Astrapace celebra 45 años de su servicio de Atención Temprana

Son lugares de aprendizaje, apoyo, superación y enriquecimiento. Forman parte de la etapa vital de una parte de la población infantil de la Región de Murcia y actúan como faro de luz para sus familiares. Los Centros de Atención Temprana de la Asociación para el Tratamiento de Parálisis Cerebral y Patologías Afines (Astrapace) se han convertido en espacios de felicidad, sin aditivos.

Esta actividad comenzó en los años 80 como respuesta a una necesidad social: atender las necesidades transitorias o permanentes que presentan los niños con trastornos en su desarrollo o que tienen factores de riesgo que puedan afectar al mismo. Tal es la demanda, que Astrapace cuenta con tres centros de la Comunidad, ubicados en el barrio del Infante (Murcia), Molina de Segura y La Alberca (Murcia), por donde han pasado a lo largo de estos últimos 45 años más de 5.000 menores, acompañados de sus padres, hermanos, abuelos y tutores legales.

La asociación, además, se complementa con la Unidad de Escolares, Centro de día y Vivienda, Servicio de Empleo y Servicio de Promoción de la Autonomía Personal (Sepap), con el fin de lograr la autodeterminación y el crecimiento personal.

Los Centros de Atención Temprana de Astrapace son, en la actualidad, toda una institución a nivel regional, gracias a su alcance, impacto y resultados. De hecho, son una referencia en parálisis cerebral y trastornos del neurodesarrollo, aunque su cobertura abarca también de forma especializada otras patologías, como los trastornos del espectro autista, la discapacidad intelectual y el riesgo biológico y psicosocial.

En suma, esta unidad de Astrapace atiende, a día de hoy, a más de 400 menores, que acuden a los tres centros en diferentes turnos. En todo momento, están atendidos por un equipo humano multidisciplinar integrado por 38 profesionales de diversas especialidades (psicología, pedagogía, logopedia, fisioterapia, terapia ocupacional y trabajo social) y muy comprometidos en la evolución de cada usuario y su entorno.

Otra de las señas de identidad de estos Centros de Atención Temprana es su apuesta firme y sostenida por involucrar a las familias en el desarrollo de la población infantil, a través de un servicio de atención especializado. Así, realizan una serie de actividades tanto individuales como grupales durante todo el año con el objetivo de proporcionarles información, formación y apoyo emocional.

«Fuimos pioneros en la Región de Murcia en apostar por que las familias participaran en la sala de tratamiento, ya que son parte esencial en la consecución de los objetivos», subraya Laura Fontes, directora de Atención Temprana de Astrapace. Precisamente, esta inmersión en familia permite a los profesionales de la asociación disponer de ítems más precisos para optimizar y reconducir la estrategia de desarrollo, dando prioridad, por ejemplo, a que el menor aprenda a vestirse de forma autónoma antes que hacer otra actividad.

Entre esas actividades, destacan la 'Escuela de padres nuevos', para explicarles los servicios de Atención Temprana y ponerles en contacto con otros progenitores que se encuentran en la misma situación; los programas de intervención, para que los padres fomenten la autonomía de sus hijos, y los talleres dirigidos a hermanos y abuelos, para que también formen parte de esta carrera de fondo dada la responsabilidad y tiempo que pasan juntos, en los que se abordan, por ejemplo, el control de conducta inadecuada en cuanto a la alimentación o la vuelta al cole.

A esto se suma el soporte jurídico y el programa de asesoramiento contra el acoso escolar, el cual tiene como finalidad la prevención, detección y actuación ante el bullying, tras la demanda de las familias y los propios usuarios que han sufrido algún episodio de esta lacra.

En la senda de potenciar la capacidad de desarrollo y bienestar de los niños, los Centros de Atención Temprana ofrecen dos modalidades de tratamientos: ambulatorio y prácticas centradas en la familia, en función de sus necesidades y de su entorno.

El programa ambulatorio incluye la estimulación sensoriomotriz, que es el tratamiento base y abarca todas las áreas de desarrollo; la logopedia, que aplica la terapia miofuncional para la prevención y rehabilitación de las disfunciones o desequilibrios de los músculos orofaciales.; la psicomotricidad, y la fisioterapia, que apuesta por el método de la hidroterapia, el cual se basa en la utilización del agua con fines terapéuticos. Sobre esto último, cabe indicar que Astrapace es la única asociación en la Región de Murcia que cuenta con vaso rehabilitador en su centro del Infante, al cual también asisten menores de Atención Temprana procedentes de otras asociaciones.

Astrapace también fue pionera en la Comunidad en adoptar la modalidad centrada en la familia, que consiste en que el equipo multidisciplinar de Atención Temprana se desplaza a los hogares o centros educativos de los usuarios para llevar a cabo los tratamientos en su entorno natural, al tiempo que «los familiares se involucran y ganan competencias en el aprendizaje», explica Natalia Matas, coordinadora técnica de Atención Temprana de Astrapace. Trabajar la rutina de la comida o enseñar a las familias a comunicarse con el niño que no verbaliza son algunas de las actividades que realizan.

Por su buena acogida y buena prensa, la asociación confía en seguir potenciando todavía más estas prácticas e incluso extrapolarlas al modelo ambulatorio, dada la calidad y efectividad conseguidas.

Alicia, José María, Adrián, María, José Miguel y Héctor forman parte de la historia de Astrapace. Desde muy pequeños, estos jóvenes pertenecen a la asociación, que «nos ha ayudado en todas las etapas de nuestra vida y lo sigue haciendo», aseguran, agregando que «nos dieron todo lo necesario para que tuviéramos la atención que necesitábamos». Durante su etapa en Atención Temprana, recuerdan la atención y el cariño que les proporcionaron el equipo humano de su centro de referencia, situado en el barrio del Infante de Murcia. «Aprendimos a ser niños felices», destacan, para a continuación reconocer que «nuestras primeras palabras, pasos, conocimientos... los conseguimos gracias a los profesionales que teníamos a nuestro alrededor».

Actualmente, estos jóvenes acuden al centro de día que Astrapace tiene en la pedanía murciana de Zarandona, «nuestra segunda casa», califican, y donde «hemos conseguido una recuperación física y, en algunos casos, mental». Por ello, algunos de ellos buscan empleo a la vez que estudian sus propios cursos, ya que «somos capaces de decidir por nosotros mismos y de formar nuestro propio grupo de trabajo».