En Mandarache no quieren botelleo

Ni un botellódromo ni un 'after hours' al aire libre o a cubierto. La empresa propietaria del centro comercial Mandarache ha rechazado de plano alcanzar un acuerdo con el Ayuntamiento de Cartagena para que éste utilice su aparcamiento como una zona de ocio nocturnos para jóvenes los fines de semana. La idea, lanzada por el Grupo Municipal Cartagena Sí Se Puede (Podemos), ha recibido un rotundo «no» por parte de la compañía que explota las instalaciones. Ésta tiene como empresario de referencia a Gerardo de la Torre, también promotor y propietario de Parque Mediterráneo.

En una carta dirigida al Ayuntamiento, el titular de Mandarache (que en la actualidad acoge varias salas de cine y un supermercado) recuerda que se trata de un recinto privado y advierte de que su actividad se ceñirá a lo establecido en la licencia municipal. Según fuentes del Ayuntamiento, la empresa, que explota las instalaciones desde el año 2006, dejó claro que en ningún caso permitirá el consumo de alcohol y la música en el área de estacionamiento de vehículos. Junto a ésta hay también un McDonald's, con servicio para coches incluido.

La mercantil envió la misiva a las autoridades locales hace unos días, en respuesta a otra carta remitida a finales de junio al alcalde, José López, y al concejal de Seguridad Ciudadana, Francisco Aznar, por representantes de ocho comunidades de vecinos de la zona. Estos advirtieron de que emprenderían acciones legales si se aprobara la utilización del parking como alternativa a los botelleos en el casco histórico.

Tampoco discotecas

A través del abogado Alberto De la Corte, representantes de unas cuatrocientas familias con pisos en el entorno de la Plaza Severo Ochoa, la Avenida Víctor Beltrí y el área del colegio Hispania expusieron al equipo de gobierno su inquietud por la medida estudiada en el marco del Pacto por la Noche.

«Le transmitimos la preocupación por nuestras familias y vecinos y le exponemos nuestra intención de presentar denuncias vecinales en la Policía Local, así como en la Consejería de Medio Ambiente y en el Ayuntamiento de Cartagena. Éstos estarían obligados a cumplir la legislación vigente, con imposición de sanciones económicas e incluso con la posibilidad de suspender la actividad del centro comercial. Desde esta comunidad no entramos a valorar las normas que se infringirían ante el consumo de alcohol en la vía pública, ni el mal ejemplo del que serían testigos cada fin de semana nuestros hijos», advirtió el abogado De la Corte al Ayuntamiento.

En el Ejecutivo explicaron hace varias semanas que el botellódromo y los 'after hours' fueron solo propuestas de Podemos, y que el equipo de gobierno no tiene intención de apoyarlas. Fue a mediados de mayo cuando, a raíz de las quejas vecinales por los ruidos y la suciedad en el centro de la ciudad por la extensión del botelleo al parque del Molinete y la Plaza Juan XXIII, Podemos planteó hacer un 'ociódromo' en Mandarache.

Compromiso del concejal

También hace dos meses, el concejal Aznar explicó que la Mesa del Pacto por la Noche (que volvió a reunirse a final de junio para abordar la polémica de Cabo de Palos y que lo hará de nuevo en septiembre) analizaba las propuestas de varios colectivos vecinales de «crear otro ociódromo en el entorno del Centro Comercial Eroski».. Esta posibilidad, inspirada en la alternativa que el Consistorio ofrece a la calle Luis Calandre y la zona de la rambla más cercana al campamento durante las fiestas de Carthagineses y Romanos, sigue sin ser concretada. Uno de los objetivos es evitar que los que practican el botelleo se concentren en la Plaza de la Universidad, en el campus de la Muralla del Mar. Allí, no solo molestan a los vecinos del Barrio Universitario, sino que están junto a la antigua Plaza de Toros, que se encuentra en ruinas, y que encierra en el subsuelo el Anfiteatro Romano.

Los vecinos del casco histórico y de la zona de Mandarache, al igual que los de Cabo de Palos (donde el despliegue de la Policía Local y el desvío de los jóvenes al parking de la discoteca Trips han mitigado el problema), ya dejaron claro que se plantean denunciar al Consistorio por incumplir las ordenanzas que protegen el derecho al descanso. Los afectados por los botelleos recuerdan que el Ayuntamiento debe velar por el cumplimiento de la ordenanza municipal sobre protección del medio ambiente, contra ruidos y vibraciones. En particular, apelan a la responsabilidad de la Policía Local para intervenir y protegerles en su propio barrio de los efectos del botelleo.

El concejal de Seguridad Ciudadana, Francisco Aznar, insistió en que la Mesa del Pacto por la Noche aún no dispone de un informe de conclusiones sobre las propuestas examinadas desde mayo. E hizo hincapié en que el Ejecutivo local tiene en cuenta las demandas vecinales y trabaja para dar respuestas con la mayor rapidez y efectividad posible, como en el caso de Cabo de Palos.