Boze Hancock y Alison Debney, ayer con un cultivo experimental de ostras en Lo Pagán. ANTONIO GIL

«Las ostras no son una solución mágica, pero ayudarán al Mar Menor»

Los expertos en restauración marina con bivalvos Boze Hancock y Alison Debney participan hoy en Cartagena en la clausura del proyecto RemediOS del IEO

Jueves, 15 de septiembre 2022, 02:50

¿Puede un ejército de ostras salvar el Mar Menor? La respuesta la da Boze Hancock, experto en restauración de ecosistemas marinos de la organización ... The Nature Conservancy: «No son una solución mágica, pero le ayudarán». El científico norteamericano, técnico de referencia mundial en la biorremediación con bivalvos, participa hoy en Cartagena –Teatro Romano, de 9.30 a 13.45–, junto a Alison Debney –Sociedad Zoológica de Londres– y otros investigadores, en la jornada de clausura del proyecto RemediOS, la estrategia enfocada a eliminar nutrientes de la laguna gracias al efecto filtrador de la especie 'Ostrea edulis' que impulsa el Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC).

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Hancock y Debney están en contacto directo desde hace dos años con Marina Albentosa (IEO-CSIC), coordinadora del proyecto, pero aún no habían tenido la oportunidad de conocer la laguna. Ese día llegó ayer. Pasaron toda la mañana buceando y por la tarde compartieron sus impresiones con LA VERDAD: «Hemos comprobado que hay un gran exceso de nutrientes y que por este motivo el ecosistema está desequilibrado. El Mar Menor no volverá a ser el que fue hace décadas, pero sin duda estará mejor que ahora. Y tenemos curiosidad por comprobar cómo será ese nuevo Mar Menor del futuro».

También se han encontrado con un elemento inesperado: «Un gran optimismo, muchas ganas de mejorar este espacio natural. Nos parece un lugar precioso y hemos sentido mucha tristeza al ver las fotos de la sopa verde y de la gran mortandad de peces de hace tres años. Este es un lugar que merece la pena conservar y por eso es necesario que trabajemos todos juntos», coinciden.

Boze Hancock y Alison Debney aportarán al proyecto RemediOS, que acaba de concluir su fase inicial, su experiencia en la restauración de ecosistemas marinos mediante la implantación de poblaciones de bivalvos en océanos de todo el mundo. Debney es además la directora del programa de recuperación de las ostras en los estuarios de la bahía de Essex (Reino Unido), iniciativa pionera en Europa. Este enclave costero británico tiene características diferentes del humedal murciano puesto que se trata de una gran ensenada abierta al Mar del Norte, aunque padece afecciones similares: contaminantes agrarios y urbanos.

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«El trabajo en Essex está funcionando, aunque aún nos encontramos en una etapa inicial. Las ostras están creciendo y más adelante veremos cuál es su capacidad de extracción de nitratos», explica a este diario.

35.000 ejemplares

Ese es el camino que seguirá en la Región de Murcia el proyecto RemediOS. La sede del IEO-CSIC en San Pedro del Pinatar ya cuenta con 35.000 ostras de entre 1,5 y dos centímetros. Parte de ellas serán colocadas en la columna de agua en los próximos meses, fijadas a pantalanes para evaluar cómo evolucionan en contacto con el medio. Es pronto aún para saber cuántas serán necesarias para que su efecto de extracción de nutrientes y fijación de CO2 en sus valvas sea evidente.

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En una primera estimación, se barajó la cifra de sesenta millones, teniendo en cuenta que el Mar Menor llegó a contar con 135 millones de ejemplares hace tres décadas –entraron a la laguna desde el Mediterráneo, al igual que las nacras, cuando se dragó el canal del Estacio–. Su población se reduce ahora, con suerte, a unos pocos cientos o un par de miles como mucho.

¿Serán útiles las ostras en el Mar Menor? Dejando claro que el uso de los bivalvos, «aunque importante, es solo una medida complementaria de otras soluciones estructurales», Boze Hancock asegura que «no hemos visto nada que pueda impedirlo. La experiencia en otros lugares ha sido muy positiva hasta ahora, y aquí no tiene por qué ser distinto».

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Acerca de su eficacia, el mensaje de ambos científicos es claro: «Depende de que se corte o no la entrada de nutrientes. Si cesan los vertidos agrícolas y urbanos, será más rápido».

Una especie 'ingeniera' que genera vida a su alrededor

Una población de ostras es mucho más que un grupo de moluscos fijado al sustrato marino. Los expertos destacan que se trata de una especie 'ingeniera' porque sus arrecifes forman hábitats por sí mismos, donde se refugian, crían y se alimentan peces y otros elementos de la biodiversidad acuática.

«La finalidad de utilizar ostras y otros bivalvos en la restauración marina no es únicamente extraer nutrientes de la columna de agua, sino la de favorecer otros servicios ecosistémicos, como aumentar la biodiversidad, la cantidad de peces de interés comercial e incluso el turismo sostenible, lo que llamamos bioeconomía. La desaparición paulatina de los bivalvos ha provocado un declive en la calidad de las costas en todo el mundo», detalla Alison Debney.

La Fundación Biodiversidad –organismo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico– ha aportado la financiación de la primera fase del proyecto RemediOS –172.000 euros a través del programa Pleamar, con fondos FEMP– y la Dirección General del Mar Menor (Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente ) ha colaborado pagando el estudio genético de la ostra, a cargo de la Universidad de Santiago de Compostela, y el diseño de las plataformas.

Junto con las sedes del IEO en Lo Pagán, Vigo y Baleares, colaboran en este proyecto científico la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE), el Instituto de Ciencias Marinas de Barcelona (ICM-CSIC), la Fundación Estrella de Levante y universidades del País Vasco y Dalhousie (Canadá).

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