Los apicultores de la Región temen un invierno mortal para las abejas por las fumigaciones
Sin floración en el campo, «todos los insectos están ahora en los árboles», alerta COAG, que pide «máximo cuidado» a los agricultores con los fitosanitarios
Los árboles frutales, principalmente nectarinos, que comienzan a ser fumigados ahora pueden convertirse en una trampa mortal para las abejas. Lanza la voz de alarma ... la Asociación de Apicultores de la Región, vinculada a la organización agraria COAG, que teme un invierno «desastroso» si los agricultores «no hacen un buen manejo de los productos fitosanitarios», explica a LA VERDAD Carlos Zafra, veterinario y presidente de los colmeneros murcianos.
«El problema consiste en que no hay floración en el campo porque el otoño ha sido seco, y el total de las abejas y el resto de los insectos polinizadores están en los árboles, el único sitio donde encuentran alimento», advierte el apicultor. «Los nectarinos extratempranos ya tienen flor y los están fumigando, así que pueden acabar con todas las abejas y dejar al sector tocado de muerte. Así que les pedimos máximo cuidado».
«Esto solo lo he visto dos veces en veinte años», se lamenta Carlos Zafra, presidente de los colmeneros murcianos
¿Cómo fumigar, entonces, para no matar a las abejas que se concentran en las flores de los frutales de hueso? «Si hay que fumigar, porque no siempre es imprescindible, lo ideal sería hacerlo de siete a nueve de la mañana y por la tarde, antes de que se vaya la luz, porque en esas horas apenas hay actividad en los insectos», propone Carlos Zafra. «Y si en lugar de fumigar en un día lo hacen en tres, no pasa nada. A las abejas las necesitamos todos», plantea.
La situación de este invierno es «especialmente peligrosa», insiste Carlos Zafra, por una ausencia de floración en la vegetación natural que solo ha visto «dos veces en los últimos veinte años». «Se puede montar un desastre porque están el 100% de las abejas en los árboles, cuando lo normal sería un 20%. Y aunque solo echaran agua podrían matarlas por la fuerza del pulverizador», alerta.
Un millón de kilos de miel
Zafra reconoce, no obstante, que «la mayoría de los agricultores están concienciados» y utilizan productos «autorizados», aunque se queja de intoxicaciones frecuentes en Cañada de Gallego (Mazarrón) y, en menor medida, en Archena y Ceutí.
La Región de Murcia es una potencia nacional en apicultura: se explotan entre 120.000 y 130.000 colmenas –Andalucía, con ocho provincias, tiene 500.000– y 150 familias viven exclusivamente de la industria artesanal de la miel, sobre todo en el Noroeste. La producción anual es de un millón de kilos, que se exporta en su mayor parte a Centroeuropa.
La cosecha del año pasado fue «muy mala», se lamenta Carlos Zafra, con una pérdida estimada del 50% de las abejas por la varroa –un parásito que las ataca– y falta de alimento por la sequía.
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