Expresión del territorio

La roca madre principalmente granítica y rocas sedimentarias compuestas de pizarra constituyen los suelos de esta zona vinícola, con siglos de experiencia y tradición en la elaboración de vino. Esta diferencia orográfica que dibuja el Duero a su paso determina una diversidad climática que influye en la evolución del viñedo. Así, teniendo un clima continental interior principalmente, la llanura presenta unos inviernos fríos y largos con veranos cortos y calurosos, en diferencia a los valles o arribes donde las temperaturas son más elevadas, resultando unos inviernos más cortos y veranos más extensos. Felipe El Caminero es un vino con tipicidad, donde podemos degustar el suelo, el clima, la orografía y las variedades autóctonas con las que está elaborado. O, como bien dice Inma, «este vino es la expresión de la tierra y lo que sentimos cuando lo hacemos».

Para la elaboración de Felipe El Caminero se hace solo una recolección o vendimia. Las variedades con diferente grado de maduración se equilibran en el depósito de fermentación de la bodega. La tempranillo, variedad más temprana, se encuentra en un nivel de maduración alta en la recolección. En cambio, las otras variedades de ciclo largo como la Juan García, bruñal, garnacha tintorera o merençao en la recolección todavía están en maduración. Todas las variedades fermentan conjuntamente en el depósito con las levaduras indígenas que se encuentran en la piel de la uva. Después de aproximadamente 14 días, obtenemos un vino con alta concentración, acidez y color, que pasará en depósito al menos seis meses y mejorará en la botella significativamente, encontrando la añada 2021 perfecta para tomar. Estas características innatas que encontramos en este vino son defendidas por unos pocos elaboradores de la zona que, como Inma Badillo, apuestan por la singularidad y la riqueza que allí se encuentran.

Los viñedos de vecinos mayores que ya no pueden cultivar por su edad son recuperados para hacer este y otros vinos, que muestran la autenticidad de la zona y rinden homenaje a otras generaciones que trabajaron y perpetuaron la tradición.

Felipe El Caminero es un vino con estructura y tensión que te hace vibrar por la acidez y que se acompaña muy bien con platos grasos y proteicos, como la carne de ternera, el rodaballo, los quesos de extensa curación o las cecinas. Tras unos meses de mantener la añada 2022 en mi bodega, en estos momentos está listo para expresar su territorio. ¡Salud!

En el Alt Penedès, a 235 metros de altitud de viñas jóvenes de las parcelas de Les Prunes, L'Hort y La Vinya del Pepe, se obtienen las uvas para la elaboración de este clarete tradicional de la zona.

Las variedades blancas fermentan con la tinta sumoll, obteniendo un vino fresco y divertido, perfecto para la temporada estival. Vino que expresa el tesón y la rebeldía de las pequeñas producciones de vino natural que resisten frente a las adversidades. Perfecto para acompañar todo tipo de aperitivos, ensaladas, platos de olla vegetales, etc. Y, sobre todo, para beber a porrón en los días calurosos.