Elena Furiase.

«Tengo mis amores furtivos»

Elena Furiase anuncia a sus 28 años que si no llega a los 30 con pareja estable, «probablemente me inseminaré. Me agobia que se me pase el arroz para tener hijos»

ARANTZA FURUNDARENA

Lunes, 18 de julio 2016, 10:40

Entre Indiana Jones y una de Hitchcock. Así podría definir Elena Furiase la experiencia que acaba de vivir en el Discovery Challenge, ese rally solidario para famosos que cada año organiza Land Rover y en el que ella ha actuado como pareja artística del imparable David Bustamante. «Tengo espíritu aventurero», sentencia la hija de Lolita. «Lo que ya no sé es si reúno las condiciones». Alguna debe de reunir porque su equipo ha quedado segundo. Pero Elena tiene un punto débil y es «un vértigo horroroso». La tirolina la superó «porque le eché un par de cojo...», que para algo es nieta de La Faraona. Pero el rápel se le atragantó. «Estaba perfecta, me pusieron el arnés... Y justo en el momento en que iba a bajar cometí el error de mirar para abajo y no pude; empecé a llorar, me entró la ansiedad, sufrí un ataque de pánico. Fue la única prueba que no superé».

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Y le ha dado mucha rabia, porque ella es competitiva por parte de abuela... También argentina por parte de padre. Sin embargo, no piensa ir a terapia para dominar el vértigo. «No lo considero tan grave. Sí he hecho terapia para otras cosas, tengo mi psicóloga y me gusta ir de vez en cuando. Hay momentos en la vida en los que necesitas la ayuda de un profesional que te guíe un poco. Pero no soy una loca del psicoanálisis». Competitiva, pero sin madera de líder -«prefiero que otro lleve la voz cantante»-, la actriz se considera a sí misma «una bomba de relojería». «Puedo estar muy bien y de repente explotar porque tengo un pronto fuerte, pero me cuesta mucho sacarlo y el genio se me pasa rápido».

«Sola no, soltera»

Tras haber sido novia de Leo Perugorría y, más recientemente, de Javier Suárez, con el que rompió en 2015, Elena llega a los 28 años «soltera» como ella dice. «Sola no, porque sola es feo, pero soltera es una palabra que me gusta». Para ella significa no tener pareja estable pero no renunciar tampoco a darle alguna alegría al cuerpo... «Tengo mis momentos de amor furtivo», confiesa. Y se declara feliz. «No siempre es necesario compartir tu vida con alguien».

Otra cosa es la maternidad. La nieta de Lola Flores siempre ha dicho que quiere ser madre antes de los 30. Y esa fecha se aproxima. «Eso sí me agobia un poco más. Si no llego a los 30 con pareja posiblemente me acabe inseminando -anuncia rotunda-. Lo que pasa es que creo que la figura paterna es importante, pero me agobia más el hecho de que se me pase el arroz para ser madre que para encontrar una pareja». Furiase es consciente de que hoy día (ejemplo de ello son muchas famosas) la maternidad se dilata hasta bien pasados los cuarenta. Pero eso no es para ella. «Deseo tener más de un hijo y no quiero que me pille tan mayor. Prefiero ser joven para disfrutarlos, criarlos y recuperarme pronto».

A Guillermo Furiase, su padre, que aún convalece de un infarto cerebral, lo ve todos los días. «Vive al lado y pasa mucho tiempo en casa. Necesita el cariño de su familia». Y es que Elena reside ahora junto a su hermano en casa de Lolita (que «está muy bien, con una vida social abrumadora»), formando esa piña familiar tan de los Flores... «Es como si nos hubiéramos vuelto a reunir los cuatro. Hay qué ver las vueltas que da la vida... Pero no hay reconciliación entre mis padres, que conste», puntualiza.

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Problemas con la fama

Sobre el libro universitario que le han dedicado a su abuela, no tenía noticia... Peo promete leerlo. De momento, el verano se le presenta variado. Acaba de participar en el Challenge, estuvo en el Clicquot Summer Fest en la noche de San Juan, espera escaparse a Cádiz... Y en agosto grabará una colaboración para un programa de TVE que se estrenará en septiembre.

Diez años lleva Elena Furiase como actriz y confiesa que cuánto más ama su oficio menos le gusta la notoriedad. «La fama no es algo que me vuelva loca, quizá porque he conocido su parte complicada. No me gustaría ser tan famosa como Angelina Jolie, por ejemplo. Porque no puedes salir a la calle tranquilamente y tomarte algo. Creo que hay que tener una parte de vida anónima que es muy importante». Lo dice ella, que es nieta de un mito como Lola Flores. Pero a es que a Elena le pesa la fama, no los apellidos. «No, no. Los apellidos me dan energía para pisar fuerte»

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