Más de 1.400 trabajadores del SMS no acudieron a vacunarse frente a la Covid

Fuentes de la Consejería aclaran que algunos de estos sanitarios pueden haberse vacunado posteriormente, en los puntos de inmunización masiva habilitados para la población general. Pero el SMS, de momento, no lo ha comprobado. Lo cierto es que, al menos de entrada, estos 1.422 trabajadores de la sanidad pública regional rechazaron las vacunas pese a la evidencia científica que las respalda, y pese a que las dosis de Pfizer, Moderna y AstraZeneca se vislumbraban como la única forma de frenar el colapso que durante la pandemia han sufrido los hospitales y centros de salud.

Este 5,69% de trabajadores sanitarios sin vacunar no incluye a quienes no acudieron a recibir sus dosis porque estaban infectados en ese momento o porque se habían contagiado y todavía no había pasado el plazo establecido. Los porcentajes de quienes decidieron no vacunarse en su momento oscilan entre el 6,7% de los celadores, el 4,7% del personal de administración, el 6% de los auxiliares de Enfermería o el 5,7% de los enfermeros.

«Son porcentajes muy altos, que me sorprenden. Es posible que haya profesionales que se hayan vacunado después. Mi percepción era que se había vacunado casi todo el mundo, pero es cierto que es una decisión personal y por tanto tampoco podemos saberlo», señala Alberto Torres, jefe de Medicina Preventiva de La Arrixaca. Fernando de la Cierva, director médico del Reina Sofía, también se muestra sorprendido. «No sé en otras categorías profesionales, pero solo conozco un caso de un médico sin vacunar», explica. Lo cierto es que el 4,4% de los facultativos de Atención Especializada no acudieron a recibir sus dosis durante la campaña desarrollada en el SMS, según la información facilitada por la Consejería. Entre los médicos de familia y los pediatras de Primaria, el porcentaje sube al 5,2%.

«Es difícil de entender que un profesional que debe hacer pedagogía para que la población se vacune, luego no lo haga. Es poco comprensible», censura Jesús Abenza, vicepresidente de la Sociedad de Medicina Familiar y Comunitaria (Smumfyc). «No se puede obligar a nadie a vacunarse. La pelota está en el tejado de la Consejería y del Ministerio, porque a la hora de establecer la obligatoriedad o no, la decisión debe tomarse de forma consensuada o mayoritaria en el Consejo Interterritorial de Salud», subraya.

Tanto el director médico del Reina Sofía, Fernando de la Cierva, como Alberto Torres, jefe de Medicina Preventiva de La Arrixaca, son abiertamente favorables a la obligatoriedad de la vacunación del personal sanitario. «La legislación no lo permite, pero debería cambiarse. Por responsabilidad, vacunarse tendría que ser obligatorio en residencias y en hospitales. Un brote de Covid en un hospital es lo peor que nos puede pasar», lamenta De la Cierva. Alberto Torres coincide: «No acudir a vacunarse no es aceptable, es un riesgo muy grave para los pacientes. Igual que se ha implantado el lavado de manos, debemos vacunarnos».

La Consejería de Salud, que se ha mostrado abiertamente favorable a la obligatoriedad de la vacunación del personal sociosanitario en residencias de mayores, es menos rotunda en el caso de su propia plantilla. «La vacunación no es obligatoria, y en caso de hacerse tendría que pasar por una actualización de la estrategia del Ministerio. Pero se baraja la posibilidad de hacer campañas para animar a vacunarse», explica un portavoz de este departamento. «Lo que queremos es que todos nuestros profesionales estén vacunados. Veremos la fórmula para animarlos a que se vacunen», insiste la Consejería.