Los alojamientos de Cartagena rozan el lleno en el arranque del Rock Imperium
Los hoteles explican que les ha costado algo más cubrir plazas y los pisos turísticos ven cifras de ocupación similares a las del año pasado
Fuera de su contribución cultural y festiva, la temporada de festivales deja también a los negocios de la ciudad una oportunidad para hacer caja antes ... de que, con la llegada de la canícula, se instale el desierto demográfico en la ciudad y el estallido poblacional en las playas. Según las fuentes del sector consultadas por este periódico, los alojamientos disponibles se encuentran al arranque de esta nueva edición del Rock Imperium rozando el lleno.
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Así lo destaca por ejemplo Alejandro Paredes, portavoz de la patronal hotelera de Cartagena Agruphotel y responsable del hotel Posadas de España. «Queda algo, pero muy poquitas plazas en ciertos hoteles de la ciudad», resalta el empresario que, si bien no se aventuraba este jueves a dar un porcentaje de ocupación actualizado, sí señalaba que «esperemas que, si no podemos colgar el cartel de completo, sí lleguemos a lo largo del fin de semana a estar por encima del 90%».
Respecto a otras ediciones, el hotelero reseñó que, a diferencia del pasado año, «la campaña empezó muy bien desde el minuto uno, pero se fue apagando. En estos últimos días ha costado un poco cubrir plazas y ha habido alguna cancelación de última hora». Unas vicisitudes que, aclaró a este diario, «dependen sobre todo de los grupos que vayan a venir al festival».
No obstante, Paredes muestra su apoyo a la organización del Rock Imperium y su deseo que renueven por muchos años más. «Este ciclo de música es muy bueno para nosotros. Estos picos de ocupacion solo los alcanzamos en Semana Santa, por ejemplo. Luego estamos de enhorabuena porque tenemos después del Rock Imperium el concierto de Arde Bogotá. Ahí sí que estamos completamente llenos».
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Entre los gestores de pisos turísticos también reina el optimismo. «A rasgos generales tenemos la misma ocupación que el año pasado», valoró Gregorio Morales, de la empresa Cartagena Spain. «Hay más alojamientos que el año pasado, más oferta de alojamiento no reglado, irregular, pero creemos que con la entrada en vigor el 1 de julio de la ventanilla única se quitarán alojamientos ilegales», añadió.
Este jueves, primer día de festival, sitúa la ocupación en el 80%. «Se quedará en torno al 90% porque alcanzar el 100% es prácticamente imposible. Lo cierto es que no hay escasez alojamiento y el precio diario es muy competitivo. Estamos en los 189 euros para cuatro personas cuando en otros lugares están a 300 euros noche».
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Falta de comunicaciones
Como aspectos positivos de esta edición, Morales ve con buenos ojos que se extienda el festival un día y termine el domingo. «Es un día más flojo para todos y esto invita a que la gente se quede y también visite y descubra la ciudad con más tiempo». Sin embargo, en el otro lado de la balanza ve que Cartagena tiene que lidiar con el handicap de las deficientes comunicaciones. «El que quiera venir solo lo puede hacer en coche porque en el tiempo de viaje en tren es inviable. Eso lastra mucho».
Los que no esperan grandes ganancias de los festivales son los hosteleros. La variada oferta de comida y bebida en el interior del recinto festivo desincentiva que los visitantes consuman en los bares y restaurantes y fuentes del sector afirman que los que optan por hacer también turismo por la ciudad son muy pocos y apenas lo notan.
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