Bocadillo de jamón con tomate. Vicente Vicéns/ AGM
Garum | De tapeo

Pepe de los jamones: Medio bocata y una morcilla

El local del barrio del Carmen mantiene la esencia desde hace 45 años con el bocadillo de jamón y tocino como marca de la casa

Jueves, 23 de marzo 2023, 01:10

Pepe tiene más de ochenta años y es difícil pillarlo en su bar. Son sus camareros de toda la vida los que mantienen la esencia ... de este local del barrio del Carmen de Murcia, donde la clave del negocio, además de un servicio rápido y atento como pocos, es el hecho de poner unos taquitos de tocino ibérico con el jamón serrano. A mí me gusta pensar que el invento fue fruto de ofrecer en los bocatas con un jamón modesto que se quedaba un poco seco y que Pepe pensó: «Si le falta grasa buena al jamón, se la voy a poner de tocino que me sale más barato que comprar Cinco Jotas». Pero no sé si fue así, o simplemente es fruto de un gusto personal por el tocino.

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Pepe de los jamones

  • Dirección: C/ Marqués de Corvera, 64

  • Teléfono: 968 251 816

  • Horario: Abierto de 7.30 a 00.00 horas. Domingos de 17.00 a 00.00 horas. Cierra los sábados.

  • Precio medio: Unos 7 euros por persona.

El caso es que en el bar los bocatas vuelan de un lado para otro. Todo el mundo pide el plato estrella. Yo lo pruebo con tomate y cuando encuentro alguno de los trocitos de grasa disfruto como un enano. El local tiene salchicha seca –un poco tierna para mi gusto– con almendras, morcillas, ensaladilla de marisco, de ahumados, magra con tomate, boquerones y aceitunas y encurtidos para acompañar los bocadillos. Evitaría el champiñón, muy mejorable, y me decantaría por la morcilla caliente como entrante, ya que medio bocadillo, si vas con alguien, se puede quedar corto para un almuerzo de amigos.

Plato de michirones. Vicente Vicéns/ AGM

Pepe de los jamones lleva más de cuarenta años haciendo bocadillos y, aunque hace relativamente poco tiempo ha sufrido una reforma interior, la esencia se mantiene gracias a ese ambiente general que tiene El Carmen donde los clientes se conocen, se saludan, se gastan bromas, comentan las obras de las calles del barrio y los camareros te despiden con un «no tardes tanto en venir».

Y menú del día

Además, todos los días ofrece menú del día con la opción de consumir solo un plato tipo consomé o unas pechugas a la plancha. Yo me quedo con las ganas de probar la aletría, una de las recetas más nuestras y tal vez más olvidadas en el centro.

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Ver a Pepe ahora es más complicado, pero al bar le queda cuerda de sobra, ya que cualquiera de los camareros que te sirven sienten los colores del negocio como suyo. Y eso es bonito y muy necesario a la vez para mantener estos bares. Larga vida.

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