Garum | La crítica
El Togo II, corazón jovenEs uno de los bares más visitados por generaciones de estudiantes que buscan una amplia variedad de platos a un precio muy competente
El Togo es uno de los bares más emblemáticos de las tascas de Murcia. Por su barra ha pasado una gran parte de la sociedad ... estudiantil en algún momento de su vida. El éxito se debe a una ubicación envidiable, en el corazón de los locales más frecuentados por los jóvenes, y una amplia oferta gastronómica a un precio que se ajusta a todos los bolsillos. Pero no solo eso. Es que, además, la barra cuadrada repleta de tapas, el servicio de atentos camareros y las mesas de la terraza, lo convierte en una de las referencias para quienes quieren tomar una caña y algo para picar a cualquier hora del día.
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Como digo, la gran cantidad de tapas de la barra son apabullantes. Desde tostadas, pulpo, burguer de colores, gulas con palitos de sucedáneo de cangrejo, crepes rellenos y burritos, a empanadillas criollas, montaditos, ensaladas, alcachofas, croquetas, patatas rellenas, revueltos y mil historias más que van saliendo de cocina ocupando los pocos huecos que quedan libres en la vitrina. Quizás un poco más de luz en la barra daría más lustre a los platos.
El Togo II
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Dirección C/ Jacobo de las Leyes, 8 (Murcia)
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Teléfono 968 906 224
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Horario De 9.00 a 2.00 horas. Sábados y domingos desde las 12.00
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Precio medio Unos 20 euros por persona
En las mesas, un mantel morado muy llamativo y un servicio atento y agradable por parte de la camarera da paso a una estupenda empanadilla criolla servida con cuatro almendras fritas muy bien recibidas. Todos los platos salen de cocina sobre un papel que simula la página de autodefinidos y sopa de letras de un periódico, aportando un toque curioso al sitio.
La ensalada de queso de cabra lleva absolutamente de todo lo que te puedas imaginar. Bacon frito, queso rebozado, distintos tipos de hojas de lechuga, frutos secos, zanahoria -de bote, eso sí-, e incluso piña. Todo ello rociado con la reducción de balsámico que creíamos extinta, pero que en El Togo II sigue más viva que nunca. La ración es como para cuatro comensales, por lo que con una sola ensalada casi come una persona.
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El montadito de lomo con tomate y queso sale en pan de barra, tal cual. Lo encuentro muy rico. Sin florituras. La tostada de salmón, sin embargo, sale de cocina muy 'historiada'. Huevo de codorniz cocido, una salsa césar y unas bolitas naranjas que simulan el caviar de trucha o de salmón por encima del pan tostado.
Muy rica la brocheta de chato murciano que descansa sobre unas patatas fritas con piel muy agradables. Sin duda, El Togo II es una combinación de platos sencillos y algunas creaciones un tanto rebuscadas, pero que siempre cumplen con el objetivo de ofrecer un amplio abanico de bocados a un precio ajustado al bolsillo de los estudiantes.
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