Alerta en el Campo de Cartagena por cinco atracos en gasolineras

La comarca del Campo de Cartagena está en alerta por una oleada de atracos en estaciones de servicio que vecinos y comerciantes temen que pueda extenderse a las viviendas y otras propiedades. La preocupación del sector de las gasolineras aumenta porque los ladrones utilizan armas cortas para intimidar a trabajadores y clientes. Solicitan contundencia a las policías locales y a la Guardia Civil para la localización y detención de los atracadores, de forma que se eviten más robos y daños personales.

Desde finales de diciembre ha habido, al menos, cinco robos con violencia en gasolineras del Campo de Cartagena. En concreto, en San Javier; en El Sabinar, a pocos metros de la entrada a Los Belones por la vía rápida de La Manga; en la pedanía de Los Cánovas, en Fuente Álamo; en El Algar; y en Pozo Estrecho.

Según ha podido saber LA VERDAD, los últimos atracos ocurrieron en la tarde y la noche de este miércoles, en la estación de servicio Cepsa, en El Algar, y en la de Los Cánovas, donde tres individuos asaltaron a punta de pistola al personal para conseguir la recaudación de la caja. También robaron en la gasolinera Roymaga de Pozo Estrecho, de donde se llevaron la máquina tragaperras.

En todos los casos, la forma de proceder es similar. Utilizan vehículos robados de color oscuro para pasar desapercibidos, que, como la furgoneta empleada en el robo de El Sabinar, aparecen calcinados a kilómetros de distancia de donde tiene lugar el robo. Los ladrones aparecen encapuchados para no ser reconocidos, siempre por la tarde y por la noche, y cargan armas cortas para intimidar a los empleados y que no opongan resistencia.

También hay constancia del robo frustrado de un coche de alta gama a un empresario de la zona. Según testigos, los vecinos consiguieron evitarlo.

La información recabada hasta ahora por los agentes inidca que entre los asaltantes hay al menos tres personas de origen magrebí, que actúan de forma coordinada. Mientras una pareja accede al interior de la gasolinera e intimida a los empleados, otro vigila. La Benemérita y los cuerpos de Policía Local de la zona colaboran para poner fin a esta oleada delictiva.

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