El Pedrusco, cuatro décadas de cocina casera y de kilómetro cero

La suya es una maestría que supera la excelencia, haciendo fácil el equilibrio entre tradición e innovación. Su oferta gastronómica consta de platos perfectamente planteados que evocan matices, emociones, recuerdos... gracias a su férreo dominio del arte culinario. Combina los sabores de siempre con nuevas creaciones, dando como resultado un viaje del que disfrutar bocado a bocado. Así lleva 40 años, casi nada.

El restaurante El Pedrusco abrió sus puertas en 1983, de la mano del matrimonio formado por Pedro Cerón e Isabel Hernández. Ganaderos de profesión y sin experiencia en la hostelería, decidieron abrir un merendero en un antiguo establo de corderos, ubicado en la pedanía murciana de Cañada Hermosa, un lugar perfectamente conectado con la actual Autovía del Noroeste (RM-15). Al negocio familiar se unieron más tarde sus dos hijos, Antonio y Salvador Cerón, quienes, a día de hoy, llevan las riendas de uno de los establecimientos más conocidos y reconocidos en la Región de Murcia.

Con el paso del tiempo, la confianza de una clientela consolidada y la visión de futuro de la segunda generación, aquella venta de carretera evolucionó a un restaurante que apuesta con determinación por los conceptos de cocina de proximidad, máxima calidad y buen servicio, de ahí que se haya convertido en un espacio de inspiración para otros hosteleros.

Las carnes son, sin duda, la especialidad de la casa. Los comensales pueden elegir entre una amplia selección, como la vaca rubia gallega (cuyo proveedor es un pequeño ganadero de la localidad de Monforte de Lemos), lechazo de Burgos, cordero segureño, cabrito murciano... Los pescados y mariscos, comprados a diario en la Lonja de Alcantarilla, también tienen buena aceptación, sobre todo las patas de pulpo (marcadas a la brasa sobre una cama de patata), bacalao, lubina salvaje, etc. Otro buque insignia son los arroces, que los hay para todos los gustos: con conejo y caracoles; marinero (incluye atún de ijada, calamar y gambas peladas), y con costillejas de cerdo y alcachofas, entre otras variedades.

Para abrir boca, el público puede decantarse por dos nuevas recetas que están causando auténtico furor desde su incorporación. Se trata, por un lado, de la flor de alcachofas con crema de foie y parmesano, y por otro, de la tosta de sardina marinada con picadillo de verduras y confitura de tomate con canela. Sin duda, dos bocados con un final de boca sugestivo.

Además, propone combinar toda experiencia gastronómica con el maridaje perfecto. Para ello, cuenta con una bodega que recorre las principales Denominaciones de Origen de España para ofrecer los mejores vinos, cavas y champanes. A esto se suma su suculenta carta de postres, todos caseros, para redondear cualquier comida, con propuestas tan apetecibles como la leche frita con helado de turrón, las milhojas de nata casera con chocolate caliente y la tarta de queso cremosa al horno al estilo 'La Viña' de San Sebastián.

La buena prensa de El Pedrusco recae igualmente en su equipo humano, formado por profesionales comprometidos y con vocación de servicio que tienen el don de hacer que todo aquel que se siente en la barra y en la mesa se sienta como en casa.

Abre de martes a domingo, a partir de las 7.00 horas y hasta las 18.00 horas, de manera ininterrumpida. Ofrece desayunos, almuerzos y comidas. El establecimiento dispone de varios espacios, en función del tipo de servicio: salón diario con capacidad para 70 comensales, salón de carta para 90 personas y terraza con espacio para 70 comensales. El local es moderno, elegante y con una cuidada decoración para disfrutar desde un almuerzo informal hasta una comida familiar. E incluso de las prestigiosas 'Jornadas del lechazo de Burgos', que celebrará su octava edición el próximo diciembre, con un menú especial. Debido al éxito de participación, el evento se desarrolla a lo largo de toda la semana del puente de diciembre para dar respuesta a la alta demanda.

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