Alberto José Lens: «Ser militar exige sacrificios, pero es todo menos monótono y da seguridad a tu país»

«Lo único imposible es aquello que no intentas». Alberto José Lens Blanco (Ferrol, 1969), piloto del Ejército del Aire, cita el lema de la Patrulla Acrobática de Paracaidismo (Papea) de esta sección de las Fuerzas Armadas para resumir el espíritu de sacrificio y superación de los militares, unido al «servicio a los demás». Coronel jefe de la Base Aérea de Alcantarilla y director de la Escuela de Paracaidismo Méndez Parada desde julio de 2022, situadas ambas en la pedanía murciana de Sangonera, seguirá un año más en estas responsabilidades por decisión del Ministerio de Defensa. «Orgulloso» de los 76 años de la Escuela como referencia nacional e internacional y «encantado» con su continuidad, mantendrá entre sus objetivos reforzar los lazos con los ciudadanos e instituciones de la Región de Murcia. A ella, recuerda a LA VERDAD, le une el haber estado varios años en la Academia General del Aire (AGA) de San Javier. Además, comenta, su mujer y dos de sus hijos «son murcianos» de nacimiento.

-El lunes celebraron el 76 aniversario del primer lanzamiento paracaidista militar en España, que fue en esta base. Y en 2023 conmemoraron los 75 años de la Escuela Militar de Paracaidismo Méndez Parada. ¿Qué suponen para ustedes estas efemérides?

-Nosotros estamos muy orgullosos de la historia de la Escuela. Fuimos los pioneros del paracaidismo militar en España y lo celebramos cada año. Aquellos pioneros fueron muy valientes, fueron hombres que, con medios muy precarios y mucha incertidumbre porque no habían saltado nunca, se animaron a empezar. Todos los que nos han precedido han llevado al paracaidismo militar español al máximo nivel mundial. Hemos tenido varios campeones del mundo y la Papea (Patrulla Acrobática de Paracaidismo del Ejército del Aire) es el equipo de demostración del Ejército del Aire y del Espacio y representa a España en campeonatos internacionales.

-¿Cuál es la estructura de la Base Aérea, cuántos efectivos hay y qué funciones tienen asignadas?

-Ahora mismo, aquí en la Base de Alcantarilla hay dos unidades independientes entre sí: la Escuela Militar de Paracaidismo Méndez Parada y el Escuadrón de Zapadores Paracaidistas. Aproximadamente, aquí trabajamos 700 personas, de las cuales unas 460 pertenecen a la Escuela, que es la que mando yo y en la que 310 son personal de tropa y el resto son cuadros de mando. Aproximadamente, un 14% son mujeres. La Escuela es el centro de referencia de las Fuerzas Armadas en tres ámbitos: paracaidismo, formación de los controladores de ataque terminal conjunto y entrenamiento del personal de las Fuerzas Armadas en supervivencia, evasión, resistencia y extracción. Somos el único centro de las Fuerzas Armadas que puede proporcionar esta formación y nuestros alumnos pertenecen a todos los ejércitos: el Ejército de Tierra, la Armada y, por supuesto, el Ejército del Aire y del Espacio, además de la Guardia Civil y de la Policía Nacional. También formamos a alumnos de países amigos y aliados.

-¿Cuántas personas reciben formación cada año?

-Entre 1.000 y 1.100 alumnos. En 2023, realizamos 39 cursos de diferente nivel. Uno es el curso básico de paracaidismo, donde todos los militares españoles que saltan por primera vez lo hacen aquí. Dura dos semanas y se realizan seis saltos. Y hay cursos más complejos, como los de salto de alta cota con empleo de oxígeno y equipo de combate. Contamos con profesores y con medios que cumplen los estándares de la OTAN, como el simulador de los controladores de ataque terminal conjunto. En operaciones especiales, que a veces se realizan a 20.000 o 30.000 pies de altura, hay que ser eficaz al batir el objetivo y evitar daños colaterales.

