Baebelo, la mina de plata que marcó la historia de Cartagena
La Sierra Minera ha sido testigo de una rica historia extractiva que se remonta a la antigüedad. Entre las diversas minas que han dejado su ... huella en esta sierra, destaca Baebelo, una mina de plata conocida actualmente como Cabezo Rajado, entre Cartagena y La Unión. A lo largo de los siglos, ha sido explotada por diferentes civilizaciones, dejando un legado invaluable en la historia de Cartagena, su comarca y en el propio desarrollo de la minería.
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Esta mina es conocida desde la antigüedad; referenciada por historiadores como Diodoro Sículo, Estrabón, Polibio y Plinio, entre otros, coinciden en revelar su extraordinaria importancia. Solo un ejemplo: Estrabón la describe como una explotación de gran riqueza y alta rentabilidad donde trabajan cuarenta mil operarios, repartidos en un área de 400 estadios produciendo veinticinco mil dracmas de plata diarias.
Los primeros registros de la explotación de Baebelo datan de la época fenicia, hace más de dos mil años. Los fenicios, hábiles comerciantes y expertos en minería, reconocieron el potencial de la mina de plata y establecieron asentamientos en la región para su explotación.
Los cartagineses, una civilización comerciante y marítima, al igual que la fenicia, pronto se dieron cuenta del enorme potencial minero de este pozo y fue esto precisamente una de las causas para establecer su dominio político y militar sobre esta zona refundado la ciudad con el nombre de Qart Hadasht.
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Su actividad minera se centró principalmente en la extracción de metales como la plata y el plomo. Esos recursos eran utilizados para el comercio y para el fortalecimiento del poderío militar cartaginés. Se implementaron técnicas mineras avanzadas para la época, como la minería subterránea y el uso de herramientas de extracción como picos y palas. Además, se establecieron rutas comerciales marítimas para exportar los minerales hacia otros territorios bajo dominio cartaginés.
Cuando los romanos toman la hegemonía, un botín de guerra extraordinario fue Baebelo y es precisamente bajo su dominio cuando se alcanzó su máximo esplendor. Los romanos desarrollaron técnicas mineras más avanzadas y aumentaron significativamente la producción de plata.
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La minería en Carthago Nova fue parte de la política de expansión romana y contribuyó al enriquecimiento del Imperio Romano. La plata extraída de la región fue utilizada para acuñar monedas y financiar la expansión militar y la construcción de monumentos en todo el imperio.
La actividad minera romana se caracterizó por la creación de complejos sistemas de galerías subterráneas, conocidos como «galerías romanas», que permitían la extracción de minerales de manera más eficiente y segura. Estas galerías fueron construidas con una técnica de ingeniería avanzada que utilizaba arcos y pilares de soporte.
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La explotación minera de Carthago Nova en época púnica y romana dejó un legado duradero en la historia de la minería en general. La búsqueda y extracción de metales preciosos, como la plata y el plomo, no solo generaron riqueza y desarrollo económico, sino que también contribuyeron al enriquecimiento del Imperio Romano, hasta el punto que podemos afirmar que casi toda la plata utilizada en todo este periodo a nivel mundial se extrajo del Cabezo Rajado.
Tras la caída del Imperio Romano, la mina de Baebelo sufrió un período de declive. Durante la Edad Media, las técnicas de extracción se volvieron más rudimentarias y la producción de plata disminuyó considerablemente. Sin embargo, en el siglo XIII, la mina fue redescubierta por los árabes, quienes intentaron revivir su explotación. Aunque no lograron alcanzar los niveles de producción romanos, su esfuerzo sentó las bases para futuras explotaciones.
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El siglo XIX marcó un punto de inflexión para Baebelo. La llegada de la Revolución Industrial y los avances tecnológicos impulsaron la demanda de minerales, incluyendo la plata. Empresas mineras extranjeras, principalmente de origen inglés, establecieron operaciones en Cartagena, reactivando la explotación de Baebelo. La producción alcanzó su máximo nivel en esta época, generando empleo y desarrollo económico de la ahora conocida como la Sierra de Cartagena-La Unión. Sin embargo, a medida que el siglo XX avanzaba, la mina de Baebelo comenzó a enfrentar una serie de desafíos. Los costos de extracción se incrementaron, la calidad del mineral disminuyó y la competencia internacional se intensificó. A esto se sumaron problemas ambientales, como la contaminación del aire y el agua debido a los procesos mineros. Estos factores llevaron a la crisis y al cierre gradual de la mina.
A pesar de su cierre como mina en activo, Baebelo, ahora conocida como Cabezo Rajado, tiene posibilidades de convertirse en un reclamo turístico de primer orden si se consigue revertir esta muestra de la Sierra Minera de Cartagena en un lugar de conservación del patrimonio histórico que, permita a los visitantes, explorar los restos de la antigua mina y junto a medidas de implementación de conservación, para proteger el entorno natural restaurando su ecosistema y puesta en valor, conseguiremos un nuevo referente valioso de nuestro patrimonio natural y cultural.
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