La alcaldesa de Alhama se aferra a la expulsión del edil Sibina de su partido para salvar la moción

El próximo miércoles, a las doce del mediodía, está previsto que el Ayuntamiento de Alhama de Murcia cambie de signo político. Con la salida del edil de Alhama@una, Antonio Sibina, del actual equipo de gobierno y con el posterior anuncio de una moción de censura, en la que el edil localista formaría parte de un nuevo gobierno junto a Izquierda Unida y el Partido Socialista, la actual alcaldesa, la popular María Cánovas, pasaría ese mismo día a la oposición.

Pero este cambio de rumbo del edil independiente le ha costado la expulsión de su agrupación, decisión tomada por la mayoría absoluta de la formación, que acusa a Sibina de «tomar la decisión de forma unilateral, sin debate, participación ni votación», destacando que se habría «saltado los principios democráticos y el acuerdo de gobernabilidad» vigente y firmado entre la agrupación y el Partido Popular.

Precisamente, la expulsión de Sibina de su partido puede ser el gran obstáculo, a juicio de María Cánovas, para que dicha moción de censura llegue a buen puerto. La actual alcaldesa se encuentra a la espera de la incorporación del secretario municipal tras el periodo vacacional de Navidad, para que este valore el artículo 197 bis de la Loreg. «Según los informes técnicos, con esta ley en la mano, los votos de un concejal expulsado de una agrupación de electores no cuentan en una moción de censura para alcanzar la mayoría absoluta», explicó ayer la regidora, a la espera del informe definitivo del secretario.

Sin embargo, fuentes del PSOE aseguraron este viernes que el artículo al que hace referencia María Cánovas «fue derogado por el Tribunal Constitucional en 2017», por lo que el clavo ardiendo al que se intenta agarrar la alcaldesa para salvar la moción de censura no le sería válido para seguir ocupando el sillón de la alcaldía.

Si todo discurre según lo previsto por los concejales de los tres partidos de la actual oposición, una vez haya prosperado dicha moción de censura, la nueva alcaldesa sería la socialista Rosa Sánchez. Ayer, las tres formaciones presentaban los 50 puntos de su compromiso de gobierno, en el que los 11 concejales de los tres grupos políticos formarían parte del nuevo equipo con concejalías delegadas.

Entre los puntos más destacados, aparece una bajada del coste político, con la reducción de cargos de confianza. Retomar las obras del parque de La Cubana, paralizadas tras las elecciones municipales, es otro de los objetivos, con la recuperación de la fase uno, es decir, la recuperación del proyecto de remodelación de la zona, dejando fuera el balneario. La remodelación de la plaza de la Constitución continuaría su proceso.

Con el cambio de gobierno, el Ayuntamiento retomaría también la propuesta de la creación de una empresa pública del agua y la reclamación contra la empresa Socamex, a la que, según acuerdo de Pleno, se le pedían más de 2,5 millones de euros. También se elaboraría un nuevo pliego de condiciones para la licitación de un contrato de recaudación municipal. Otro de los puntos destacados es el de impulsar la construcción de una nueva residencia de mayores, así como exigir a la Comunidad la ampliación de la actual residencia.

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