Imagen de archivo de una bodega de la Región de Murcia. J. F. R.

Las bodegas temen que la UE no proteja al vino en la negociación arancelaria

El sector vinícola alerta de que pueden agravarse los efectos si Trump sube más los gravámenes en EE UU y pide que «pare ya la incertidumbre» ante el plazo del 1 de agosto

Sábado, 19 de julio 2025, 07:35

«Lo importante es que pare ya la incertidumbre con los aranceles, y que nos dejen trabajar. Sea lo que sea. Porque eso es lo ... peor para la economía». Así de rotundo lo expresa a LA VERDAD el presidente de la Asociación de Empresarios del Vino de la Región de Murcia (Asevin), Ángel Gil, cuya empresa bodeguera familiar de Jumilla viene a ejemplificar el esfuerzo que hace todo el sector por afrontar la nueva realidad comercial que trata de imponer en el mercado de Estados Unidos su presidente Donald Trump.

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Y es que los productos vinícolas en su conjunto siguen con preocupación la posible exclusión del vino y los vinos aromatizados del acuerdo comercial que la Unión Europea está negociando actualmente con el gobierno estadounidense ante los gravámenes puestos sobre la mesa. Y es que sobrevuela la sombra del arancel general del 30% a partir del 1 de agosto. En la actualidad, existe uno del 10%, que se dispara más en el caso del acero y el aluminio.

Claro que el primer semestre del año estuvo ya lastrado, a pesar de que se anticiparon envíos a petición de los importadores para tratar de anticiparse a las políticas restrictivas de mandatario de la Casa Blanca, tal como informó este periódico en marzo. «Porque la verdad es que los clientes están más miedosos a la hora de pedir. A veces solicitan y luego anulan porque no saben como les va a coger. Así que las ventas no van mejor que el año pasado. Al final hay roturas de 'stock'».

«Los clientes están más miedosos para pedir. A veces solicitan y luego anulan», afirma Ángel Gil, presidente de Asevin

Desde la Federación Española del Vino (FEV) resaltan también que los últimos datos de exportación de abril ya muestran una caída del 20% en las exportaciones globales de vino español al país norteamericano con respecto al mismo año anterior, por lo que existe un importante temor sobre el mantenimiento del arancel actual (10%) o incluso su posible incremento si quedase fuera del acuerdo. Algo que el propio director general de la patronal vinícola nacional, José Luis Benítez, ha llegado a advertir de que «podría ser demoledor para el sector».

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Y eso lo saben bien los grupos exportadores regionales de las tres denominaciones de origen que venden desde hace décadas en EE UU, entre los que hay grandes enseñas como García-Carrión, pero también históricas bodegas como las yeclanas Barahonda y Castaño, entre otras. «En nuestro caso –Viñas Familia Gil, con producciones en las denominaciones de Jumilla, Rioja, Priorat, Rías Baixas, entre otras–, no estamos por ahora en esas caídas, pero sí sabemos de otros que lo sufren», indica el represéntente de Asevin.

Eso sí, hay muchas dudas sobre el futuro ante las informaciones no oficiales que apuntan a que el vino podría ser utilizado como moneda de cambio en la negociación. Y es que las consecuencias de que el sector quede desprotegido dañaría a una actividad clave en el ámbito rural. Porque hay que tener presente que EE UU sigue siendo el principal destino de exportación de vinos de la UE, representando el 27% del total.

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