Carmen de Burgos, rebelde y pionera
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Carmen de Burgos, Colombine, fue pionera en todo. La primera mujer en España con carnet de periodista, la primera corresponsal de guerra. Luchó por los ... derechos de la mujer. Todas las féminas debían poder votar. Había hombres sin cultura que también lo hacían.
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Por aquel tiempo Carmen fue presidente de la Cruzada de Mujeres Españolas y de la Liga Internacional de Mujeres Ibéricas e Hispanoamericanas. Fue vicepresidenta de la Izquierda Republicana Anticlerical, y en noviembre de 1931 ingresó en la masonería, donde fundó la logia Amor, de la que era gran maestre.
Peleó por el derecho al divorcio y su vida, en momentos trágica y dolorosa, fue la base de muchas de sus novelas. Así que podríamos decir que también fue pionera en esto de la realidad-ficción. Carmen no podía eliminar de su estilo el periodismo y describía con gran detalle sus tormentos amorosos en los 'Malos amores' o 'La que se casó muy joven'. Novelitas cortas, de gran éxito en España en los locos años 20.
La periodista nació en Almería y pasó muchos años de su joven vida en Rodalquilar. Familia de posibles, de abuelo contrabandista y empresario de la minería, recibió la misma educación que sus hermanos varones. Su inquietud siempre fue más allá, como la vida demostró.
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Con 16 años se casa con Arturo Álvarez Bustos. Un tipo guapo y rumboso que publicaba un diario satírico. Todo fueron lamentos. Él la maltrataba y le era continuamente infiel con otras mujeres. Almería era testigo de sus amoríos con una cupletista. Carmen pierde a sus tres primeros hijos. Tras la muerte del último niño, abandona a su marido y se marcha. Su primer destino es Granada, embarazada de su hija.
Obtiene una plaza de maestra en Guadalajara, pero pronto se trasladará a Madrid, que era su verdadero objetivo. Antes, aprendió de la mano de su suegro, los rudimentos de la escritura en un trabajo como «cajista», en la imprenta. Cuando los textos descuadraban ella los completaba con soltura.
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Cuando llega a Madrid, su tío, senador del reino, las acoge en su casa. El hombre era un sobón de mucho cuidado y se propasa. No le queda más remedio que marcharse. Sin embargo, la influencia del senador le abre puertas. Carmen no paraba de estudiar para mejorar su posición y obtiene plaza para ampliar sus conocimientos pedagógicos en el Colegio Nacional de sordomudos y ciegos de Madrid. Es por esa época cuando comienza su fecunda carrera como traductora y, poco después, comienza a publicar en el Diario Universal. Escribirá también en El Globo, La Correspondencia de España, el Heraldo de Madrid y ABC.
Carmen fue pragmática y lista y si tenía que escribir sobre temas femeniles, lo hacía. Sutilmente siempre dejaba su impronta europeísta y renovadora. El término feminismo, le disgustaba.
Son famosas sus 'Confesiones de artistas', donde llega a entrevistar a figuras como la Xirgú o Sarah Bernhardt. Un libro prologado por el que sería su segundo gran amor, Ramón Gómez de la Serna, veinte años menor que ella, con quien inicia un idilio que durará dos décadas.
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Episodio amargo
La hija de Carmen quiere ser actriz. La que fuera su gran obra, María &ndasheducada en los mejores colegios&ndash, encuentra su primera oportunidad con una obra de Ramón, 'Los medios seres'. María y Ramón, los dos amores de Carmen, encuentran la pasión durante un fugaz mes y medio que termina con escapada a París. A Colombine se le rompe el corazón. Vivirá tres años más después de este amargo episodio.
La intensa vida social y profesional de Carmen de Burgos es abrumadora. Su solidaridad y conciencia social estuvo presente en toda su obra. Tanto en sus días de corresponsal donde informaba particularmente a los familiares de los soldados, como en su afán divulgador tras sus viajes por Europa. En uno de estos viajes, la toman por espía rusa y casi no lo cuenta.
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Colombine fue silenciada por la dictadura y su nombre incluido en la lista de los escritores y libros prohibidos que desaparecieron de bibliotecas y librerías. En vida, a pesar de su fama y su ingente producción, muchos críticos y escritores contemporáneos consideran intranscendente su trabajo.
Carmen de Burgos es reivindicada hoy día en calles y biografías. La asociación de periodistas feministas de Murcia, a la que pertenezco, lleva su nombre. Un mínimo homenaje a esta mujer apasionada de vida apasionante.
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