-En los conflictos bélicos modernos, donde se utilizan nuevas tecnologías como los drones, ¿la figura del paracaidista ya no es tan relevante o por el contrario sigue teniendo una importancia estratégica y es insustituible?

-En la actualidad sí, sigue teniéndola, porque el elemento humano para determinadas operaciones no ha sido sustituido. En el Ejército del Aire: el paracaidismo está diseñado para equipos muy especializados, muy pequeños, que realizan operaciones especiales. Por su complejidad y riesgo, tienen que ser discretas y se tienen que tomar decisiones en el propio terreno. De ahí la existencia de nuestro Escuadrón de Zapadores Paracaidistas, que ahora mismo está desplegado en Irak, porque un rol importante de las operaciones especiales es proporcionar formación a militares de otros países. Ellos son capaces de saltar de noche desde muy alto, de forma que ni se les vea ni se les oiga, y de abrir el paracaídas muy abajo. Tienen el equipo necesario para ir a hacer lo que sea, como rescatar a un rehén o proteger a personas que están en peligro. Hoy en día, eso tiene que hacerlo una persona.

-¿Cuál es el gran reto actual del paracaidismo militar y dónde diría que está la frontera de lo que puede hacer un paracaidista?

-Los retos son diversos. En los últimos tiempos, hemos centrado el esfuerzo en mejorar la seguridad y la operatividad. Trabajamos mucho con las cintas que se emplean para saltar del avión, con el material con el que se hacen los paracaídas, con cómo se elabora el paracaídas de emergencia. También trabajamos con la ropa, porque ahí arriba hace mucho frío, y los equipos de respiración autónoma se van mejorando. Y, en operatividad, hemos ido fabricando paracaídas que nos permiten navegar lo más lejos posible. Permiten recorrer 50 kilómetros. El lema de la Papea es que lo único imposible es aquello que no intentas. La Papea experimenta con nuevo material. ¿Dónde está el límite? Pues no lo sé, pero nuestro objetivo es cada vez poder saltar más alto, llegar más lejos y hacerlo con mayor seguridad.

-¿Qué relación tienen con la Brigada Almogávares VI de Paracaidistas (Bripac), cuya sede está cerca de aquí, en Javalí Nuevo?

-Inmejorable. De nuestros alumnos, entre 600 y 650 son del Ejército de Tierra, o sea, la mayoría. Le siguen el Ejército del Aire, con 270-280; la Armada, con unos 40-50: la Guardia Civil, con 40-50, y los alumnos extranjeros. Y siete profesores son del Ejército de Tierra.

-¿Qué le diría a los jóvenes que se planteen ingresar en las Fuerzas Armadas y a sus familias?

-Yo ingresé en 1989. Y con la perspectiva de todos los años de servicio, yo le diría a la gente joven que la carrera militar, que es de servicio a los demás, tiene muchas exigencias, porque con frecuencia nos exige cambiar de localización. Y a veces implica sacrificios familiares. Pero proporciona muchísimas satisfacciones. El trabajo es muy intenso y muy bonito, es lo contrario a monótono y aburrido. Hacemos misiones muy variadas y con un nivel de exigencia física y de preparación que hace que nuestra vida sea muy interesante. Te permite, dentro de una misma profesión, tener vidas completamente diferentes. Yo he tenido la oportunidad de desarrollar mi profesión en tres países. Por esto y porque sirve para proporcionar seguridad a los ciudadanos de mi país, yo digo que no hay mejor profesión que la mía.

-Usted muestra un empeño especial en dar a conocer más la Base Aérea y la Escuela entre los ciudadanos de la Región de Murcia y estrechar lazos con las instituciones. ¿Qué objetivos tiene?

