo que respecta a los niños y los adolescentes, se han utilizado también las videollamadas para ayudar con los deberes y las dudas de estudiantes de colegios e institutos. Cabe recordar que el Ayuntamiento llevó a cabo un programa para proporcionar su material escolar a 200 chavales en riesgo de exclusión de todo el municipio.
Además de supervisar los estudios, los técnicos municipales también hacen seguimiento psicosocial de jóvenes con otros problemas. Hay 95 casos detectados sobre los que se trabaja.
El reparto de víveres seguirá
Por supuesto, Arroyo pretende mantener mientras haya demanda el plan de reparto de alimentos y productos básicos, que ha permitido distribuir 2.712 lotes en dos meses. La media de beneficiarios es de unos 300 hogares y familias cada siete días.
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El programa inicial de establecer puntos de entrega en distintos barrios, un par de veces por semana, fue ampliado con la participación de Cruz Roja, de Cáritas y del Banco de Alimentos,. Esas entidades ayudan en determinadas zonas del término municipal y se ocupan de hacer llegar el cargamento a quienes no están en disposición de desplazarse a los lugares señalados.
El trabajo de ONG facilita a 50 'sin techo' «grandes avances» en integración
La acción del Ayuntamiento, de Cáritas y de La Huertecica, con la ayuda de la Comunidad Autónoma, ha conseguido «grandes avances en integración y mejorías en la salud de 50 personas en situación de exclusión extrema, residentes desde hace un mes en la Hospitalidad de Santa Teresa y en el Coto Dorda», según informó ayer la vicealcaldesa y concejal de Bienestar Social, Noelia Arroyo.
La edil recorrió las dependencias en las que están alojados los 'sin techo' y agradeció el trabajo que los profesionales de las dos ONG que colaboran con el Ayuntamiento en ambos centros y el apoyo de la Consejería de Política Social. El confinamiento derivado de la crisis sanitaria ha permitido que trabajadores sociales y expertos en luchar contra las toxicomanías hayan podido disponer de una oportunidad imprevista para desarrollar tratamientos y dar una atención más estable junto a personas que suelen estar en lo más profundo de la exclusión social.
La vicealcaldesa subrayó que «la mayoría de estas 50 personas han vuelto a contactar con sus familias, han retomado tratamientos médicos abandonados y han iniciado unos itinerarios sociales para mejorar su formación, la búsqueda de empleo y el acceso a una vivienda digna». En el tiempo transcurrido han mejorado su salud, han ganado peso y han desarrollado un espíritu de comunidad que les ha llevado a ayudarse en tareas de aseo e higiene, según indicó un portavoz municipal.
Para lograrlo ha sido esencial la coordinación entre la administración autonómica, local y las entidades sociales que trabajan durante todo el año para mejorar la calidad de vida de las personas sin hogar. «Se ha conseguido poner a estos ciudadanos en el punto de salida para cambiar la situación de exclusión en la que estaban. A partir de ahora, vamos a actuar con la misma coordinación para que tanto trabajo bien hecho fructifique con la integración plena de estas personas», dijo la vicealcaldesa.
Arroyo agradeció personalmente al presidente de La Huertecica, Diego Cruzado, y a la coordinadora de Cáritas en Cartagena, Petri García, el esfuerzo de ambas entidades en este dispositivo de acogida. La Concejalía lo activó cuando se declaró el estado de alarma.
El confinamiento fue posible gracias al personal de Asuntos Sociales, del comedor social de Caritas, de Cruz Roja, de la Policía Local y de Protección Civil. Además, los rotarios de Cartagena contribuyen cada día con el suministro de comida.
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