Visto bueno municipal a la celebración de bodas en 16 playas de Cartagena a partir de enero de 2023
La normativa excluye las ceremonias del 15 de julio al 15 de septiembre, fijará una tasa y prohibe incluir banquetes y fuegos artificiales
La Junta de Gobierno Local de Cartagena dio ayer el visto bueno inicial a los criterios que regularán la celebración de bodas en dieciséis playas, entre el 15 de septiembre y el 15 de julio posterior, aunque no entrará en vigor hasta el 1 de enero de 2023. El Ayuntamiento pretende dejar claras las condiciones en las que autorizará estas ceremonias junto al mar, sometidas al pago de una tasa. Entre las limitaciones más importantes está la prohibición de que puedan tener lugar durante los tres meses de verano.
La recepción de las autorizaciones y los permisos dependerán de varios trámites que obligarán a quienes quieran presentar una solicitud a esperarse hasta finales de este año o principios del que viene. Entre ellos está fijar una tasa, que tendrá dos tramos. Uno lo cobrará la Demarcación de Costas y podría oscilar entre 80 y 100 euros. El otro será constante y dependerá del Ayuntamiento. Como referencia, cabe recordar que la que ingresa por tramitar enlaces civiles es de 195 euros, con la participación de un concejal como oficiante.
También habrá que esperar a que todos los aspectos de la regulación sobre usos del litoral sean aprobados definitivamente por el Pleno Municipal, probablemente en octubre.
Los requisitos
-
Pagar la tasa. Tendrá dos tramos, Entre 80 y 100 euros a la Demarcación de Costas y otra cantidad al Ayuntamiento.
-
Suscribir un seguro. El objetivo es que responda por los posibles daños. También hay que acreditar las instalaciones.
-
Limitaciones. Ni fuegos artificiales, ni animales, ni aperitivos o banquetes en la playas.
Entre las zonas costeras escogidas para autorizar este tipo de eventos están las playas de Levante (Cabo de Palos), Cavanna, Entremares, la del Ciervo y la del Galúa, junto con la Cala del Turco, y tres emplazamientos de la del Vivero, en La Manga. También Estrella de Mar (Los Urrutias), Mar de Cristal y Villas Caravaning, en el Mar Menor. Se sumarán Cala Reona, Cala Cortina, así como La Azohía y San Ginés en la zona oeste.
El permiso municipal permitirá reservar la playa durante tres horas, una para la colocación de estructuras desmontables que sirvan para acoger a los invitados y a los participantes en el enlace, otra para su celebración y la última para retirarlo todo y dejar el sitio elegido tal y como estaba antes. Los contrayentes tendrán que hacer una petición oficial ante el Ayuntamiento, en la que detallen el tipo de instalación, con planos a escala; la superficie necesaria y el número de asistentes, así como el tiempo que necesitan para casarse.
Ni animales, ni confeti
También será necesario suscribir un seguro de responsabilidad civil «para amparar el restablecimiento de la playa», indica la normativa aprobada. Entre las prohibiciones expresas están el uso de fuegos artificiales; la celebración de banquetes de boda, catering y similares, así como la participación de animales. También está vetado el uso de confeti y de cualquier elemento que ensucie la arena y pueda resultar difícil de retirar, como arroz, pétalos y pintura. Asimismo, está prohibida la megafonía que puede resultar molesta para los vecinos.
Con la decisión de ayer, el equipo de gobierno modifica la Ordenanza de usos y aprovechamientos de las playas e instalaciones temporales para esta nueva fórmula para promocionar el turismo y los valores naturales de los más de 200 kilómetros de litoral que tiene el municipio. La propuesta tendrá que pasar por el Pleno antes de entrar en vigor de forma efectiva.