-Nosotros queremos que nos conozca el mayor número de personas posible, de la Región y de fuera. Es un objetivo muy importante. Los murcianos nos conocen, nos quieren un montón y nos apoyan muchísimo. Cuanto más cerca están de nosotros, más nos quieren. Los alcantarilleros sienten la base como una parte muy importante de su ciudad. La base está en el municipio de Murcia, pero muy próxima a ellos. Y nos ven saltar y volar. Tenemos mucha relación con el Ayuntamiento de Alcantarilla, con el de Murcia, con la alcaldesa pedánea de Sangonera, ayer estuvo aquí la alcaldesa de Fuente Álamo, para la apertura del Año Jubilar de Caravaca de la Cruz nos pidieron que saltara la Papea con la bandera de España...

-Ha habido una petición especial al Ayuntamiento de Murcia.

-Sí. José Antonio Ballester, persona cercana a la Base, ha pedido al alcalde que en Murcia haya una plaza o una calle que se llame Escuela Militar de Paracaidismo Méndez Parada. Siendo una base que está en el municipio de Murcia, igual que otras unidades militares que tienen su calle o su plaza, esta no debería ser menos. Llevamos 75 años en el municipio y los murcianos nos quieren un montón. Yo creo que estarían encantados.

-¿Tienen prevista alguna actividad especial para este año?

-Sí. La X Carrera Base Aérea de Alcantarilla, que tendrá lugar el 10 de marzo. Queremos hacer una celebración por todo lo alto. Tendrá un recorrido de 14 kilómetros y otro de 7 kilómetros y medio por el municipio de Alcantarilla, el de Murcia y la Base Aérea. Es una carrera muy bonita y solidaria, cuya recaudación irá a diversas asociaciones benéficas.

-¿Qué previsión tiene sobre su continuidad en el cargo?

-Me han comunicado que voy a continuar un año más. Estoy encantado, porque es lo mejor que he hecho en mi vida profesionalmente. Y tengo la inmensa suerte de que mi familia me apoya. Además, tengo vínculos especiales con la Región de Murcia. Yo soy piloto y estuve varios años en San Javier, en la Academia General del Aire. Y mi mujer y dos de mis hijos son murcianos.

-¿Destacaría alguna anécdota personal de este periodo?

-Yo no había salido en mi vida, nunca, en una procesión y el año pasado salí en seis, encantado. Salí en Murcia, Cehegín y Alcantarilla, donde porté el trono. Ahí te das cuenta de lo importante que es la presencia de las Fuerzas Armadas en estas manifestaciones de la religiosidad popular, que se deben entender también desde el punto de vista cultural y de nuestras tradiciones. Te das cuenta del cariño que nos tienen y de lo importante que es para los ciudadanos de la Región que estemos ahí.

«Esta base tiene un monumento a los paracaidistas caídos muy querido y simbólico, pero es muy sencillo, muy pequeño. Aquí ha habido varios caídos en acto de servicio. Hace años chocaron dos aviones en vuelo y murieron las tripulaciones y los paracaidistas. Nosotros percibíamos que el monumento no era suficientemente simbólico para honrar a nuestros caídos. Y me embarqué en este proyecto», cuenta el coronel Lens sobre la iniciativa de instalar este año en el patio de armas de la Base Aérea de Alcantarilla un grupo escultórico en memoria de estos militares.

«Se lo propuse a María Luisa Martínez León, una artista de Alcantarilla de una familia de una tradición muy larga de escultores. Su abuelo hizo el Cristo de Monteagudo y su padre es un escultor reconocido», explica el jefe de la Base sobre la doctora en Bellas Artes por la Universidad de Valencia y profesora de la Escuela de Arte de Murcia. Martínez ya hizo un mural conmemorativo del 75 aniversario de la Escuela Militar de Paracaidismo Méndez Parada. Lens anima a personas y entidades a realizar aportaciones a la Fundación de Aeronáutica y Astronáutica Españolas (FAAE), para apoyar el micromecenazgo de financiación del monumento.

Temas

• Región de Murcia
• Alcantarilla
• paracaídas