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Juan Francisco Carmona, nuevo gerente de La Pequeña Taberna. Alcachofa de la abuela acompañada por una cerveza Estrella de Levante. Carmen Saura / EFQ
Garum | Gastronomía & Estrella

La Pequeña Taberna, savia nueva para un pura sangre de la cocina murciana

El restaurante lleva más de 40 años poniendo en valor las verduras de la huerta regional, así como sus carnes, pescados y vinos

Benito Maestre

Jueves, 5 de octubre 2023, 02:07

Se abre una nueva etapa en el restaurante La Pequeña Taberna, en Murcia, con la incorporación del hostelero y sumiller Juan Francisco Carmona al frente ... de la gerencia, cogiéndole el testigo a Miguel López, el fundador. «Ha sido un proceso de cocción lenta hasta llegar al punto de estar convencidos de hacer este movimiento», reconoce Carmona, para a continuación indicar que «lo que se busca conmigo es inyectar el aire renovado de una persona que puede ver las cosas desde otro punto de vista».

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El histórico local abrió sus puertas en 1980 en la céntrica plaza San Juan, en un espacio de apenas 30 metros cuadrados, y poco tiempo después, gracias al buen ritmo que alcanzó, acometió una ampliación para agregar dos salones privados. Desde ese momento, el término 'pequeña' se limitó únicamente al nombre, dado que su superficie se extiende a lo largo de 250 metros cuadrados, lo que equivale a una capacidad para 150 comensales. Eso sí, su identidad como referente de la gastronomía típica murciana sigue en estado puro, sin variar ni un ápice.

Y ese legado lo quiere seguir manteniendo Carmona. «El cambio es pura y netamente continuista», asegura, puntualizando que irá introduciendo una serie de actualizaciones en todos los sistemas operativos. Concretamente, las primeras mejoras han consistido en la renovación de la cristalería con la adquisición de copas más modernas y el fichaje de una nueva marca de café que suministra un 'blend' más específico, entre otras.

Fiel reflejo

En lo que respecta a la carta, Carmona tiene claro que «lo que funciona no se toca». La apuesta por la cocina tradicional y casera se mantendrá como dogma, dado que la buena prensa de La Pequeña Taberna hunde sus raíces en este pilar fundamental. Los clientes pueden encontrar numerosas propuestas gastronómicas divididas en entrantes, ensaladas, sopas, platos de huevos, verduras, arroces, pescados, mariscos, carnes y postres. De entre todas, unas de las especialidades de la casa es la conocida como alcachofa de la abuela, disponible todo el año, que se elabora a partir de una receta antiquísima con un punto de escabeche. «Es una alcachofa extraordinaria, la mejor del mundo», incide Juan Francisco Carmona, quien cifra en unas 150 piezas por día y servicio las que pueden marchar en una jornada de récord.

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Porque este restaurante tiene un fuerte compromiso con los productos de proximidad, en general, y las verduras, en particular, como reflejo de la fortaleza del sector agrario de la Región de Murcia. «Enfatizamos mucho nuestra huerta», apostilla. Para muestra, algunos de sus platos más representativos son la sinfonía de verduras a la plancha, el pisto murciano o el salteado de habitas baby con jamón. De ahí que La Pequeña Taberna no solo se haya convertido en santo y seña de la gastronomía regional, sino también en todo un reclamo turístico para quienes buscan probar los bocados más típicos de esta tierra.

«Tenemos la comunidad más completa del mundo», insiste, apoyándose en la rica despensa gastronómica de la Región de Murcia, trufada de sabores de mar y montaña. En este sentido, sus recomendaciones incluyen las chuletitas de cabrito lechal y la paletilla de cabrito lechal al horno, en el apartado de carnes; la lubina a la espalda y la dorada a la sal, en pescados; y la quisquilla hervida y la gamba roja, en mariscos. Para terminar, propone una selección de postres caseros y representativos de la cocina murciana, como el pan de calatrava, el tocino de cielo y los paparajotes. El emplatado y la presentación de todos estos manjares son otros de sus puntos fuertes, con un especial cuidado por los detalles y la distribución de los alimentos.

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Viaje sensorial

Los vinos juegan un papel protagonista en La Pequeña Taberna, no solo porque cuenta con una bodega de cristal situada en su salón principal, sino por las numerosas referencias que la componen. A lo que ahora se suma la pasión y especialización de Juan Francisco Carmona, que concede un especial protagonismo en la carta vitivinícola a las referencias de las tres Denominaciones de Origen de la Región de Murcia (Jumilla, Yecla y Bullas) y de otros territorios de esta comunidad. «Vamos a trabajar siempre la venta de vinos regionales», defiende, al tiempo que añade que «también tenemos un elenco profesional de vinos de carácter nacional e internacional que representan lo más característico de este sector».

A la grandeza de La Pequeña Taberna contribuye su equipo humano, integrado por profesionales de toda la vida y jóvenes promesas, cuyo resultado es una plantilla con una marcada vocación por atender a la clientela con simpatía, educación y siempre una sonrisa.

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El restaurante abre a mediodía, de martes a domingo, y por la noche, de martes a sábado. Su localización en la plaza San Juan lo convierte en el espacio perfecto donde quedar con familiares y amigos e incluso para organizar eventos a pequeña escala, como reuniones de trabajo y encuentros corporativos. Se requiere reservar con antelación, sobre todo los fines de semana, festivos y vísperas de festivos.

Primera prueba de fuego superada

Lleva poco más de un mes al timón de La Pequeña Taberna. Juan Francisco Carmona inició el pasado 1 de septiembre una nueva aventura empresarial, que se suma a su ya extensa trayectoria en el sector de la hostelería regional. «No me costó decidirme, fue una decisión fácil porque había voluntad», confiesa el ceheginero, que desprende vitalidad, ilusión, visión de futuro y ganas de seguir aprendiendo en su discurso. Califica de «positivo» el balance de estas primeras semanas, a las que -confiesa- se enfrentó con la incertidumbre de cómo respondería la clientela al cambio de gerencia. «La sensación que me ha transmitido es de buena aceptación», presume. Aun así, sostiene que Miguel López le acompañará en este camino de transición para que el relevo sea natural y paulatino: «Va a seguir funcionando conmigo». De hecho, solo guarda palabras de cariño hacia su predecesor, vecino de Cabezo de Torres: «Representa la constancia, perseverancia, talento, vitalidad y energía desbordante».

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