Brotes de peste porcina en Centroeuropa ponen en alerta al sector en la Región de Murcia
Coag, que pide extremar los controles, calcula que 5.000 animales entran en cebaderos de la Comunidad de las compras que Aragón y Cataluña hacen en Holanda cada año
El potente sector porcino de la Región de Murcia está muy vigilante en estos primeros meses del año ante la amenaza que podría representar la ... enfermedad animal de la peste porcina africana (PPA) tras haberse registrado ya algunos brotes en numerosos países como Alemania, Polonia, República Checa, Bulgaria, Rumanía, Grecia, Italia, entre otros, tanto en producciones ganaderas como en casos silvestres de jabalíes. Por ello, desde la coordinadora agraria Coag instan a extremar la vigilancia y los controles en las importaciones de lechones para minimizar los riesgos. Hay que tener en cuenta que las grandes empresas productoras pueden traer desde Centroeuropa miles de cabezas cada mes a los cebaderos repartidos por la Comunidad.
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Dentro de la llamada a la responsabilidad que se hace desde la organización que dirige a nivel nacional el lorquino Miguel Padilla, se insiste por tanto a las grandes integradoras de porcino que lideran el proceso de cría y engorde de los cerdos que eleven tanto las inspecciones como que que lleven a cabo un mayor ajuste en el volumen de los importaciones de los lechones. Y es que la aparición de un foco de peste en España, aunque fuera de un animal silvestre, podría suponer que se cerraran la mayoría de los mercados internacionales para la carne de cerdo nacional, con el consiguiente impacto en pérdidas económicas millonarias.
Aunque en principio la ganadería porcina de la Región está menos expuestas de forma directa que las dos regiones líderes del sector, como son Cataluña y Aragón, ya que estas se abastecen de forma masiva de lechones procedentes de Países Bajos, mientras que los criadores murcianos están más centrados en proveedores de Portugal, la realidad es que tampoco se escapa del grave peligro. Y es que se calcula que de los 2,4 millones de lechones que llegan cada año hasta tierras catalanas y aragonesas desde tierras holandesas, unos 5.000 acaban finalmente trasladados a la Comunidad.
La cuota regional de producción de porcino alcanza el 7,2%, que la sitúa tras Cataluña, Aragón y las dos Castillas
Hay que tener en cuenta que en 2022 el sector porcino español importó hasta 3,23 millones de cabezas de ganado porcino vivo, por un valor de cerca de 269 millones de euros. Y la mayor parte, es decir el 58,4%, procedían de Países Bajos, seguido de Portugal, Bélgica, Dinamarca y Alemania. Un volumen que absorbe principalmente Cataluña, que representa más del 40% de toda la producción del país, frente a Aragón (19,9%), Castilla y León (12,1%), Castilla-La Mancha (8%) y Región de Murcia (7,2%).
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«La cercanía entre fronteras de algunos de los países afectados por algún caso y los múltiples desplazamientos suponen un riesgo muy elevado a nivel de sanidad animal», advierte el responsable del sector porcino de Coag, Jaume Bernis, porque como ha dejado claro en muchas ocasiones «un único caso de PPA puede hacer arruinar los logros conseguidos que han hecho de España el primer productor de cerdo en Europa», además de estar al frente en comercio exterior.
No obstante, en el último ejercicio las exportaciones del sector porcino español han retrocedido, respecto al año anterior, un -5,2% en volumen. Sin embargo en valor económico han crecido un 7,3%, situándose en 8.278,97 millones de euros.
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Las principales enfermedades han entrado por carretera, pese a la bioseguridad en las granjas
Coag advierte de que las principales enfermedades que han afectado al territorio nacional han entrado por carretera. La peste porcina clásica (PPC) en el año 2000 y el síndrome reproductivo y respiratorio (PRRS) con las diferentes cepas 'Bisbal' y 'Rosalía' en 2021, son un claro ejemplo. Por ello, insisten que puede existir un grado muy alto de bioseguridad en las granjas, tal como sucede en la Región de Murcia, así como en el conjunto de España, pero producirse a su vez una hecatombe sin un máximo control del origen, la trazabilidad, la limpieza y desinfección o el control de las cargas y descargas del transporte.
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