Objetivo: salvar a la cerceta pardilla

En España quedan menos de cincuenta parejas de cerceta pardilla, que pasa por ser el pato más amenazado de Europa. Las luces rojas de emergencia obligan a poner en marcha una estrategia de conservación que acaba de echar a andar: se trata de un proyecto Life con una vigencia de cinco años, financiado en su mayor parte por la Comisión Europea y destinado a mejorar el estado de 3.000 hectáreas de humedales en Andalucía, Valencia y la Región de Murcia, con el apoyo de sus respectivas consejerías de Medio Ambiente. En la iniciativa para salvar de la extinción a esta ave acuática, coordinada por la Fundación Biodiversidad (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico), participan también SEO/BidLife y la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE).

La cerceta pardilla ('Marmaronetta angustirostris') está declarada en peligro crítico de extinción en España desde 2018. En la Región de Murcia está extinguida oficialmente desde 1995, aunque volvió a criar esporádicamente entre 2007 y 2009 en el humedal mazarronero de las Moreras. Después no se ha vuelto a tener constancia de que la especie se haya reproducido de nuevo en la Comunidad, aunque sí se han observado individuos en algunos humedales del entorno del Mar Menor, informa la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente.

Las actuaciones en la Región de Murcia consistirán en la adecuación de la laguna de las Moreras –una antigua gravera protegida como Humedal de Importancia Internacional y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA)–, frecuentada por la anátida hace más de una década, según anunció este jueves el director general de Medio Natural, Fulgencio Perona, durante la presentación virtual del proyecto Life, que abrió el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán.

La Comunidad Autónoma acondicionará siete hectáreas en Mazarrón retirando escombros, actuando sobre el carrizal para crear heterogeneidad en la vegetación y habilitando un tramo de orilla restaurada para aclimatar ejemplares criados en cautividad, que estarán protegidos por un vallado. ANSE y la Comunidad Valenciana se encargarán del programa de cría y reforzamiento poblacional: la Generalitat proveerá las cercetas y la organización ecologista se encargará de los jaulones de presuelta y del marcaje y seguimiento de las aves.

El Gobierno regional ha destinado al proyecto a dos técnicos del Servicio de Biodiversidad, Caza y Pesca Fluvial, que se coordinarán con la Fundación Biodiversidad para las acciones que se desarrollen en Murcia.

El objetivo del proyecto es mejorar el estado de conservación de la cerceta pardilla, incrementando su distribución y abundancia hasta un mínimo de 125 parejas. También está prevista la compra de terrenos en Andalucía y la Comunidad Valenciana para restaurar su hábitat, junto con acuerdos de colaboración con propietarios de fincas en lugares estratégicos.

Las acciones se llevarán a cabo en siete de las trece áreas críticas para la especie, que incluyen el 83% de las parejas reproductoras de España, en su mayor parte en las Marismas del Guadalquivir (Sevilla, Cádiz y Huelva) y el humedal de El Hondo (Elche y Crevillente).

El ámbito territorial del proyecto incluye, además de las autonomías de Andalucía, Murcia y Comunidad Valenciana, tres países al sur del Mediterráneo: Túnez, Argelia y Marruecos.