Sánchez: «Si demuestran que miento, nadie tendrá que señalarme el camino»

Hubo contactos, pero nunca llegó a firmarse nada, así que nada es punible. Esa es la 'coartada' que sigue poniendo sobre la mesa el presidente de la Región, Pedro Antonio Sánchez, para intentar salir indemne de las acusaciones de la Guardia Civil en relación con la 'trama Púnica' de presunta corrupción. «Jamás, ni yo ni nadie de mi equipo, hemos contratado a estas empresas que se investigan», zanjó ayer Sánchez. Eso sí, admitió que «durante un año hubo propuestas, contrapropuestas» pues «eran muy insistentes». Sin embargo, se defendió el presidente de la Comunidad, «nunca se contrató ni se ha pagado una factura. Pero ni un euro. Y no lo digo yo, lo dicen certificados oficiales que acreditan que nunca ha habido relación con estas empresas y la Administración en la que he tenido responsabilidad». «Lo cierto es que no contratamos y hoy me alegro más que nunca», sentenció ayer el jefe del Ejecutivo murciano.

«Frente a conjeturas, los hechos», añadió el presidente de la Comunidad para insistir en que «jamás se ha contratado, pagado o ha habido un vinculo de trabajo con estas empresas». «Si alguien pudiera demostrar que estoy mintiendo, no daría lugar a que nadie me señale el camino, pero nadie nunca podrá demostrar lo que no existe», afirmó en declaraciones a la Cadena Cope recogidas por Europa Press. «Podemos afirmar con rotundidad y claridad que jamás ni se ha contratado, encargado ni ha habido un acuerdo ni un encargo de trabajo y esa tranquilidad le tiene que quedar a todo el mundo. Hay quien aprovechará esto para otras cosas. Pero la verdad, frente a conjeturas, es esa», ilustró Sánchez.

Rajoy, Soraya y Génova

Las informaciones reveladas en el documento que la UCO ha hecho llegar al juez Eloy Velasco provocaron ayer un terremoto político de dimensiones estatales cuyas consecuencias aún están por ver, pero que llegó a todos los telediarios y medios nacionales y que motivó reacciones en todos los partidos políticos y también de varios miembros del Gobierno en funciones, incluido el presidente, Mariano Rajoy. «Aquellas personas que comentan actos contrarios a la ley serán apartados, como ya hemos hecho con muchos otros del PP», señaló Rajoy, quien matizó así sus palabras del lunes, cuando aseguró que Sánchez «ha demostrado que no contrató nunca con empresas de la 'trama Púnica' cuando era consejero de Educación». No obstante, Rajoy recordó ayer que Sánchez ha sido investigado previamente «muchas veces y en todas se archivó el caso, por lo que tenemos que ser prudentes». En los mismos términos se expresó la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, quien pidió ser «muy rigurosos con los procedimientos judiciales y muy exquisitos con la presunción de inocencia».

Es la misma línea argumentaria empleada desde los despachos de Génova, desde donde se intentó transmitir un mensaje de absoluta tranquilidad, cuando no de incredulidad ante el desarrollo de las actuaciones policiales. El vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez-Maillo, aseguró que en el partido «tenemos absoluta tranquilidad, porque no hay caso». También se refirió al 'bombazo' informativo murciano el vicesecretario de Sectorial del PP, Javier Maroto, quien dijo que ayer habló con Pedro Antonio Sánchez «y me ha negado haber contratado con una empresa de la trama 'Púnica'». A su entender, hay que ser «contundente» contra la corrupción pero también «riguroso» y tener «cuidado con llevarse a un inocente por delante».

También salió a la palestra ayer la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, que cree que cuando ven la luz este tipo de noticias sobre indicios hay una intención «muy concreta», que es la voluntad de «embarrar». En este sentido, subrayó a Telecinco que «el daño político y personal» para el presidente de Murcia «ya no tiene reparación posible».

«Al nivel de Valencia»

Sin embargo, desde el resto de partidos no tardaron en afilar las hachas para seguir haciendo leña del árbol murciano. El líder del PSOE y candidato a la presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, dijo ayer que Ciudadanos debería promover una moción de censura contra el presidente de la Región tras conocerse el contenido del informe de la UCO. Sánchez, que el lunes ya pidió al partido de Albert Rivera que deje de apoyar al Gobierno del PP en la Asamblea Regional, dio ayer un paso más al admitir que, a su juicio, C's debería incluso activar esa moción de censura.

El líder socialista, además, remarcó que en Murcia no es el «primer caso, ni el segundo ni el tercero» de corrupción, sino que esta lacra está «muy presente en la vida política y social» de la Región, que «acumula muchos casos» en los últimos años, «al nivel de Valencia, aunque mediáticamente no haya tenido tanta relevancia». Por eso, Sánchez defendió que Murcia necesita «regeneración» y que es «injustificable» que Ciudadanos siga apoyando al ejecutivo autonómico del PP.

«¿Quién ha sido?»

Otro de los ministros en funciones del gabinete de Rajoy que se ha referido en las últimas horas al nuevo 'caso Sánchez' fue el del Interior, Jorge Fernández Díaz. Aunque lo hizo para decir que «sería bueno» que se investigara el delito de revelación de secretos que, según dijo, se ha cometido al salir a la luz el informe de la UCO que recoge pruebas contra Pedro Antonio Sánchez en el marco del 'caso Púnica'. «Haremos un favor al Estado de Derecho si se acaba con estas prácticas», subrayó en declaraciones a 13tv. Eso sí, eludió referirse a la presunta implicación de Sánchez en la 'Púnica' alegando que cualquier pronunciamiento al respecto supondría «incurrir en un delito de revelación de secretos». Lo que sí pidió es acabar con filtraciones en un «momento sensible», con unas elecciones a la vuelta de la esquina. «Es muy difícil no pensar que no hay intencionalidad política en ese tipo de actuaciones», indicó el ministro en funciones, que dijo que «intentar sacar rédito político de la corrupción es malo para todos». «Desearía profundamente saber quién ha sido» el autor de la filtración, concluyó Fernández Díaz.

Las palabras del ministro del Interior en funciones encontraron contestación en el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, quien afirmó que los ministros «no están para dar muchas lecciones sobre filtraciones» de ciertas informaciones a los medios de comunicación porque a veces es el propio Gobierno «el que las ha hecho». «No se puede investigar una filtración solo cuando afecta al partido del Gobierno» mientras que «cuando el Gobierno o alguien cercano al Gobierno filtra cosas, es simplemente libertad de información». «Culpar al mensajero es intentar esquivar el debate», aseguró Rivera.

También contestó el portavoz de Podemos, Íñigo Errejón, quien acusó a Fernández Díaz de lanzar «amenazas veladas» a los jueces o a la Guardia Civil insinuando «a quién pueden investigar y a quién no». En declaraciones en el Congreso, Errejón aseguró que Fernández Díaz podría haber lamentado las filtraciones en «todos los casos» y calificó como «extraordinariamente grave» que sea el ministro «solo del partido que gobierna. Un ministro del Interior que fuera profesional y se debiera a todos los españoles» ofrecería toda la colaboración y la transparencia «para que a ningún ciudadano cuando vaya a votar estas elecciones le quepa ninguna duda de que el presidente de Murcia puede estar implicado en esa trama de corrupción».