Una atención global que acompaña en el envejecimiento

Las personas con discapacidad están rompiendo barreras. Con tesón y esfuerzo están consiguiendo que la sociedad 'cambie el chip' y entienda que pueden ser independientes y hacer todo lo que se propongan. En este arduo camino del que aún quedan pasos por dar no han estado solos. Junto a las personas con discapacidad está, por ejemplo, Asido Cartagena, una entidad que atiende a personas con síndrome de Down y discapacidad intelectual que se constituyó en 1993 y que hoy sigue a pleno rendimiento para poder ofrecer a sus usuarios todo tipo de servicios (atención temprana, apoyo psicopedagógico, centro de día, empleo, vivienda de aprendizaje y ocio, entre otros) a través de los que se trabaja «en las necesidades de la persona en cada etapa y la capacita para que tenga oportunidades y una vida como cualquier otro», destaca la directora técnica de la entidad, Manoli Otón.

Por otro lado, Asido Cartagena no se queda solo ahí y también pone el punto de mira en los más allegados y en lo que estos necesitan a través del Servicio de Apoyo a las Familias. «Ayudamos a cada una de forma individualizada desde el diagnóstico prenatal. Trabajamos a nivel emocional el impacto que supone y las apoyamos para que puedan atenderles bien», recalca Otón, una idea que comparte la trabajadora social de Asido Cartagena, Cristina Cardoso, quien señala que «siempre se ha puesto la mirada en la transcendencia del núcleo familiar para el desarrollo de estos niños. Hay que trabajar con ellos en todas las etapas para ir resolviendo las necesidades que surjan y anticiparnos a ellas», subraya.

La importancia de una atención que englobe a todos les llevó a desarrollar programas como 'Acompañando a las familias', una iniciativa que el pasado septiembre comenzó su segunda edición gracias al apoyo de Fundación 'la Caixa', que la seleccionó en su Programa de Ayudas a Proyectos de Iniciativas Sociales y la premió con 28.950 euros para seguir haciéndolo realidad.

La primera edición del proyecto englobó las prestaciones del Servicio de Apoyo a las Familias y abarcaba todas las etapas vitales para acompañar a usuarios y allegados «en las necesidades y demandas que les surgen», indica Cardoso. Entre las actuaciones, que siguen vigentes en esta segunda edición, destacan entre otros el asesoramiento, la formación, la gestión emocional y la creación de grupos de apoyo de padres, hermanos y abuelos en los que estrechan lazos y ponen en común sus preocupaciones.

Acercarse a las familias y escucharlas descubrió a los profesionales de la asociación un área que estaba poco tratada y que era necesario abordar: el envejecimiento, tanto del usuario como de sus seres queridos. 'Acompañando a las familias II' se centra en esta etapa, que es la que genera más preocupación a los padres «porque piensan en qué va a pasar con su hijo cuando ellos falten», ilustra la técnico social. Además, es entonces cuando la persona con discapacidad y sus progenitores «cambian los papeles. Siempre hemos pensado que ellos dependen de sus familiares y vemos que conforme se hacen mayores los padres se convierten en cuidadores, lo que a veces también limita que puedan cumplir su proyecto de vida», resume Cardoso.

Para dar respuesta a todo esto, 'Acompañando a las familias II' incluye un trabajo de reflexión sobre el futuro que engloba el apoyo emocional y jurídico, la atención a las necesidades puntuales de cada individuo y la búsqueda de alternativas residenciales para los usuarios adultos de Asido Cartagena que lo necesiten. Esto se traduce en un asesoramiento personalizado y un análisis exhaustivo para identificar y estudiar las opciones disponibles en su entorno (residencias, pisos tutelados etc.) en aquellos casos que sea necesario.

Esta demanda ha incentivado también la lucha de Asido Cartagena por que se aumenten las viviendas para personas con discapacidad «porque ahora mismo hay muy pocas ofertas, hay listas de espera y es difícil acceder a esos recursos». Ante estos problemas, la entidad ha dado un paso al frente y trabaja para tener en un futuro un nuevo modelo de vivienda «donde tengan voz, puedan elegir las personas con las que viven, participar en el día a día y ser, en definitiva, protagonistas de su vida. Lo que hay ahora son modelos asistenciales en los que no lo son. Estas son necesidades que surgen con la edad y tenemos que estar ahí, acompañando a las familias», detalla la directora.

La búsqueda de esa vida autónoma de sus usuarios va en sintonía con el fin último de la entidad: favorecer la integración social y laboral de sus miembros y promover que hagan un proyecto de vida propio e independiente, apoyados de forma puntual por profesionales. «Aunque vamos dando pasos en este sentido no se les dan suficientes oportunidades. En ese aspecto nosotros estamos trabajando en el empoderamiento de las personas con discapacidad», resalta Manoli Otón, quien pone a la entidad como ejemplo al incorporar el año pasado a uno de sus miembros como parte de la junta directiva de Asido Cartagena. «Queremos que ellos reivindiquen lo que quieren», sentencia.

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